La anterior administración, no resolvió casos de agentes y ex agentes involucrados en el crimen organizado, no cumplió su obligación de depurar y heredó más del 70 por ciento de los expedientes de homicidios no resueltos. Tampoco pudo implementar el NSJP en el estado, dejando pendiente una verdadera fiscalía para desapariciones forzadas
Rosario Mosso
Castro
Al ex procurador
Rommel Moreno Manjarrez, abogados mexicalenses lo acusan de dedicarse a buscar
reflectores y evadir su responsabilidad principal: investigar los delitos del
fueron común. Lo critican por escudarse en la implementación del Nuevo Sistema
de Justicia Penal (solo en Mexicali), que no termina de cuajar y de ser
mayormente ineficiente en la investigación de homicidios y desapariciones; de
ahí que piden a la recién designada procuradora estatal, Perla Ibarra, un
trabajo más eficiente que su antecesor.
Sugieren iniciar por
la depuración de funcionarios y agentes ministeriales en la Procuraduría,
planteando este problema como una de las principales deficiencias del ex
funcionario, quien ni siquiera intentó limpiar la corporación. De hecho, el
propio Moreno Manjarrez se negó a presentarse a sus últimas evaluaciones por
parte del Centro de Control y Confianza.
En materia de
indagatorias, acusan los especialistas en Derecho, ni siquiera se aplicó en las
investigaciones de casa, como el asesinato del ex comandante de la Policía
Ministerial del Estado, Juan Cristóbal Aguilar Aispuro, ocurrido dentro del
casino Caliente, o la quema de patrullas ministeriales que involucró a
Cristóbal Ruiz León, entonces titular de Política Criminal de la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE), y a los agentes José López Hurtado y
Jaime Everardo López Sánchez; aunado a la colocación de narcomantas en la
capital del estado, en las que amenazaban a Francisco Valdez Verdugo. Todos,
hechos ocurridos en Mexicali durante octubre de 2012.
EL REZAGO PARA
LA PROCURADORA
La lista de pendientes que el ex procurador
deja a Perla Ibarra -sea por cobardía, ineficiencia o complicidad-, data del
primer día de su gestión, en 2007.
De entrada, la
investigación del ex procurador Antonio Martínez Luna, la cual Moreno decidió
evadir, pese a conocer el contenido del
narcovideo publicado en mayo de 2007, donde aparece el ex comandante de la Policía Judicial
del Estado, José Ramón Velázquez- asesinado y cuyo cuerpo fue abandonado frente
a la casa de la novia del ex funcionario-, admitiéndose corrupto, y denunciando
a una veintena de agentes ministeriales involucrados con el crimen organizado.
En la delación también liga al ex fiscal con el Cártel de Sinaloa.
Moreno no retiró a
ninguno de los mencionados del servicio activo, la mayoría de los agentes
presuntamente corruptos fueron asesinados de manera violenta, o fueron
detenidos tiempo después, por cometer algún delito.
La PGJE no hizo nada
con la información, ni siquiera incluyó a los ministeriales de la lista en un
programa de depuración. Apenas hace dos semanas fue ejecutado fuera de la casa
del Obispo de Mexicali -donde estaba asignado como guardia- Antonio Ruiz
Vargas, agente con 25 años de carrera, pero casi con el mismo tiempo de
antecedentes involucrados en el narcotráfico.
La PGJE tampoco
actuó ministerialmente contra quienes intentaron asesinar a los secretarios de
Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Alberto Capella (noviembre 2007), y de
Rosarito, Eduardo Montero (diciembre 2007). Menos aún abrió expedientes para
perseguir a los hombres que en los mismos meses amenazaron de muerte a los
entonces alcaldes de esos municipios, Jorge Ramos y Hugo Torres Chabert.
Ya en 2008, no
existió registro de avances en las medidas ministeriales que debieron tomarse
en contra de más de una veintena de policías municipales, federales y agentes
ministeriales denunciados en abril de ese año, por el General Sergio Aponte
Polito, quien reveló actos de corrupción específicos y la participación de
oficiales en el asesinato de varios elementos de la Policía Estatal Preventiva
(PEP) ocurridos a finales de 2007; así como la muerte de Juan Soriano,
comandante de la Policía Municipal de Tecate; y el enfrentamiento entre
policías federales y sicarios del Cártel Arellano Félix el 30 de octubre en un
restaurante Mariscos Godoy de Tijuana.
Esos expedientes no
prosperaron, al final solo quedaron en “recabando medios probatorios y
agregando copias de averiguaciones previas”. Algunos de los elementos señalados,
fueron retirados de la PGJE, pero no les fincaron cargos por los delitos que se
les imputaban.
En marzo de 2008,
Armando “El Gordo” Villarreal fue ligado a los robos de cajeros automáticos y a
la muerte de un policía municipal que intentó impedirlo. Fue detenido en 2011 y
deportado, pero las autoridades locales no procesaron cargos en su contra.
En agosto de 2008,
la PGJE colocó espectaculares con las caras de los secuestradores más buscados,
los letreros contenían imágenes de: Manuel Garibay Espinoza “Don Manuel”; José
Luis Cárdenas López y/o José Luis Valencia Leyva; Saúl Camacho Cota; José
Rafael Méndez Gutiérrez “El Güero Jícama”; Sergio Tirado Herrera; Guillermo
Octavio Sánchez Camacho; Ángel García Herrera “El Tata” o “El Abuelo”; Diego
Alcaraz Muciño “El Yeyo”; José Manuel García Galván “El Tiburón”; Francisco
Manzo Morán “El Billy”; Eduardo González Tostado “El Mandil”; además de José
Andrés López Guadiana y Jando Chávez. Algunos resultaron detenidos por cargos
federales, pero la fiscalía local no ejerció acción penal en su contra. La
mayoría siguen libres, evidenciando que se trató de una medida puramente
publicitaria.
En diciembre de
2008, la captura -incidental- del narcotraficante Víctor Serrano Galván generó
que este hombre delatara a diversos agentes ministeriales, entre ellos a
Plascencia Aguilar y los agentes Lomelí, Rincón y Negrete. En conferencia de
prensa le atribuyeron responsabilidad en una docena de homicidios, pero de los
agentes corruptos no hubo mayores indagatorias.
La investigación se
dio por finalizada hasta la ejecución de cinco personas en el bar La Resaca,
localizado en Calzada Aviación. Entre los muertos estaba Arturo Salazar Aispuro
“El Tury”, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, y años después, se
confirmaría que la mitad de los homicidios en que se involucró a “El G1”
realmente fueron cometidos por “El Tury” luego de mantener una disputa a muerte
por el control de la plaza.
HOMICIDIO DE
ANGÉLICA MARÍA MUÑOZ CERVANTES
En 2009 destacó la
impericia en el manejo del expediente del homicidio de Angélica María Muñoz
Cervantes -14 de agosto-, pareja sentimental de uno de los hijos del empresario
y ex alcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon, quien fue acusado por un testigo protegido
del asesinato de la joven por motivo pasional.
Jorge Hank Rhon fue
capturado en agosto de 2011-dos años después- por posesión de armas, pero un
juez federal ordenó su liberación. La PGJE recibió órdenes de la procuradora de
la República, Marisela Morales, para dar curso a la investigación pendiente por
el asesinato de Angélica, en tanto, otro juez determinó que la fiscalía no
aportó elementos suficientes y lo liberaron. Rommel Moreno declaró que la
indagatoria seguía abierta, pero dos años después, se fue sin avanzar.
Otro caso álgido,
cuya investigación se evadió, fue el asesinato de Rogelio Sánchez Jiménez, jefe
de la Oficina de Licencias y Placas Vehiculares del Estado -9 octubre- y la
entrega de licencias con nombres falsos a líderes de células del crimen
organizado, en la que inicialmente se implicó a Isaac Alcalá, hermano de la
sub-recaudadora de Rentas del Estado, Norma Angélica Alcalá Pescador.
La impunidad también
destacó en los siguientes casos de 2009:
6 de enero. Tres
jóvenes adolescentes fueron asesinados frente a su escuela preparatoria.
Autoridades ligaron el homicidio con la venta de drogas y el tío de uno de los
menores acribillados, pero a la fecha, nadie ha sido consignado.
22 de enero. Eduardo
García Simental “El Teo” y 40 elementos de su célula delictiva realizaron una
fiesta en el hotel Baja Seasons de La Misión, en Ensenada. Militares llevaron a
cabo un operativo. Mientras los detenidos hablaron de homicidios y cuerpos de
victimas desechos en ácido, la Procuraduría local no ha concretado algún
expediente de desparecidos.
30 de junio. El
presunto narcotraficante Candelario Arceaga fue detenido en Ensenada, y declaró
que siendo candidatos a la alcaldía de Rosarito, los panistas Luis Enrique Díaz
Félix y Antonio Macías Garay le pidieron apoyo para el proceso electoral,
pagándole con permisos de transporte; declaraciones que no se investigaron.
Asimismo, Dariel
García Ontiveros, sobrino de “El Teo”, es identificado por la PGJE como presunto autor intelectual de una serie de
extorsiones, secuestros y asesinatos de policías. No ha sido detenido.
6 de noviembre.
Agentes federales robaron 300 libras de la droga conocida como cristal a
miembros del crimen organizado en Tijuana. En respuesta, los siguientes
días, uniformados fueron baleados en dos
ocasiones distintas, mientras se hospedaban en dos hoteles. Un civil resultó
herido en uno de los ataques. Este expediente de lesión, no fue investigado por
la PGJE.
En 2010, en medio de
un discurso en el que pretendían vender a Tijuana como ejemplo de seguridad, el
Grupo Coordinación se echó para atrás y los delincuentes siguieron adelante. En
ese marco se suscitó, el 18 de octubre, la balacera de traficantes contra
policías municipales, que concluyó con el decomiso de 134 toneladas de marihuana.
Nueve criminales fueron consignados por la posesión del enervante, ninguno por
el ataque contra los uniformados, y aunque oficialmente uno de los detenidos
fue vinculado al asesinato del comandante de la PGJE, Antonio Sánchez, no
existe registro de que se haya ejercido acción penal en su contra.
Tampoco se ha
solicitado orden de aprehensión en contra del ex policía Israel Vergara “Marquitos” por el secuestro de las sobrinas
de Ismael “El Mayo” Zambada, perpetrado el
18 de octubre de 2010. Ni se ha localizado -y menos judicializado- a los
asesinos que el 24 de octubre de ese año, asesinaron a 13 hombres en el centro
de rehabilitación El Camino, A.C., de la colonia Buenos Aires de Tijuana.
Menos aún se ha
juzgado la negligencia de los policías que asesinaron violentamente a un
porcentaje de los 30 internos (17, según
cifras oficiales) en los motines de septiembre de 2010 en la Penitenciaría de
La Mesa en Tijuana.
Homicidio de Arturo
Castellanos Ruiz, regidor de Ensenada, asesinado frente a un bar
Homicidio de Arturo
Castellanos Ruiz, regidor de Ensenada, asesinado frente a un bar
En 2011, destacaron
las acciones ministeriales en torno al homicidio del regidor de Ensenada,
Arturo Castellanos Ruiz, frente a un bar de Ensenada el 6 de enero. La fiscalía
de Rommel Moreno detuvo a dos presuntos responsables materiales del asesinato
del edil priista, sin embargo, hasta el momento los presuntos autores
intelectuales (líderes transportistas) continúan libres. De manera extraoficial
se informó que ya se tenían órdenes de aprensión, sin que esto derivara en
capturas.
También en Ensenada,
el 19 de septiembre de 2012, el
transportista José de Jesús Jiménez López (de 72 años de edad), consuegro de
Enrique Pelayo, alcalde de Ensenada, fue asesinado en el patio trasero de su
casa. Ese expediente también sigue congelado.
SECUESTROS Y
DESAPARECIDOS
Para Miguel Ángel
García Leyva, representante de la Asociación Esperanza contra Desapariciones
Forzadas, la Procuraduría estatal de Moreno deja a Perla Ibarra más de 2 mil
casos documentados de personas desaparecidas sin esclarecer.
Durante esta
administración, dijo, se creó la Fiscalía Especializada para Víctimas de
Desapariciones Forzadas pero a los días se percataron del engaño. Poco a poco
los casos se canalizaron a CAPEA (Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y
Ausentes), dejando a un lado las desapariciones.
Afirmó que en este
sexenio se potencializó el delito, pasando de 400 casos documentados, a 2 mil
400.
El abogado recordó
que luego de años de lucha, se logró tipificar el delito de desaparición
forzada, pero antes de publicarse, entró en vigor el Nuevo Sistema de Justicia
Penal, dejándolo nuevamente en el limbo.
García Leyva refirió
que otro de los pendientes fue la implementación de la Ley de Victimas para la
entidad, ya que luego de aprobarse por el Poder Legislativo, fue vetada por el
entonces gobernador del Estado, José Guadalupe Osuna Millán, y agregó que no se
puede cuantificar a las víctimas que hay en Baja California, pero la cifra es
bastante alarmante.
En cuanto al tema de
privaciones de la libertad, existen serias deficiencias. El publicitado Grupo
Antisecuestros (depurado en 2008) que defendió Rommel Moreno Manjarrez, dejó de
dar resultados en 2011, año en que aseguraron, habían terminado con las bandas
de secuestradores y dejaron de hacer labor de inteligencia.
Las privaciones de
la libertad continuaron en los últimos tres años del sexenio, pero no se
contabilizaron todas.
Las principales
víctimas han sido comerciantes con negocios en la periferia, que no tenían
contacto directo por el procurador, razón por la cual no los contabilizó, a
pesar de que al ser detenido algunos de los secuestradores, confesaban varias
privaciones -no incluidas en el expediente del fiscal-, pero Moreno no los
incorporó en las estadísticas, justificando que las familias “no denunciaban”.
El procurador
también logró reducir sus números de incidencia en este delito, haciendo
interpretaciones jurídicas no justificadas en la Ley: sacó de las cifras los
secuestros de migrantes y lo que calificó de “levantones” cuando las víctimas,
según el juicio de los investigadores PGJE -sin expediente ministerial que lo
valide-, están relacionados con la venta de droga al menudeo.
Habrá que esperar
para conocer la estrategia de la licenciada Perla Ibarra, para saber si la
nueva fiscal está interesada en reducir sus estadísticas, o en realmente
combatir el delito.
DE MUERTOS Y ASESINOS
Conforme a cifras
oficiales de la Secretaria de Seguridad del Estado, durante la gestión de
Rommel Moreno en la PGJE de Baja California se registraron 4 mil 416
averiguaciones previas de homicidio, que incluyen una cantidad no publicada de
muertos, ya que un expediente puede contener varias víctimas.
En 2013, Rommel
Moreno aseguró que el 35 por ciento de los asesinatos violentos se resolvían,
lo cual implica que del total, durante el sexenio, en mil 545 expedientes se
consignó a un presunto responsable o se giró una orden de aprehensión, dejando
2 mil 878 expedientes impunes y pendientes de resolver, como regazo para la
administración de Perla Ibarra.
Sin embargo, el
número podría ser mayor, ya que la efectividad en homicidios de la PGJE,
alcanzó el 35% hasta el último año de gestión.
Un elemento que
prueba esta deficiencia, es la falta de solicitudes de órdenes de aprehensión
solicitadas por delitos del fuero común -homicidio, secuestro, extorsión-,
cometidos por los 18 lugartenientes de Cártel Arellano detenidos durante el
sexenio.
En seis años, solo
solicitaron órdenes de captura en contra de Fernando Sánchez Arellano
(secuestro), Alfonso Arzate (dos por homicidio) y Ángel Jácome Gamboa (por
homicidio)
De hecho, en contra
de Alfonso Lira “El Atlante” y Javier Beltrán Cabrera, líder del grupo Los
Pelones -señalados por la propia PGJE como responsables del 25% de los
asesinatos ocurridos durante 2013-, no existe orden de aprehensión, y
concretarlas será una de las primeras tareas obligadas de la procuradora
estatal.
NSJP
La implementación del Nuevo Sistema de
Justicia Penal (NSJP) en Baja California, el principal tema de Rommel Moreno
Manjarrez y su tarjeta de presentación para conseguir trabajo en el Gobierno
Federal en 2013, es acorde a los
abogados de Mexicali, otro de los grandes pendientes, ahora heredados a la
procuradora Perla Ibarra.
Desde el inicio del
sexenio de Guadalupe Osuna Millán, Moreno se vendió al estado como uno de los
primeros que implementarían el sistema penal acusatorio.
La realidad se
impuso cuando se percataron de que el proceso de implementación tenía un costo
muy elevado, además de que los delitos del fuero común aumentaron
desproporcionadamente.
El ex procurador
nunca aceptó una realidad tangible para cada mexicalense, que significó el
aumento sistemático de la delincuencia desde que el sistema penal acusatorio
inició operaciones.
Tuvo que ser el alcalde de Mexicali, Francisco Pérez
Tejada Padilla, el que aceptó que fue por este nuevo sistema que sus cifras se
dispararon, pero a la vez advirtió: “Lo mismo ocurrirá cuando los demás
municipios lo implementen”.
Por su parte, el
presidente del Colegio de Abogados Penalistas, Pedro Ariel Mendívil García,
calificó al NSJP de ineficiente e inoperante, al llevar a cabo apenas 53 juicios
orales en tres años.
Agregó que las
grandes deudas que deja el procurador, crean un ambiente de impunidad en
Mexicali, luego de que la PGJE apostara por la justicia por acuerdos y la
negociación de casos, abandonando totalmente a la víctima.
En la opinión del
especialista, el delincuente fue favorecido con acuerdos reparatorios, perdones
obligados y juicios abreviados, mientras el ex procurador “se dedicó los seis
años a posicionarse social y públicamente a nivel estado-país, prácticamente
convirtió un escaparate público de su figura y se olvidó totalmente de la
investigación, de perseguir a los delincuentes, y un sistema tradicional
totalmente abandonado como si fuera un aborto del sistema de justicia”.
Para concluir,
Mendívil García consideró que el retraso en la implementación del NSJP se debe
a un problema de operatividad y de visión.
(SEMANARIO
ZETA / ROSARIO MOSSO CASTRO /NOVIEMBRE 18, 2013 12:00 PM)
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