Detectives y peritos criminalistas realizan observaciones en el lugar. En el piso había latas de cerveza y vasos esparcidos cerca del pabellón de lámina corrugada y gradas de madera donde se realizaban las peleas.

La propiedad está ubicada en un área rural donde convergen caminos sin pavimentar y donde jaurías de perros persiguen a los ocasionales vehículos y tractores que circulan entre los sembradíos. Un sendero estrecho pasa por una cerca que tiene un letrero que prohíbe el paso y por una pequeña casa blanca deshabitada. Más atrás, un trailer destartalado bloquea el panorama.

Treviño dijo a la televisora KRGV-TV que el lugar donde peleaban gallos era grande y estaba bien establecido, con puestos de entrada y gradas.

La oficina del Alguacil colocó un centro de mando móvil frente a un sembradío de sandías.

La oficial Gloria Félix dijo que los investigadores no saben qué ocasionó la balacera, y no dio detalles sobre las condiciones de los heridos o cuántas personas se encontraban en el lugar durante los hechos.

Para pelear, a los gallos les colocan navajas de metal o púas curvadas en las patas. Los espectadores apuestan por el ave que creen saldrá victoriosa de peleas que en ocasiones duran hasta una hora y terminan con la muerte o mutilación de uno o ambos animales. Louisiana fue el último Estado que prohibió las peleas de gallos en 1998.