Rodrigo Vera
MÉXICO, D.F.
(apro).- Durante 2012, en el Vaticano se registraron seis operaciones internas
sospechosas de lavado de dinero, según el reporte anual de la Autoridad de
Información Financiera (AIF), organismo de control de ese Estado.
Durante la
presentación de dicho documento, René Brülhart, director de la AIF, señaló que
estas sospechosas operaciones internas fueron movimientos “fuera de la norma”.
De las seis
operaciones, dos de ellas fueron turnadas a la justicia vaticana para que las
investigue y establezca si realmente corresponden a lavado de dinero, mientras
que las restantes cuatro fueron archivadas.
En 2011 sólo se
registró un movimiento sospechoso de lavado de dinero.
Brülhart dijo al
respecto: “El hecho de que las indicaciones (sobre movimientos sospechosos)
hayan aumentado, demuestra que el sistema de controles del Vaticano ha
comenzado a funcionar”.
Este sistema de
control y de combate al lavado de dinero fue instaurado a raíz de una ley en la
materia que emitió el Papa Benedicto XVI, en diciembre de 2010, y gracias a la
cual se creó la AIF.
Con esta
legislación, Benedicto XVI emprendió el camino para lograr una certificación
internacional en materia de transparencia financiera, con la cual el Vaticano
intenta dejar atrás los escándalos por corrupción y malos manejos financieros,
protagonizados sobre todo por el Instituto para las Obras de Religión (IOR),
conocido coloquialmente como el “Banco Vaticano”.
Brülhart aclaró: “El
IOR no es un banco comercial. Y el Vaticano no es un paraíso fiscal. La Santa
Sede es un aliado creíble en la lucha internacional contra el reciclado (de
capitales)”.
Y para demostrar
este compromiso, en el reporte anual de Brülhart se detallan incluso las
declaraciones de dinero en efectivo superiores a los 10 mil euros que
atravesaron las fronteras del Estado pontificio: fueron 598 en ingreso, y mil
782 en salida.
Esto significa que,
el año pasado, 2 mil 380 personas ingresaron y salieron del Vaticano declarando
traer consigo más de 10 mil euros en efectivo.
(PROCESO/ Rodrigo Vera/ 22 de mayo de 2013)
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