jueves, 28 de febrero de 2013

"NO SABEN LA QUE LES VOY A ARMAR": GORDILLO



Agencias
México.- De acuerdo con la columna "Historias de reportero", que pública El Universal en el DF, encerrada en una sala de juntas del hangar de la PGR, Gordillo Morales pidió un doctor y le permitieron un telefonema.

Al momento de ser detenida, la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) lanzó una amenaza: “Ustedes no saben la que les voy a armar”, dijo a sus captores.

Así lo da a conocer la columna “Historias de reportero”, que publica el diario El Universal, sobre el momento en que la también llamada “maestra” fue detenida en el aeropuerto de Toluca por personal de la Procuraduría General de la República (PGR).

“A eso de las seis de la tarde (del martes), el primer avión de la Marina aterrizó en Toluca y se quedó en las pistas de rodaje esperando a su objetivo: cinco minutos después bajó el de Elba Esther. Como si se tratara de una persecución callejera, la nave oficial cerró el paso a la de Gordillo porque temían que al notar la presencia policiaca huyera con un despegue intempestivo”, destaca el texto de Carlos Loret de Mola.

Los agentes federales irrumpieron en la cabina de pasajeros de la dirigente magisterial y uno le expuso: “Tenemos una orden de aprehensión contra usted, le pedimos que se baje y nos acompañe”.

Entonces, detalla Loret, Elba respondió: “Yo no voy a hablar con usted si me habla en ese tono. Usted y yo no somos iguales. Yo sí fui a la escuela”.

El agente federal (quien actualmente cursa una maestría, dice el texto) reviró: “Haga lo que quiera, pero nosotros la vamos a llevar. Usted diga si es por las buenas o cómo le hacemos”.

Gordillo respondió: “No voy a oponer resistencia”.

La columna señala que elementos de la Marina la subieron a una de sus camionetas, que la llegó al avión oficial para trasladarla al hangar de la PGR en el aeropuerto del Distrito Federal.

Cuando abordaba la nave que era su primer arresto, Elba lanzó: “Ustedes no saben la que les voy a armar”.

Loret señala que en el DF, encerrada en una sala de juntas del hangar de la PGR, Gordillo Morales pidió un doctor y le permitieron un telefonema.

En una ambulancia viajó al penal de Santa Martha Acatitla.

“En el camino, en cada tope que pasaba casi sin detenerse, un quejido se escuchaba desde la camilla”, remata el texto.


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