COALCOMÁN, Mich., (apro).- Las policías comunitarias de los
tres municipios de Tierra Caliente cedieron sus retenes al Ejército y a
la Policía Federal (PF): efectivos de amas corporaciones realizaron
labores de seguridad y recorridos por la carretera que comunica con
Apatzingán.
Sin embargo, los grupos de autodefensa de Coalcomán, Tepacaltepec y
Buenavista no entregaron sus armas y se mantienen en alerta frente a
cualquier reacción del cartel de Los Caballeros Templarios.
El gobierno federal proyecta poner en marcha un programa de desarme
entre la población civil de esta zona, pero algunos habitantes
manifestaron su rechazo pues, dijeron, “si las entregamos nos matan” las
bandas de narcotraficantes.
Desde que los militares comenzaron a llegar en una campaña permanente
de seguridad el domingo pasado, no ha habido detenciones de elementos
del crimen organizado.
Ese hecho ha provocado la desconfianza de la gente, ya que mientras
se intenta desarmar a la policía comunitaria, siguen libres los sicarios
del cártel de los Caballeros Templarios.
“No podemos dejar las armas, si lo hacemos van a venir a matarnos a
nosotros y nuestras familias”, dijo un funcionario del ayuntamiento de
este lugar colindante con Jalisco y Colima.
Hasta el momento, el gobierno estatal ha informado la llegada de 5 mil soldados a Michoacán.
La idea que los mandos militares han expuesto en reuniones con la
población y funcionarios de los tres municipios de Tierra Caliente que
tienen grupos de autodefensa es que dejen completamente las armas de
alto poder y ya no se hagan presentes en los retenes colocados sobre la
carretera que comunica con Apatzingán.
Por su parte, algunos pobladores han planteado la participación
directa de la policía comunitaria en los operativos de captura de los
miembros del crimen organizado que se mantienen agazapados en las
poblaciones aledañas a la cabecera municipal.
En el recorrido realizado este jueves se pudo comprobar que los
comunitarios ya no están en los puestos de revisión. En su lugar se
encuentran soldados que revisan los autos y anotan los nombres de los
tripulantes preguntando de dónde vienen y hacia dónde se dirigen.
Los alcaldes de Buenavista y Tepacaltepec intentaron regresar a las
instalaciones que abandonaron desde hace unos días, pero los habitantes
rechazaron su reintegración acusándolos de estar del lado de los grupos
delincuenciales.
En Buenavista, donde el miércoles anterior fueron retenidos 25
militares y el general Sergio Arturo García Aragón, la Secretaría de
Desarrollo Social (Sedesol) comenzó el reparto de despensas con la
intención de apaciguar los ánimos de la población.
A pesar de ello, los grupos de autodefensa mantuvieron sus funciones
de vigilancia y seguridad, sobre todo porque denunciaron que mientras
ellos retenían a los militares para rescatar a cuatro de sus compañeros
detenidos, por otro camino que lleva a Pueblo Viejo intentaron ingresar
tres camionetas con sicarios armados, quienes fueron repelidos a balazos
de escopeta de los comunitarios que se quedaron de guardia.
A cinco días del levantamiento popular, la situación sigue siendo
tensa en los tres municipios, en los que poco a poco comienza a
reestablecerse el abastecimiento de gasolina y algunos productos
alimenticios.
/ 23 de mayo de 2013)
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