miércoles, 15 de febrero de 2012

DENUNCIA EL VATICANO COMPLOT PARA DESESTABILIZAR EL PAPADO DE BENEDICTO XVI

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Hay filtración de documentos secretos


Ciudad del Vaticano .- El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, denunció ayer la existencia de un complot para desestabilizar el papado de Benedicto XVI, y para ello no dudó en comparar la presión a la que se vio sometido el gobierno de Estados Unidos, cuyos documentos clasificados fueron puestos al descubierto por Wikileaks, con la filtración a la prensa de documentos secretos de la curia eclesiástica.

   “La administración americana ha tenido Wikileaks y el Vaticano tiene ahora su leaks, que tienden a crear confusión y desconcierto y a ofrecer una mala imagen del Vaticano y del gobierno de la Iglesia”, afirmó Lombardi en una nota publicada ayer por Radio Vaticano.

   Crítica a medios. El portavoz se refería a la filtración de documentos vaticanos a medios de comunicación italianos sobre duros enfrentamientos entre miembros de la Curia, la preparación de un supuesto atentado contra Benedicto XVI y presunto lavado de dinero del banco vaticano.

Hace dos semanas una cadena de televisión publicó unas cartas enviadas por el actual nuncio en EU y ex secretario general del Governatorato, el arzobispo Carlo María Viganó, a Benedicto XVI en la que denunciaba la “corrupción y mala gestión” en la administración vaticana.

Pero la gota que colmó la paciencia vaticana fue la información publicada el viernes por el periódico “Fatto Quotidiano”, que en su portada alertó que había planes para asesinar a Benedicto XVI.

El último de los documentos filtrado es una carta en alemán que el cardenal colombiano Dario Castrillón entregó a Benedicto XVI en la que le informaba de un complot para acabar con su vida en un año, concretamente para noviembre de 2012.

Cardenal de Milán ¿sucesor? Según Castrillón, así se lo hizo saber el cardenal y arzobispo de Palermo, Paolo Romeo, durante un viaje a China en noviembre de 2011. En la carta también se lee que el Romeo había asegurado que Benedicto XVI ya estaba preparando su sucesión y que había indicado el nombre del cardenal y arzobispo de Milán, Angelo Scola.

“Esto es un desvarío delirante que no puede ser tomado en serio de ningún modo”, declaró molesto el portavoz jefe del Vaticano.

El religioso jesuita tuvo que salir también al paso y desacreditar las declaraciones a la RAI del prelado jubilado de Ivrea (norte de Italia, Luigi Bettazzi, quien sobre el supuesto atentado contra el Papa dijo que no creía que fuera a ocurrir, “pero sí que Ratzinger estaría pensando en dimitir”.

“Lo grave” de las filtraciones, dijo, es que desacredita a la Iglesia en su compromiso de luchar contra la pederastia y a favor de más transparencia del funcionamiento de sus instituciones.

La violencia de los ataques contra el Vaticano demuestra “que hay algo muy importante en juego”, al recordar que la Santa Sede ha tomado decisiones sin precedentes para la lucha contra el lavado de dinero con la creación en el 2010 de una Autoridad para la Información Financiera (AIF).

“Quienes crean que así se desalienta al papa y a sus colaboradores en su compromiso de renovación se equivocan y se engañan”, aseguró Lombardi. “Tenemos que tener nervios de acero; nada nos sorprende ya. Se necesita calma, sangre fría, usar la razón, lo que la prensa no ha hecho”.

Sobre las personas dentro de la curia vaticana que han podido filtrar los documentos, Lombardi se limitó a decir: “Es muy triste que se entreguen documentos internos a extraños de forma desleal”.

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