Los resultados de las encuestas y los expertos sostienen que
este domingo 17 Michelle Bachelet, candidata de la coalición Nueva
Mayoría, ganará las elecciones presidenciales en Chile. La duda estriba
en si obtendrá los votos suficientes para evitar una segunda vuelta. En
cambio, las encuestas parecen muy claras en el sentido de que la
derechista Evelyn Matthei sufrirá una estruendosa derrota. Aun antes de
las votaciones, dirigentes de su partido, Alianza por Chile,
cuestionaban su candidatura, y ante la inminencia de la debacle se
anticipaba una guerra interna en sus filas.
VALPARAÍSO, CHILE (Proceso).- A la derecha le espera un resultado
desastroso en las elecciones generales de este domingo 17. Así lo
anticipan las encuestas, lo ratifican analistas políticos y lo reconocen
hasta los dirigentes de ese sector agrupado en la Alianza por Chile,
formada por la filopinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI) y el
conservador partido Renovación Nacional (RN).
Los estudios demoscópicos muestran que este domingo 17 la candidata
del centroizquierdista pacto Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, obtendrá
una amplia victoria sobre la abanderada de la derecha Evelyn Matthei,
quien corre el riesgo de caer al tercer lugar.
Nueva Mayoría está compuesto por los partidos Demócrata Cristiano,
Por la Democracia, Socialista, Radical, Comunista e Izquierda Ciudadana.
Hasta antes de la incorporación, este año, de los dos últimos, la
coalición se llamaba Concertación por la Democracia.
La duda que encierra la contienda electoral de este domingo 17 es si
Bachelet alcanzará su objetivo de rebasar 50% de los votos y evitar así
una segunda vuelta el 15 de diciembre.
Cifras
Según el sondeo dado a conocer el 29 de octubre por el Centro de
Estudios Públicos (CEP), Bachelet obtendría 47% de los sufragios. Pero
si se descarta a quienes piensan anular, votar en blanco o no se han
definido, la exmandataria socialista obtendría 54%, logrando su elección
de manera inmediata.
Según ese mismo estudio, Matthei tendría 14%; el independiente Franco
Parisi, 10%; el representante del Partido Progresista, Marco
Enríquez-Ominami, 7%, y el izquierdista Marcel Claude, 3%. Otros cuatro
candidatos no tienen apoyo estadísticamente significativo, según el CEP.
Esta consultora estima que sólo 35% de la población aprueba la forma
en que el presidente Sebastián Piñera maneja los asuntos de gobierno.
Este bajo respaldo actuaría contra Matthei.
En su investigación el CEP abordó también las preferencias de la
población chilena sobre aspectos estructurales: 83% está a favor de la
nacionalización del cobre y 74% respalda una educación universitaria
gratuita (hoy es una de las más caras del mundo). Además 45% de la
población se muestra favorable a una asamblea constituyente.
Partidarios de esta idea dieron forma a la campaña Marca tu Voto. Con
ella le piden a los electores escribir en las boletas las letras AC (de
asamblea constituyente), a fin de que cualquier cambio constitucional
se haga en una asamblea y no en una oficina, como ocurrió con la vigente
Constitución de 1980.
Aparentemente la iniciativa ha sido exitosa: tras un áspero debate se
logró que el Servicio Electoral (el cual organiza y sanciona el
proceso) accediera a no declarar nulos los votos marcados con las letras
AC.
Pero esto ha provocado temores en la derecha. Reflejo de ello fue que
el conservador diario El Mercurio dedicara varios editoriales
rechazando esa campaña, que cuenta con el respaldo hasta del moderado
expresidente socialista Ricardo Lagos.
La empresa encuestadora Ipsos dio a conocer el pasado viernes 8 su
último “pulso electoral” previo a los comicios. Según éste habrá
segunda, vuelta puesto que Bachelet tendría 35% de los votos, Matthei
22%, Parisi 15%, Enríquez-Ominami 12% y Claude 6%. Además, con tres
puntos figuran la presidenta del Partido Igualdad y referente nacional
del movimiento de pobladores, Roxana Miranda; y Alfredo Sfeir, del
Partido Ecologista.
Gran parte de los analistas coincide en que la celebración o no de la
segunda vuelta depende del nivel de participación juvenil (18 a 30
años), segmento en el cual Bachelet tiene respaldo bajo: si los jóvenes
acuden masivamente a votar, sí habrá segunda vuelta.
Este domingo 17 también se renovará la totalidad de la Cámara de
Diputados y 10 de las 18 circunscripciones binominales del Senado (en
cada una de las cuales se eligen dos senadores).
Allí también se espera una derrota de la derecha. Según un estudio
encargado por Larraín Vial (principal corredora de la Bolsa de Comercio
de Santiago), Nueva Mayoría ganaría entre 13 y 16 de los 20 escaños
senatoriales en contienda, y la derecha, de cuatro a siete. Según esa
fuente Nueva Mayoría ganaría más de 70 de las 120 curules del Congreso.
Esto supondría que Nueva Mayoría obtendría más de los cuatro séptimos
necesarios para concretar reformas constitucionales y otros cambios
estructurales a los modelos económico y social vigentes.
La lúgubre situación derechista fue abordada por el rector de la
Universidad Diego Portales, Carlos Peña, en su columna “La derecha
moribunda”, publicada el domingo 10 en El Mercurio. Allí aseguró que ese
sector político, “tal como se le conoce hasta ahora, está llegando a su
fin”.
Desesperación
Las opciones de Matthei fueron seriamente afectadas por una
circunstancia histórica: la conmemoración en septiembre pasado de los 40
años del cuartelazo de Pinochet. Y es que el tema de las violaciones a
los derechos humanos durante la dictadura pasó a un lugar central en el
debate preelectoral.
El tema no favorece a la candidata, pues representa al sector
golpista que gobernó junto a Pinochet. Evelyn es hija del general
retirado de la Fuerza Aérea Fernando Matthei, quien entre 1978 y 1990
formó parte de la Junta Militar.
Este nexo de la hija de Matthei con la dictadura fue subrayado por el
presidente Piñera, quien el pasado 18 de septiembre declaró en
entrevista con CNN Chile que Evelyn “votó ‘sí’ en el plebiscito de 1988 y
eso fue un error”. El mandatario se refería al referéndum que definía
la permanencia o no de Pinochet en el poder.
Según la encuesta del CEP Matthei es vista como una candidata de
extrema derecha por 41% de la población, situación muy desfavorable si
se considera que el pueblo se ha inclinado ostensiblemente por las
posiciones de izquierda.
En entrevista con Proceso, el sociólogo y subdirector de Ipsos, Pablo
Guzmán, expresó que la derecha está dividida en dos grandes corrientes:
“Una más conservadora, vinculada con los grandes consorcios que manejan
la economía del país y la cual es representada por Matthei”. Pero,
afirma, ha surgido otra vertiente “mucho más conectada con el malestar
frente a ciertas variables estructurales del modelo, como el tema de la
salud, de las AFP (sistema privado de pensiones), el tema de la
educación”.
Guzmán estima que Parisi está captando masivamente el voto de este sector.
Por su parte Felipe Portales, sociólogo de la Universidad Católica y
autor del libro Chile. Una democracia tutelada (2000), alude también a
las causas estructurales que explican la caída de la derecha.
“A partir de 2011 con las grandes movilizaciones de los estudiantes
ha habido un despertar de numerosos sectores de la sociedad chilena que
cuestionan este modelo económico neoliberal impuesto por la dictadura y
que ha generado tanta desigualdad, tanta segmentación”, manifiesta.
Sostiene que tras aquellas protestas juveniles se ha producido “una disminución progresiva del apoyo al sistema político”.
En entrevista con Proceso, este sociólogo destaca que “las encuestas
reflejan que las grandes coaliciones han perdido severamente su apoyo, y
en ese sentido tanto la Concertación (hoy llamada Nueva Mayoría) y la
Alianza por Chile están bastante mal”.
Sin embargo, matiza: “Lo que hace complejo el cuadro es que hay una
expectativa enorme con Bachelet, más como persona que como representante
de un conglomerado político. Y creo que ese es un cheque de muy corto
plazo, porque no se ve que ella tenga una voluntad política importante
de hacer un cambio significativo en el modelo económico”.
Portales, quien da por cierto el triunfo de Bachelet, estima que al
principiar su mandato ella tratará “de responder las demandas sociales
en forma mínima, básicamente en los terrenos educativo y tributario”.
Pero, pronostica, el corto alcance de las reformas chocará con las
grandes expectativas y con los deseos de cambio de la ciudadanía, “por
lo que todo indica que Bachelet sufrirá el embate de un movimiento
social que va a ir creciendo”.
Portales señala, además, la mala actuación que se presume tendrá la
derecha en estas elecciones por el manejo de los dirigentes de la UDI y
RN en todo el proceso preelectoral. En este sentido destaca el “papelón”
escenificado en la definición de la candidatura presidencial.
Matthei fue la tercera candidata nominada por la UDI en menos de un año.
El primero fue el ingeniero comercial Laurence Golborne, relevado por
la UDI el 29 de abril tras sucesivos escándalos en los que se vio
envuelto. El más importante de ellos explotó el 24 de abril, cuando la
Corte Suprema condenó al consorcio de empresas Cencosud, dedicado a las
ventas al menudeo, por haber instaurado alzas unilaterales en los costos
de manejo de la tarjeta de crédito de la cadena de supermercados Jumbo,
lo que afectó a más de medio millón de clientes. Ello ocurrió cuando
Golborne era gerente general de Cencosud.
Golborne se hizo conocido en agosto de 2010 cuando –en su calidad de
ministro de Minería– protagonizó el rescate de los 33 mineros atrapados
en la mina San José. Pero así como rápido subió, rápido bajó.
Tras la renuncia de Golborne la UDI nombró a Pablo Longueira,
exministro de Economía de Piñera y exlíder estudiantil protegido de
Pinochet. Este, tras una corta pero millonaria campaña, derrotó en las
primarias del 30 de junio al representante de RN, Andrés Allamand, y
ganó la candidatura.
Pero dos semanas después se le declaró “una profunda depresión”
–señalaron sus hijos en conferencia de prensa a la cual el candidato no
asistió–, por lo que renunció.
Entonces el 19 de julio la UDI designó a Matthei, quien encabezaba el
Ministerio del Trabajo. Esta definición fue apoyada por RN, por lo cual
no fue necesaria una nueva elección interna.
Por los previsibles malos resultados se espera que apenas termine la
elección emergerá una guerra intestina dentro de la Alianza. El espíritu
de reyerta fue anticipado por el presidente de RN, Carlos Larraín. Éste
cuestionó la idoneidad de Matthei una semana antes de la elección en
una entrevista que el diario La Tercera publicó el pasado lunes 11. Allí
calificó de “error” haber bajado a Golborne y culpó de esta decisión a
la UDI.
El mismo día, en Radio Duna, Piñera rebatió a Larraín, señalando que sus palabras “no aportan nada”.
Felipe Morandé, jefe programático del equipo de campaña de Matthei,
documentó el jueves 14 el pesimismo de la derecha: “Tenemos una
debilidad en materia presidencial como resultado de muchas cosas, no hay
una sola causa”.
/17 de noviembre de 2013)
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