Los Ángeles— El
agente de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) de Estados Unidos
muerto en un tiroteo en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles hace varias
semanas recibió doce disparos con un rifle de alta potencia, de acuerdo a un
informe forense publicado hoy por la cadena CNN.
Tras la autopsia
practicada el informe señala que a consecuencia de los disparos el empleado de
la TSA, Gerardo Hernández, sufrió heridas de bala "consistentes" que
le ocasionaron la muerte.
El oficial Gerardo
Ismael Hernández, un salvadoreño de 39 años, fue asesinado el 1 de noviembre
por Paul Ciancia, de 23 años, en un ataque dirigido contra agentes de la
agencia perpetrado en la terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles
(LAX), el sexto en el mundo por tráfico de pasajeros.
La TSA, una agencia
creada en 2001 y que en todo el país cuenta con más de 47 mil empleados, no
contaba entre sus filas con ningún agente muerto en servicio hasta el
fallecimiento de Hernández.
El agente, el más
joven de cuatro hermanos y que dejó huérfanos a dos hijos, recibió este mes un
homenaje póstumo en Los Ángeles Sport Arena, durante un reconocimiento al que
asistieron cerca de 300 oficiales de la TSA, el administrador de la agencia, el
fiscal general del país y el alcalde de la ciudad.
En el tiroteo, Paul
Ciancia recibió varios disparos por parte de la Policía y fue derivado a un
hospital, donde fue dado de alta y luego puesto bajo custodia de las
autoridades. Ha sido acusado de asesinato y violencia en un aeropuerto
internacional.
El informe forense
sale a la luz poco después de que en el aeropuerto de Los Ángeles se vivieran
nuevamente escenas de pánico cuando en la noche del viernes una mujer perdió el
control de su vehículo y provocó un accidente de tráfico cerca de la Terminal 5
que ocasionó el caos y escenas de pánico.
Los pasajeros
evacuaron esta terminal cuando creyeron escuchar disparos, que luego resultaron
ser los sonidos producidos tras la colisión del automóvil, cuya conductora
sufrió una emergencia médica y perdió el control de su vehículo, según
reportaron las autoridades policiales.
Casi al mismo
tiempo, cerca de dos docenas de agentes policiales evacuaron la Terminal 4 tras
una llamada anónima que reportó la presunta presencia de un hombre armado con
un fusil en una de las puertas de la terminal.
Tras la inspección,
no encontraron a ningún peligro y declararon que la zona estaba segura. El
aeropuerto recuperó la normalidad la mañana del sábado.
La coincidencia de
ambos incidentes ocasionó el retraso de 60 vuelos, lo que afectó a cerca de 4
mil 600 pasajeros, según indicó hoy Los Ángeles Times.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Agencias | 2013-11-23 | 18:55)
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