miércoles, 15 de febrero de 2012

FANTASÍAS Y EXCESOS, INVADIRÁN EL CARNAVAL DE RÍO DE JANEIRO


El rey Momo recibirá el viernes la llave de la ciudad y se convertirá en el alcalde simbólico de la “cidade maravilhosa”.

Agencia Afp
Río de Janeiro. Al ritmo contagioso del samba, millones de brasileños y turistas se aprestan a celebrar desde el viernes el Carnaval de Río de Janeiro, "la mayor fiesta del mundo", en cinco calurosos días de transgresión y fantasía donde todos los excesos están permitidos.


Cinco millones de personas, entre ellos 850 mil turistas, participarán este año en el Carnaval, que garantiza la creación de 250 mil puestos de trabajo y dejará al estado más de 640 millones de dólares, según el gobierno estatal.

Una huelga policial decretada la semana pasada amenazó la fiesta -que requiere de unos 50 mil oficiales para patrullar las calles- pero finalmente la protesta tuvo muy poca adhesión y los líderes del movimiento decidieron suspenderla el lunes.

El rey Momo, con sus 160 kilos y 1.84 metros de altura, recibirá el viernes la llave de la ciudad y se convertirá en el alcalde simbólico de la "cidade maravilhosa", para lo cual se prepara desde hace meses con una dieta espartana, clases de spinning y sesiones de podología.

Tras una semana de blocos de rua (carnaval callejero) que reúnen a decenas de miles de fiesteros en las calles, la apoteosis llega con los desfiles de las 13 mejores escuelas de samba la noche del domingo y del lunes, que se disputan el título "campeona del Carnaval" y son seguidos con la misma pasión que los grandes partidos de futbol.

"Soñamos todo el año con ganar. Un desfile tiene que tener fantasía, armonía, alegría, pero lo que no puede faltar es emoción; que al público se le ponga la piel de gallina al ver una alegoría. Ese es el requisito fundamental y lo que hace a una escuela campeona", explicó a André Cezari, director artístico de la escuela Beija-Flor, campeona en 2011.

Los desfiles se celebran ante un público privilegiado de 72 mil 500 personas en el Sambódromo, de 720 metros de largo, reformado y ampliado este año para recuperar el diseño original realizado hace tres décadas por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer, de 104 años.

¿Pero qué significa realmente el Carnaval para un carioca? "El Carnaval permite a la gente travestirse. El hombre se viste de mujer, la mujer de hombre, el pobre de rico", dice Alex de Sousa, carnavalesco de la escuela de samba Uniao da Ilha, mientras supervisa los últimos preparativos en los talleres de la Cidade do Samba.

"En Carnaval comienza la locura, pero es una locura muy buena, muy chévere, donde cualquier tristeza o problema es superado, uno sólo piensa en la alegría", resume Flavio Rocha, un abogado de 49 años que durante el Carnaval confecciona lujosos disfraces y que este año se transformará en un pájaro plateado para bailar en el Sambódromo.

Cada escuela gasta de 2 a 5 millones de dólares para organizar sus desfiles, sospechados de ser financiados en gran parte por la mafia de los juegos clandestinos. Pero cada vez más empresas brasileñas y extranjeras invierten en el Carnaval, televisado para el mundo entero.

Las autoridades de Rio han buscado en los últimos años mejorar la seguridad y la imagen de la ciudad, que será una de las sedes de la Copa del Mundo de futbol en 2014 y acogerá los Juegos Olímpicos en 2016.

Para ello iniciaron en 2008 una campaña para retomar el control de varias favelas, dirigidas durante décadas por narcotraficantes y milicias paramilitares.

El sábado, cientos de moradores de la favela Tuiuti, cuyo control fue retomado por el gobierno hace ocho meses, desfilaron junto a policías en un inédito carnaval callejero, cantando un "samba de la paz" compuesto por un soldado-músico de 23 años.

En Bahía, la tercera ciudad de Brasil, una huelga policial de 12 días que terminó la semana pasada también casi pone en jaque el célebre carnaval de la capital, Salvador. La huelga desató una ola de violencia durante la cual fueron asesinadas al menos 176 personas, más del doble del promedio habitual.

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