Por Rigo Gutiérrez E. (Tomado de Primera Plana)
Sin miramiento alguno, el alcalde guaymense, César Lizárraga, prácticamente regaló un predio turístico de casi 15 hectáreas ubicado en una de las zonas más ricas y de mayor plusvalía del municipio.
El obsequio del alcalde fue respaldado totalmente por los integrantes del Cabildo del puerto, que asintieron y levantaron la mano para aprobar su venta.
De acuerdo a documentos que tuvo acceso “Primera Plana”, el 15 de agosto pasado, el Secretario del Ayuntamiento, Alonso Arriola Escutia, certificó la venta de dos terrenos en particular, que se ubican en la zona conocida como Las Tinajas, a un costado del Delfinario Sonora.
Según señalaba el dictamen de la Comisión de Hacienda, Patrimonio y Cuenta Pública de Guaymas, el 25 de mayo del 2011, una persona identificada como Juan Hernández Antonio, le solicitó al alcalde Lizárraga la compra de un bien inmueble propiedad del Municipio, el cual está ubicado en el sector Las Tinajas, con clave 3100-05-570-003.
En este sentido, solicitaron la desincorporación a Control Urbano y, cumpliendo con el Reglamento de Construcción y sus Normas vigentes, se otorgó la factibilidad de venta por parte de Infraestructura Urbana y Ecología para su uso posible como desarrollo habitacional, comercial o área recreacional.
El documento establece que la superficie del terreno es de 3 mil 638 metros cuadrados, y el valor que le da es de 350 mil 739.58 pesos, es decir 100 pesos metro cuadrado.
Una cantidad que sostiene, fue expedida por la Dirección de Catastro Municipal.
Y así como el anterior predio ocurrió con el otro marcado con clave catastral 3100-05-750-002, que es aún de mayor superficie, con 11 mil 34 metros cuadrados.
Sin embargo el precio de venta no corresponde con el precio que actualmente son ofertados los terrenos en esta zona exclusiva y desde luego turística.
Tan sólo en el fraccionamiento “Punta Arrecifes”, que se encuentra a unos metros, el metro cuadrado es de 450 dólares, es decir la venta que efectuó el alcalde Lizárraga apenas y es del 1.64 por ciento del valor estimado por los vecinos.
La transacción
Cuando los integrantes del Cabildo aprobaron la venta, lo hicieron con la más alta discreción y opacidad, toda vez que la lectura del dictamen donde se solicitaba la aprobación de la venta no fue leída ante los regidores, sino que la lectura fue dispensada y votada.
En el conteo final: 17 votaron por la desincorporación, tres en contra y hubo una abstención.
El terreno que era patrimonio de los guaymenses contaba con un enorme valor, ya no sólo en referencia a los pesos y centavos, sino por su riqueza natural, y es que un predio con vista al mar de Cortés es invaluable.
Hablamos de un litoral admirado a nivel mundial por sus especies marinas, su vegetación, el color, su ubicación, toda una gama de componentes que ante los ojos del mundo le brindan una enorme de plusvalía. ¿Y la contraloría?
Pero al alcalde de Guaymas, que recientemente fue galardonado con un premio internacional en el octavo “Foro Desde lo Local”, pareciera que escapa cualquier visión que no sea la suya.
Ya que este semanario ha realizado varias investigaciones alrededor de la opacidad con la que se maneja esa administración municipal.
En su momento se denunció un fraude que había cometido al aprobar un arrendamiento de unas luminarias, por más de 44 millones de pesos, beneficiando directamente a una empresa de nombre Mifel 3.
Asimismo en la edición 2077 del 18 de Agosto se detalló cómo fue que la madre del mismo alcalde guaymense adquirió un terreno por un valor superior a los 3 millones de pesos, en San Germán. Y como en otras ocasiones, hoy continúa la interrogante de por qué tanto hermetismo por parte de la autoridad, porque alguien debe rendirle cuentas al contribuyente.
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