martes, 6 de diciembre de 2011

JORGE HANK RHON Y ASOCIADOS

Jorge Hank es un personaje que suele producir desde el más profundo aprecio hasta el odio más enconado, sus acciones son el reflejo de su personalidad.

Los tijuanenses nos acostumbramos a lidiar con él y no nos producen admiración los escándalos y líos en que se mete, simplemente es parte del folclor negativo y tenebroso de Baja California y de México en general.

Pero si bien Hank ya no es noticia que entusiasme, ahora tiene dos colaboradores que lo promocionan ante la ciudadanía y son ni más ni menos que nuestro senil alcalde, Carlos Bustamante y nuestro pendenciero Arzobispo, Rafael Romo.

A Don Carlos le ha dado por apoyar económicamente al equipo de fútbol Xolos de Caliente como si esta empresa no tuviese suficiente dinero para mantenerse sola y ocupase de los millones de pesos que aportamos los contribuyentes para obras de beneficio público y no para pagar las extravagancias de un empresario millonario.

Tal vez al edil tijuanense no se le ocurrió que con ese dinero se podrían construir escuelas, o cuando menos rehabilitarlas par que nuestros estudiantes que no pueden asistir al colegio alemán Cuauhtémoc Hank, o a la universidad Iberoamericana, pudieran tener condiciones más dignas para estudiar y salir adelante.

O si de apoyar el deporte se trata, podría hacerlo con nuestros atletas que no cuentan con recursos para acudir a competencias fuera de la ciudad ni para cubrir los costos de sus entrenamientos.

Tijuana tiene infinidad de necesidades como para estar tirando y malgastando el dinero de nuestros impuestos, pero tal paree que al alcalde lo que menos le interesa es la opinión de sus gobernados; y sus decisiones son a gusto personal, sin importar las consecuencias que ello genere a los tijuanenses, basta recordar la imposición del incompetente Alberto Capella en la Secretaría de Seguridad Pública para confirmar que los ciudadanos no contamos para este Señor.

El munícipe asegura que él toma la responsabilidad de sus actos y decisiones, pero el problema real es que los tijuanenses pagamos las consecuencias de sus errores.

Pero si se trata de apoyar a Jorge Hank ahí está Carlitos en primera fila y levantando la mano, luciéndose con el dinero de nuestros impuestos.

El otro aliado de Hank, Don Rafael Romo no canta mal las rancheras y se desgarra la sotana en defensa de su ídolo de oro, el becerro sagrado al que le rinde pleitesía y ante quien se arrodilla, ése es su verdadero dios y lo tiene más a la mano que al que yace en la cruz y no cuenta con chequera.

Ahora el arzobispo está solicitando el diezmo a sus feligreses, ¿será para pagar desplegados en la prensa en apoyo a Hank si éste se lanza por la gubernatura?, no sería extraño que la campaña del ingeniero se empezara a promover desde el púlpito de Catedral, o bien que este recinto se convierta en casa de campaña de Jorgito, o en el peor de los escenarios, que el prelado le otorgue la concesión del espacio del templo para instalar un nuevo casino.

Es una pena que la Iglesia católica cuente con representantes de la calidad moral de Rafael Romo, el cual antepone sus intereses personales a las normas y reglas que establece el culto de su Iglesia.

Ojalá en un futuro podamos contar con representantes e la Iglesia católica con más ética y cumpliendo con la función que está asignada a la religión, que se promueva el amor al prójimo, la bondad, la ayuda al necesitado, las buenas costumbres y la paz entre los individuos.

Así pues, Jorge Hank ya cuenta con dos importantísimos aliados para satisfacer su ambición desmedida, sólo que estas personas perciben un sueldo o retribución por realizar una función muy diferente a la que actualmente desempeñan, a uno se le eligió para darle rumbo y certidumbre a nuestro municipio, al otro se le asignó sembrar y cultivar la fe en Dios entre los ciudadanos.

Ninguno de los dos cumple con su función, se han convertido en comparsa del juego del poder y los millones, dejando en la orfandad de la ley y el rumbo a una sociedad que hoy más que nunca ocupa de líderes capaces y entregados a su pueblo. Pobres tijuanenses, Dios en el cielo y Hank en Caliente… y con dos promotores de lujo.

Juan Alberto Vega Parra
ingjuanvega@hotmail.com

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