domingo, 9 de octubre de 2011

CANDIDATURAS INDEPENDIENTES

José A. Ríos Rojo

En 1993, Miguel Sánchez Gastélum y yo coordinamos un Diplomado en Estudios Electorales en la Escuela de Derecho de la UAS en Culiacán. En la parte final del curso necesitábamos un conferencista de prestigio para cerrar con broche de oro. Francisco Higuera, estudiante del doctorado en Derecho en la UNAM, nos recomendó a un joven abogado con estudios de doctorado en derecho por la Universidad Complutense de España. Ese abogado fue Jaime Cárdenas Gracia.

Después, Cárdenas Gracia visitaría asiduamente nuestra universidad, la UAS, combinando la academia con la política. En 2006 viajamos juntos, Martín Mendoza, José Lichter Salido, Jaime Cárdenas Gracia y yo a El Fuerte, Sinaloa, para estar presente en un mitin de Andrés Manuel López Obrador.

En el 2009 de casualidad me encontré a Cárdenas Gracia en la Ciudad de México, le dije que me hubiera gustado verlo como diputado del PRD. Él me dijo que lo había intentado, pero que no le fue posible. Su llegada a la Cámara de Diputados fue a través del Partido del Trabajo (PT).

Actualmente, Jaime Cárdenas Gracia es el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados federal. Esta comisión ha logrado un buen dictamen, que puede llegar a modificar leyes importantes. La Comisión aprobó un buen dictamen que retoma las candidaturas independientes pero que deja por fuera la figura de la reelección de legisladores y alcaldes.

Las candidaturas independientes es una respuesta a la partidocracia mexicana, el sistema que ha privilegiado el monopolio de la representación política a través de los partidos. Muchos de los candidatos independientes proceden de disidencias o escisiones de partidos políticos, en los cuales no han encontrado una oportunidad para expresarse o en la falta de interés de las élites partidarias para incorporarlos a los procesos políticos, sean como candidatos o sean como funcionarios de la propia organización partidaria. Romper la partidocracia, por consiguiente, es un elemento fundamental a considerar en el desarrollo de una idea dirigida a cambiar las condiciones de competencia, equidad y la presencia de la ciudadanía en los procesos electorales.

Los candidatos independientes no juegan el mismo rol según se trate de una sociedad abierta, democrática, o de una sociedad cerrada, autoritaria. Hay diversas tipologías de candidato independiente. En los sistemas abiertos, los líderes buscan su fundamento en un movimiento social. En los autoritarios por el contrario, los movimientos sociales generalmente van en busca de un líder, de un candidato independiente, es decir, hay una gran dispersión ciudadana que busca expresarse y canalizarse a través de un candidato.

El candidato independiente es por lo general una figura pública, reconocida, a partir del cual las organizaciones políticas y los ciudadanos empiezan a incorporarse a su alrededor. No es un político profesional, lo cual genera la confianza del electorado.

El reto principal de un candidato independiente, si gana, es saber como se institucionaliza. ¿Qué pasa después? ¿Hacia dónde tiene que dirigir sus pasos y en qué va a fundamentarlos? La idea de ruptura del proteccionismo electoral que prevalece a favor del sistema de partidos, tanto por el partido oficial como por los partidos de oposición registrados, nos hace ver la importancia del candidato independiente como persona. Y suscita la reflexión de esta figura política, no en función de tener mayores alternativas o mayores opciones electorales, sino de generar, en todo caso, un mecanismo que permita el acceso responsable de dichos candidatos independientes en la vida electoral.

riosrojo@hotmail.com

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