lunes, 18 de noviembre de 2013

LA OTRA ESTAFA...METAS AL OLVIDO

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La obra humana, otra de las falacias del “gobierno del cambio”

En la llamada obra humana, los logros y acciones anunciados en el Tercer Informe de Gobierno distan mucho de la realidad que se vive en Sinaloa. A pesar de la asignación de mayores recursos para programas e infraestructura en este rubro, los discursos y las cifras aparentan avances que no existen, cuando lo que hay son retrocesos en áreas como cultura, educación y equidad de género. Lo más que han conseguido algunas dependencias dedicadas a la política social en los últimos tres años, es dar seguimiento a programas instituidos desde el sexenio anterior, pero con otros nombres, y anunciar proyectos de construcción que no se cristalizan.

Los rubros que integran la Obra Humana, uno de los ejes estratégicos de la actual administración de Gobierno, son educación, cultura, salud y protección social; desarrollo humano, asistencia social a grupos vulnerables, equidad de género, deporte, vivienda e infraestructura social básica; desarrollo urbano, medio ambiente y recursos naturales.

Deserción, reprobación y jóvenes a la deriva

En el área denominada Educación y formación para la vida, uno de los principales indicadores es la eficiencia terminal en los diferentes niveles educativos. En su informe 2013, el gobernador Mario López Valdez señala como una de sus prioridades “elevar los niveles de logro educativo”.

En este contexto, el ejecutivo estatal informa que “es prioridad de mi gobierno privilegiar y asegurar a los sinaloenses una educación de calidad con equidad (…) que les permita elevar su nivel de vida” y apunta que la eficiencia terminal en el nivel de instrucción primaria fue de 95.3 por ciento, en secundaria del 83.3, en media superior del 63.1 y en el grado superior 64.7 por ciento.

Las cifras son ciertas, pero comparadas con años anteriores y con otras entidades federativas, nos ubican en los últimos lugares en eficiencia educativa en el país. Según el Reporte de Indicadores Educativos del Sistema Nacional de Información Estadística (SNIEE) de la SEP, Sinaloa se ha mantenido los últimos cuatro años, de 2009 a la fecha, como el estado con el más alto índice de reprobación en el país en nivel secundaria.

Algo similar ocurre en primaria, en donde durante los últimos tres ciclos nos ubicamos entre los nueve estados con puntuación más baja, junto con San Luis Potosí, Campeche, Yucatán, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Veracruz y Oaxaca. Se mantuvo en la posición 24, mientras que del 2006 al 2010 fluctuó entre los lugres 19 y 20.

Las estadísticas de reprobación se agravan en el nivel bachillerato, que se incrementó diez puntos los últimos seis años, al ascender de 15, 14, 17 y 16 de los ciclos del 2006 al 2010, a 23 y 25 de 2010 a 2013. En la asignatura de capacitación para el trabajo, el estado también se encuentra entre los seis peor calificados, al subir de 21 puntos en 2006, a 27 en 2013.

Las estadísticas de la SEP arrojan que la deserción escolar en primarias de Sinaloa empeoró en los últimos tres ciclos educativos, al ser uno de los tres estados en donde más niños abandonan la escuela, junto con Tamaulipas y Guerrero. Se ubicó en la posición 30, a diferencia de los ciclos del 2006 al 2010, cuando varió entre la 4 y la 20. Lo mismo ocurre en secundaria, con una deserción escolar de 22, 24 y 26 puntos de 2011 a 2013, mientras que de 2006 al 2010 se mantuvo entre los lugares 12 y 21. Es en este nivel donde muchos niños y jóvenes quedan a la deriva, en la edad más vulnerable para ser reclutados por grupos delictivos.

Dotar de uniformes y útiles escolares gratuitos a 100 por ciento de los estudiantes de escuelas públicas de educación básica en Sinaloa es uno de los programas más emblemáticos del Gobierno estatal. El informe refiere que “solo en los tres primeros años de mi administración hemos distribuido 3 millones 229 mil 290 vales para ser canjeados por uniformes escolares gratuitos (…) así como 1 millón 716 mil 925 paquetes de útiles escolares, con una inversión de 773 millones de pesos”.

Sin embargo, los empresarios del ramo textil y papelero del Estado no están del todo satisfechos. El incumplimiento en financiamientos prometidos y en pagos de mercancías ha sido una constante del Gobierno estatal.

Este año, el Gobierno estatal redujo los montos de apoyo al financiamiento para los empresarios del gremio textil de 40 a 12 millones de pesos, mientras que a los comerciantes papeleros de Guamúchil les adeuda 50 millones de pesos. De acuerdo con el convenio, los empresarios del ramo entregaron vales para el canje de útiles escolares, con el compromiso de que les pagarían en menos de ocho días. Hasta hoy, luego de tres meses, el dinero no llega.

Cultura en retroceso

En el área denominada Nueva dinámica cultural, el retroceso es evidente. Tres años no han sido suficientes para concretar un proyecto de biblioteca pública, luego del desmantelamiento de la Gilberto Owen, convertida hoy en una galería más, con cientos de libros encartonados, arrinconados y últimamente mojados por las lluvias en los patios del Casino de la Cultura. Tampoco ha alcanzado el tiempo para reabrir el único Museo Regional de Historia con que cuenta Sinaloa, en el Centro Cívico Constitución, en donde yacen embodegadas piezas de las épocas prehispánica, colonial y revolucionaria de la entidad.

Autoproclamado este 2013 por el Instituto Sinaloense de Cultura (Isic) como el Año de la infraestructura cultural, se informa que se consiguieron 14 millones 330 mil pesos en fondos bipartitos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), así como 180.6 millones de pesos de presupuesto federal —150 millones de pesos más que en 2012—, del cual el 87 por ciento se canalizó directamente a obras materiales.

Sin embargo, no hay avances concretos en las obras programadas para este sexenio, como las construcciones de un teatro en Los Mochis, un complejo arquitectónico para la Biblioteca Gilberto Owen en Culiacán, y un Museo de Arte Moderno en Mazatlán, así como la instalación de 20 nuevas bibliotecas públicas en comunidades rurales y colonias populares.

Una de las metas de infraestructura, con un avance del 81 por ciento, es la construcción de cinco centros comunitarios de cultura “ubicados en zonas de alta vulnerabilidad social”, aunque cuatro de ellos se concentran en el municipio de Sinaloa y uno en el ejido Corerepe, en Guasave, ciudad en donde se construye un centro de las artes.

Uno de los proyectos que la directora del Isic, María Luisa Miranda, ha ensalzado desde el principio de la actual administración es la de “crear cinco orquestas infantiles y cinco coros de niños distribuidos en las regiones de Sinaloa”, en el que afirma tener un avance del 40 por ciento, cuando hasta el momento solo se ha instituido la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca, a cargo de Impulsora para la Cultura y las Artes y Fundación Azteca, ambas instituciones de la iniciativa privada.

El Isic no ha podido echar a andar el andamiaje organizativo para crear una sola orquesta, a excepción de un coro infantil en Los Mochis. En el informe del año pasado, el organismo cultural del Estado anunció que a finales del 2012 integrarían el Coro Infantil y la Orquesta Juvenil del Rosario, pero hasta hoy no se han concretado.

Por otra parte, 139 empleados administrativos, músicos de la Ossla y maestros de las diferentes disciplinas artísticas, afiliados al Sindicato Único de Artistas, Docentes y Trabajadores del Isic (Suadtisic) estallaron en huelga y han estado trabajando bajo protesta durante los últimos siete meses, en demanda de la firma de un contrato colectivo de trabajo con las prestaciones laborales mínimas de ley, sin haber por parte del Instituto un acercamiento a dialogar.

El informe menciona que este año, dentro del programa Sinaloa Lee, “se trabajó para consolidar los 355 círculos de lectores establecidos en los dos primeros años de gobierno”, cuando este mismo esquema se encontraba ya consolidado y funcionando desde 2007 con el programa Sinaloa, un estado de lectores, que logró iniciar y mantener 300 círculos de lectura distribuidos en la entidad.

Mujeres, recursos perdidos

La creación de consejos y de unidades de igualdad de género en ayuntamientos y en dependencias estatales, y los cursos que sobre equidad y derechos de las mujeres reciben los funcionarios de la administración pública, han sido insuficientes para crear conciencia de la necesidad de políticas públicas que brinden más protección y oportunidades a mujeres violentadas dentro y fuera de su familia.

Una de las prioridades que maneja el Gobierno estatal en este rubro es “garantizar el efectivo acceso de las mujeres a una vida libre de toda forma de violencia”, en un estado en donde han sido asesinadas más de 50 mujeres este año, cinco cada mes, la mayoría a manos de sus parejas sentimentales.

La primera meta establecida en el PED en este rubro es “crear el Centro de Justicia Familiar”, el cual evitará “la doble victimización y los prejuicios de las y los operadores de justicia que frecuentemente vulneran los derechos humanos de las mujeres o afectan las investigaciones y el debido proceso”.

Pero la construcción de este centro se ha perdido entre la burocracia e ineficacia de las dependencias involucradas, al igual que los ocho millones 500 mil pesos asignados a la Procuraduría General de Justicia del Estado en 2012 por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), a través del subsidio para el otorgamiento de programas de apoyo a las entidades federativas en materia de seguridad pública, a fin de iniciar con este proyecto, el cual ni siquiera se menciona en el tercer informe.

A pesar del avance del 85 por ciento que el gobernador dice tener en esta meta, aún no se cuenta con el terreno o las instalaciones adecuadas para la construcción o modificación que eche a andar el centro, mientras que este año, el SNSP no etiquetó partida presupuestal para esta obra debido al incumplimiento de las obligaciones por parte de Sinaloa, en los convenios de coordinación firmados y en las leyes federales de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y de Fiscalización y Rendición de Cuentas, así como de las normas presupuestarias que dieron origen a la transferencia del subsidio federal y que no se utilizó debidamente.

Apoyo deportivo por votos

El Gobierno del Estado informó que la inversión sin precedentes de mil 431 millones de pesos para deporte y cultura física en este año se ha destinado a la construcción, ampliación, rehabilitación y equipamiento de 30 obras deportivas.

De la programación de estos nuevos espacios deportivos dentro del PED, quedaron fuera los municipios de Cosalá, Concordia, San Ignacio, Elota y Badiraguato, que casualmente fueron los ayuntamientos ganados en 2010 por la Alianza para ayudar a la gente, conformada por los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista y Nueva Alianza.

Es así que una de las principales metas en el rubro de deportes que se reporta cumplida al cien por ciento es la construcción de “centros deportivos integrales en cada municipio que incluyan campos de futbol, beisbol, softbol, alberca, tenis, basquetbol, halterofilia, tenis de mesa y judo, entre otros”, aunque esta se aplicó solo en 13 de los 18 municipios del estado.

Por otro lado, los deportistas ganadores del Premio Estatal del Deporte en los últimos tres años siguen esperando sus premios. En 2011, a Itzel Adilene Manjarrez Bastidas y Jorge Sauceda Benjamín González, deportistas en la modalidad convencional y paralímpico, respectivamente, les prometieron la entrega de una casa.

Lo mismo sucedió para los ganadores de este premio en 2012, Tania Guadalupe Mascorro Osuna, de halterofilia, y el nadador paralímpico Jesús Guadalupe Guijarro Valenzuela. Este año, los deportistas triunfadores fueron la subcampeona mundial de taekwondo, Briseida Acosta Balarezo, mientras que en la modalidad de paralímpicos le correspondió a Jorge Benjamín González, mundialista en atletismo. Hasta ahora, ninguno de ellos ha recibido los premios prometidos.

Los niveles de la pobreza

Una de las áreas que tienen que ver directamente con el bienestar de los sinaloenses es sin duda la de desarrollo social y humano, que comprende políticas de apoyo a familias en pobreza y a grupos vulnerables. La alimentación, la vivienda, los servicios públicos y el empleo son algunos rubros que se desenvuelven dentro de esta vertiente.

En la política social para el desarrollo humano, el Tercer Informe indica que “en Sinaloa disminuyó la pobreza extrema en un 20 por ciento en el período comprendido de 2010 a2012”. De acuerdo a las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el 2008 Sinaloa ocupó el lugar ocho en menor pobreza en el país, para luego subir un escalón y ubicarse en el lugar nueve a partir del 2010. Aún así, somos uno de los estados que mantiene una posición estable, con una población de un millón 51 mil 400 personas en pobreza y 130 mil 200 en pobreza extrema.

Los indicadores del Coneval señalan que un millón 241 mil sinaloenses tienen ingresos inferiores a la línea de bienestar y que poco más de dos millones padecen al menos una carencia social: un millón 534 mil 200 personas tienen carencia por acceso a la seguridad social; 753 mil la tienen a la alimentación; 536 mil padece rezago educativo; 482 mil 300 a los servicios de salud; 294 mil a la vivienda y 467 mil a servicios básicos.

Así, a tres años de distancia, el “gobierno del cambio” se ha convertido en un gobierno de remedos, en el mejor de los casos. Y de simulación de un avance que no se ve ni se siente.

“A pesar de contingencias y adversidades”…

Obra material cuestionada

El semáforo está en verde y hay que seguir derecho. Malova está a la mitad de su gobierno y al 51.6 por ciento en el cumplimiento del Plan Estatal de Desarrollo, según el SISEPSIN, el Sistema de Evaluación y Seguimiento de Metas, un software creado y operado por la Secretaría de Innovación para seguir los objetivos planteados en el Plan Estatal de Desarrollo. Único instrumento para saber dónde está y qué hace el Gobierno.

Verde, son metas con más del 41 por ciento de avance en la autoevaluación del gobierno de Mario López Valdez.

De los 26 temas que se compone la acción del Gobierno ninguno está en rojo —por debajo del 31 por ciento en su cumplimiento—, y solo tres están en amarillo —entre el 31 y el 41 por ciento de la meta. No hay nada qué revisar, no hay anuncio de ningún ajuste, el gabinete plural funciona como un reloj suizo.

Así, en medio del bombardeo mediático de la primera mitad del sexenio de Malova, sin procesos electorales cerca, definidos los relevos en las dirigencias de partidos, nadie vislumbra cambios en el “gobierno del cambio”.

López Valdez supo explicar en campaña los tres apartados de lo que sería su gobierno, condensó en tres palabras sus propuestas: obra política, humana y material. Así está estructurado también el Plan Estatal de Desarrollo, sus tres informes hasta la fecha, y así el SISEPSIN. Pero ya en el Gobierno, en el camino, cuando las calabazas se acomodan, se le fueron quedando algunos olvidos.

Construir sobre ruinas

La tarea de todos… los nuevos gobernantes que acompañaron a Mario López Valdez fue desprestigiar a sus antecesores: carreteras intransitables, hospitales enfermos, finanzas en rojo. El eslogan de gobierno llevado al extremo. Mandaron y repitieron el mensaje de las ruinas que había que reconstruir de la saliente administración de Jesús Aguilar, según la visión del “gobierno del cambio”.

Pero de ese supuesto desorden no se acreditó casi nada, las cuentas públicas pasaron en el Congreso y solo Ricardo Fuentes Milán es quien enfrentó a la justicia malovista. De los otros expedientes integrados por la Unidad de Transparencia y entregados a la Procuraduría no se supo nada.

Pero aquel argumento de que la culpa era “de los que estaban antes que yo”, se agotó. Y ahora la justificación es repetida en cada spot: “A pesar de contingencias y adversidades”, dice Mario López Valdez, “todo sigue en marcha”, y según ese argumento, todas las inversiones son históricas. Ahora, las culpas se envían a Manuel a Sonia y a las heladas de aquel lejano enero de 2011, porque como dice Malova “la naturaleza no perdona, nunca”.

Chequera suelta

De lo que no se puede quejar el gobernador es de la falta de dinero. Presupuesto tras presupuesto, los recursos enviados de la Federación han sido, esos sí, históricos. Todavía no asumía el mando y ya las transferencias de Calderón eran sin antecedente, es decir, históricas: 45 mil millones de pesos. Ahora, Peña le da en 2014 el suficiente monto para que no le falta nada: 54 mil 732 millones, en tiempos ajustados 7.1 por ciento más que el año que no se acaba, el 2013.

Aun así, Mario López Valdez recurrió al endeudamiento para su apartado de obra material: primero con un préstamo de 2 mil 600 millones, y después con un esquema que el Gobierno federal les ofreció a algunos estados, el Bono Cupón Cero —paga los intereses, desatiende el adeudo.

El primero, el préstamo, se fue directo al rubro material con la historia ya contada del retraso en la aplicación y obras cuestionadas por el Comité Ciudadano que se encargaría de revisar su aplicación.

(RIODOCE/  Redacción/ )

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