
Con información de Estados Unidos, el Ejército Mexicano capturó a Octavio
Leal Hernández “El Chapito” en Tijuana.
El traficante admitió trasegar droga a
Estados Unidos, aseguró que Juan Sillas Piña es el nuevo líder de la célula de
“El Ruedas”, e inculpó a jefes de la Procuraduría del Estado de proteger a
Alfredo Arzate “El Aquiles”, a quien responsabilizó de la amenaza contra
editores de ZETA.
Investigaciones ZETA
Los buscaban en ambos lados de la frontera y la captura de Octavio
Leal Hernández “El Chapito” fue un trabajo coordinado.
En sus primeras declaraciones, refirió que a Alfredo Arzate y /o
Arteaga “El Aquiles” y René Arteaga y/o Arzate “La Rana” se la viven en San Luis
Río Colorado, Sonora, y Mexicali, Baja California, desde donde controlan todo
por radio.
Asimismo, negó estar involucrado en las amenazas contra los
editores de ZETA y aseguró estar desvinculado de Juan Sillas
Piña, padre de “El Ruedas” y actual líder de la célula delictiva de “Los
Sillas”.
Dijo no tener contactos con las policías municipales o la estatal en
Baja California, y de la Ministerial declaró que sirven a “El Aquiles”.
Señaló
como servidor del Cártel de Sinaloa al Comandante Adán Velázquez Nieto, y al ex
jefe de Antisecuestros, Fernando Jáuregui.
Al “Chapito” lo encontraron en una de sus casas de seguridad en la
delegación La Mesa, en la Avenida Clavel, Privada de las Fuentes,
Fraccionamiento Agua Caliente en Tijuana.
La información de su ubicación llegó a las áreas de inteligencia
de Estados Unidos. Dada la coordinación institucional con el Consejo Estatal de
Seguridad de Baja California, se remitió al lado mexicano y el personal militar
fue el encargado de explotarla.
Eran cerca de las siete de la noche del jueves 26 de abril cuando
se concretó la captura. Conforme al parte informativo, lo detuvieron en el
momento en que Leal intentaba abandonar el domicilio.
Le acompañaba José Luis
Contreras Zermeño, el cual, afirmó, era el esposo de su cuñada, pero intentó
exculparlo. Dijo que no estaba presente cuando fue apresado por los
soldados.
El reporte oficial indica que gracias a la vigilancia previa,
pudieron constatar que tenían en posesión tres vehículos: un Jeep
Cherokee 1994 café, un Malibú 2005 verde y un Altima 2006
color arena, en los que encontraron 181 kilos de marihuana en 40 paquetes de
diferentes tamaños, además de 29 mil dólares.
También se incautaron dos fusiles calibre 7.62 por 39; dos
pistolas Colt, una calibre 10 milímetros y otra 38 súper; 243 cartuchos
de diversos calibres y 12 cargadores para diferentes armas.
Dinero
Precisamente a la misma hora que quedó registrada la captura de
Octavio Leal Hernández, a este Semanario llegó una denuncia: “Fuerzas del orden
capturaron a ‘El Chapito’ en Tijuana y están pidiendo 100 mil pesos por
liberarlo, su esposa (dieron el nombre completo y correcto de la pareja del
delincuente) anda muy ocupada, pidiendo y sacando dinero de donde puede, pero no
ha reunido la cantidad…”.
ZETA se comunicó con las corporaciones civiles
locales que estaban coordinadas y ocupadas en la custodia y traslado de los
sobrinos de Ismael “El Mayo” Zambada, efectuadas el mismo día. Negaron su
participación, pero se comprometieron a verificar en todas las instancias
posibles.
Alrededor de las 22:00 horas, en las oficinas de esta casa
editorial, la denuncia se completó, y fueron precisos: “Lo tienen los soldados
y la familia todavía no reúne el dinero, pero ya limpiaron todas las casas de
seguridad”.
En relación a este hecho, en su declaración, Leal Hernández relató
que lo habían detenido solo en la casa de Agua Caliente y que le marcó a su
concuño Contreras Zermeño, para que le llevara dinero, pero lo capturaron al
llegar.
Leal no detalló si quería el efectivo para darle otro uso
diferente al soborno; si él ofreció dinero a los uniformados; si se lo pidieron
los soldados; o sólo lo requirió para ver si se lo aceptaban. Los encargados de
interrogarlo, no le plantearon el tema.
En su reporte, los miembros de las fuerzas armadas tampoco
ofrecieron detalles respecto a si aceptaron su oferta económica con la finalidad
de capturar a más cómplices. Oficialmente, Contreras iba junto a “El Chapito” en
un carro al momento de ser interceptados.
El operativo se hizo en total sigilo, el resto de los jefes
policiacos integrados al Consejo Estatal de Seguridad se enteraron cinco horas
después de la aprehensión. Poco antes de la media noche del 26 de abril, cuando
fue consignado ante el Ministerio Público Federal.
A las 14:00 horas del sábado 28 de abril, la Subprocuraduría de
Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) ejerció su
facultad de atracción y se llevaron a los dos presuntos delincuentes a la Ciudad
de México. A la fecha no han informado públicamente si fue consignado o
arraigado.
Periodistas
Entrevistado respecto a la solicitud de permiso, había pedido al
Cártel Arellano Félix y al Cártel de Sinaloa para que su grupo, en coordinación
con la célula encabezada por Melvin Gutiérrez Quiroz, atacaran la vida e
integridad física de editores de Semanario ZETA, “El Chapito”
rechazó haber intentado la intimidación criminal. Y agregó:
“El responsable es ‘El Aquiles’”.
Aseveró que la molestia de Arzate y/o Arteaga fue porque su foto
había salido en la portada del Semanario y las autoridades lo traían en la
mira.
Como respaldo de su dicho, refirió que de entrada, no se metía con
los periodistas. Además, su fotografía no se había hecho pública en la prensa
hasta después de la amenaza, por lo que él no tenía motivos.
Del “Aquiles” admitió conocerlo, pero haberse enemistado con él
desde 2010, porque ambos estaban relacionados con una meretriz identificada como
“Carolina”. A partir de ese momento fue cuando se integró al grupo de Juan
Sillas Rocha “El Sillas”, en busca de protección para su vida y labor
delictiva.
Asimismo, que este líder del Cártel de Sinaloa es el que está
capitalizando el cruce de drogas a Estados Unidos por Tijuana a través de
túneles, actividad en la que recibe apoyo de su pariente “La Rana” y un par de
delincuentes a los que sólo identificó como “El Mofles” y “El Triky”.
De sus adversarios
A lo largo de sus primeras versiones, Leal Hernández declaró que
ya estaba cansando, se sentía acorralado y quería irse a Sinaloa, aunque es
nativo de Tijuana, y aclaró que los datos que tenían los grupos de inteligencia
que lo ubicaban como nativo de Puebla, eran erróneos.
Acorde a sus dichos, todo el tiempo operó criminalmente sin
contactos en corporaciones locales.
De la Municipal comentó: “Ya que se fue (Julián) Leyzaola, de
todos modos quedamos desconfiados, y tampoco con la Estatal”.
En cuanto a la Ministerial, “no les tenemos confianza porque están
con ‘El Aquiles’”, y mencionó específicamente los apellidos Velázquez y
Jáuregui.
Referente a “La Rana” e Israel Vergara Hernández “El Marquitos”,
indicó que eran la razón de su necesidad de andar armado, acusándolos de
peligrosos porque “ellos secuestran y matan, sin distinguir entre mujeres y
niños”.
De Vergara, agregó que fue el perpetrador del secuestro de las
sobrinas de Ismael “El Mayo” Zambada y “se volteó porque se involucró
sentimentalmente con una cuñada de ‘La Rana’”.
Con José Soto “El Tigre”, dijo, “no tuve ni tengo relación porque
es gente de ‘El Teo’ (Teodoro García Simental, detenido enero 2010), y no les
tengo confianza por traicioneros”.
Cómplices y delitos
Octavio Leal también habló de su actual actividad criminal con sus
captores. Admitió estar dedicado al trasiego de marihuana, que su promedio
semanal era el movimiento de 15 a 20 kilos de droga, y en ocasiones hasta más de
100 kilos. Todo dependía de lo alerta que estuviera la competencia, porque no
pagaba piso.
Declaró que quien le vendía la droga se llama “Francisco”, pero
desconoce a que cártel delictivo pertenece.
En Tijuana, además de la hierba distribuía crystal en el
área de Las Brisas, el crucero de la “5 y 10” y la Zona Río en Tijuana, donde
tiene tienderos a los que les fía, por eso le compran el producto más
caro.
También aceptó que introducía enervantes a Estados Unidos a través
de un cómplice al que identificó como “El Charly”, quien recibe 150 dólares por
cada kilo de marihuana que cruza en carros arreglados o personas que sirven de
mulas. Tales cargamentos eran entregados a “Fredy” en Spring Valley,
California, Estados Unidos, quien los compraba a razón de 300 dólares por
libra.
Sin embargo, “El Chapito” negó que a lo largo de su extensa vida
criminal haya estado involucrado en asesinatos o secuestros, asegurando que las
cuatro armas que le fueron decomisadas las traía sólo como protección.
Al momento de su captura, comentó, ya no tenía relación con la
célula delictiva de Juan Sillas Rocha, la cual, según el detenido, quedó a cargo
del padre Juan Sillas Piña “Don Juan”, quien se apoya en “José” y “Abel”, este
último compadre de su hijo “El Ruedas”, y tiene como centro de operaciones un
rancho de su propiedad situado en Ojos Negros, Ensenada.
“Antes que lo agarraran, ‘El Sillas’ tenía muchos problemas y
robaba mucho, al final ya no tenía dinero”. Agregó que por eso, el que fuera su
jefe se acercó a él en su regreso al estado.
También intentó desligar sus funciones delictivas de la carrera
criminal de quien antes había reconocido como su “protector”. Testificó que la
relación “nunca fue del todo buena” porque jamás fue considerado parte de la
célula, razón por la cual, según él, en ningún momento recibió apoyo económico,
material, con personal o táctico.
“Pero me dejaba trabajar”, aceptó. Después dijo que le pagaba
piso, y estar con él le brindaba cierta protección.
De igual manera, admitió que tras la captura de “El Sillas” en
noviembre de 2011, “Don Juan” lo invitó a él y otros miembros de la célula a
continuar bajo sus órdenes, pero el grupo se dividió por conflictos y
traiciones.
Unos abandonaron Baja California, algunos encontraron proveedores
independientes y se fueron por la libre, otros se alinearon con “El Aquiles” y
otros más se quedaron con “Don Juan”.
Procesos judiciales
La captura de Octavio Leal Hernández en posesión de drogas y armas
de uso exclusivo del Ejército, generó la averiguación previa
AP/PGR/BC/TIJ/1147/12/M-XIII, pero cuando la SIEDO ejerció su faculta de
atracción, el número de expediente se modificó, sin que haya habido informe
público al respecto.
Localmente, la Procuraduría del Estado de Baja California incluye
a “El Chapito” en la averiguación previa 560/06/20F/AP, del 24 de agosto de
2006, en un homicidio por culpa en Tijuana. La víctima es Kevin Alejandro Lara
Tamayo.
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