MÉXICO,
D.F. (apro).- Desde la cárcel de Santa Marta Acatitla, Ana María Orozco
Castillo, acusó a su expareja sentimental, el expresidente de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Genaro Góngora Pimentel,
de pretender acusarla de “maltrato infantil” con el único propósito de
reclamar la Patria potestad de sus dos hijos a quienes buscaría entregar
luego en adopción, dijo, bajo el pretexto de su imposibilidad de
hacerse cargos de ellos por avanzada edad.
“La única forma de
lograr quitarme la Patria potestad de mis hijos es comprobar maltrato
infantil. Si eso se confirma, él puede reclamarla, y después argumentar
al juez que él es adulto mayor, que no puede hacerse cargo de los niños,
y entonces entregarlos en adopción, lo cual me parecería una
aberración, siendo su propio padre”, dijo Ana María a MVS Noticias, en
la segunda parte de la investigación sobre el presunto tráfico de
influencias en que incurrió el ministro en retiro para meter a la cárcel
a su expareja.
En declaraciones a MVS Noticias, Orozco habló del
estado que guarda su proceso y comentó que su expareja, aprovechándose
de la buena relación que lo une con el magistrado de la Cuarta Sala de
lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia del DF, Juan Luis González
Alcántara Carrancá, logró que este último solicitara “un estudio
psicológico para confirmar si se ha habido maltrato contra sus hijos
David y Ulises”. Ambos menores, por cierto, padecen autismo.
Según
Ana María, González Alcántara Carrancá es el mismo magistrado que
ordenó reducir la pensión alimenticia a 50 mil pesos, a pesar de que
originalmente una juez familiar ordenó descontar 35% de los ingresos de
Góngora para cubrir los gastos de los menores.
Orozco confirmó que
Góngora Pimentel la demandó por “fraude” por haber puesto a su nombre y
no al de sus hijos David y Ulises, el inmueble que compró con los 2
millones de pesos que le dio el ministro.
“El no quiso presentarse
ante el Notario Público para hacer el trámite. Le comenté que pondría
el terreno a mi nombre y dijo ‘está bien (…). Pero todo lo relacionado a
la casa y a nuestra relación personal se conversaba en privado, nunca
había nadie presente”.
Antes de demandar la pensión alimenticia,
Ana María visitaba a Góngora Pimentel para que le diera dinero para la
manutención de los dos hijos comunes.
“Llegó a correrme, cuando lo
visité con los dos niños. Cuando llegaba a verlo a su oficina
particular (en la colonia Florida), él ya tenía preparado el dinero del
gasto. Me pedía que lo tomara y me hacía regresar.
“Me daba un gasto mensual, sí, pero la cantidad era insuficiente para mantener a David y Ulises.
“Este tipo de cosas me llevó a demandar la pensión alimenticia para mis hijos”.
–¿Por qué la demandó? –, le preguntó Carmen Aristegui.
Ana María respondió que porque lo exhibió ante la gente de la Corte, la UNAM y editorial Porrúa.
“Él
quiso acordar conmigo. Me exigió entregar a los niños, supuestamente
para darles atención. Yo me opuse, y me metió a la cárcel”, dijo.
/ 23 de mayo de 2013)
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