martes, 25 de junio de 2013

NO TENGO AMIGOS, DICE NIÑO PRODIGIO


Zamora, Michoacán.- El alumno de inglés más veloz del País, el preparatoriano más joven de Michoacán, el mexicano que comparte coeficiente intelectual con Albert Einstein es también un niño sin amigos.

A Luis Roberto Martínez Álvarez, festejado el viernes por sus 11 años, le ha pasado lo que los expertos advierten a las familias con niños de talento excepcional: tienden a vivir aislados.

En la primaria, Luis Roberto fue centro de burlas a la hora del recreo porque de su lonchera salían brócoli o calabacitas, nada parecidos a los sándwiches de los demás.

Ninguno de su estatura creía que eso se le antojaba al niño meteoro de las clases del inglés, el que a los siete años fue compañero de médicos y abogados y en menos de 12 meses concluyó todos los grados de una escuela internacional.

Y ése fue sólo el principio.

Lanzaba preguntas a sus maestros todo el tiempo. De espaldas al pizarrón, los adultos se sentían abrumados y no faltaron descortesías de los compañeros de mesabancos hacia el diferente.

Esa etapa quedó atrás.

"(Mi mamá) estuvo conmigo ayudándome en todo lo que necesitaba, fue la que me hizo superar el bullying; ella me acompañó en las buenas y en las malas", asegura, entrevistado en su casa, el niño que dejó la escuela para estudiar por su cuenta.

Cuatro años de primaria los cursó en el colegio bilingüe y de alto rendimiento Aristides Quillet, en San Luis Potosí, y fue llevado a examinar al Centro Nacional de Talentos.

Ahí se le diagnosticó el coeficiente intelectual de 152 a 160, que lo une al club del célebre físico, e inteligencia receptil de 99.95.

Desde los ocho años, en forma autodidacta, absorbió la gramática y la fonética del francés y actualmente aprende chino mandarín.

Las autoridades de la Secretaría de Educación Pública le permitieron acreditar quinto y sexto de primaria en tres meses y le expidieron una dispensa para no ir a las aulas de secundaria.

Terminó en cuatro meses, aunque aislado.

"Sinceramente, nunca he tenido amigos", reconoce.

En casa ahora cursa la preparatoria a través del Sistema de Enseñanza Abierta del Colegio de Bachilleres del Estado.

En dos meses acreditó 22 materias con promedio de 9.9, va por otras 16 que prevé concluir antes de agosto y buscará concretar su máximo sueño: ir a la Universidad de Harvard para estudiar física cuántica y hacer un gran invento del que no suelta detalles.

Una de las pruebas del bachillerato fue dictar una conferencia el 2 de junio ante universitarios de ingeniería, arquitectura, contabilidad y administración.

"Me sorprendió mucho ver que un niño de tan corta edad tuviera un nivel de madurez tan grande; sus conocimientos son muy elevados", recuerda Jesús Castillo, quien cursa ingeniería industrial.

La televisión local difundió la conferencia e hizo famoso al niño, pero él aclara que no fue por voluntad suya.

"Yo no dije que era el niño prodigio, el niño genio o una cosa relacionada. Yo nomás di la conferencia y ya la prensa me empezó a tomar nota", indica el tallerista de robótica y mecatrónica.

Roberto Martínez y Fabiola Álvarez procuran que su hijo mayor prospere a su ritmo y notan que Emiliano, de 6 años, tiene destellos parecidos.

Luis Roberto juega solo. Deja a un lado las piezas de robótica y muestra su juguete favorito: una pelota de goma. Abraza a Emiliano y asegura que él es, de hecho, su único amigo. 
 
(ZOCALO/ Reforma/ 24/06/2013 - 02:37 PM)

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