Foto: Sandra Ávila Beltrán
Sandra Ávila Beltrán, alias “La Reina del Pacífico”, dio una entrevista exclusiva al diario británico The Guardian, al que narró, tras una década de silencio, cómo el mundo del narcotráfico destruyó su vida.
También se burló de las
series sobre los cárteles de la droga, que dijo “nunca penetrarán en las
verdaderas entrañas del negocio”.
En la entrevista, la mujer de
55 años de edad, aseguró que “fue un alivio ser detenida por las autoridades”
mexicanas y que de lo único que se arrepentía era de haberse involucrado con
los narcotraficantes colombianos, quienes “la separaron de su hijo”.
Ávila Beltrán vivió
desapercibida en Guadalajara, Jalisco, y Hermosillo, Sonora, hasta que la
Policía encontró más de nueve toneladas de cocaína en un barco atracado en
Manzanillo, Colima.
“La Reina del Pacífico” fue
detenida, junto con el colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez, alias “El
Tigre”, el 28 de septiembre de 2007.
La entrevista hecha por
Jonathan Franklin en Guadalajara, comienza con la narración del entorno de la
presunta criminal.
El primero de estos detalles
es la puerta principal de la casa de Ávila Beltrán con un altar y velas
encendidas para honrar a su primer marido, acribillado por disparos, también
para su segundo cónyuge, apuñalado en el corazón, y para su hermano, torturado
hasta la muerte.
De acuerdo con el rotativo
inglés, la mujer es conocida como “La Reina del Pacífico” por su supuesta
destreza organizar una flota de atuneros cargados con 10 toneladas de cocaína
cada uno, que navegaban hacia el norte desde la costa del Pacífico mexicano,
hacia el primer mercado mundial de cocaína: los Estados Unidos.
Ávila que pasó siete años en
prisión por lavado de dinero, incluyendo dos años en régimen de aislamiento,
dio una entrevista exclusiva a The Guardian, su primera vez en casi una década,
“en la que atacó a la corrupción políticos mexicanos, se burló de la futilidad
de la prohibición de las drogas y celebró la fuga de Joaquín ‘El Chapo’
Guzmán”.
“Lo más que he oído fue de un
soborno de 100 millones de dólares para un presidente mexicano”, dijo Ávila.
“Un millón de dólares no es
nada. He visto a [políticos] mirar en la bolsa para ver si [el dinero] estaba
allí. Lo sabía todo”, aseguró.
“No me sorprendió, el dinero
compra todo en México. Pero me hizo feliz”, dijo Ávila al describir la fuga de
la prisión de “El Chapo” Guzmán.
“Tiene que ser la ayuda de
los más altos niveles de gobierno. El sistema federal de prisiones es difícil.
¿Para poder comprar ese sistema? Tiene que ser desde lo alto, no el director de
una prisión. Ni los guardias. Tiene que ser a nivel del gabinete [Federal]”,
aseguró “La Reina del Pacífico”.
“En primer lugar hay que
atacar la pobreza. La pobreza es la causa de la violencia. Usted comienza a ser
un delincuente y luego pasan a ser violentos “, dijo al ser cuestionado de cómo
se podría atacar el narcotráfico.
“El narcotráfico es un
negocio que no ha sido legalizado”, dijo Ávila.
“Es un negocio como el
alcohol [durante la prohibición], que no era legal. En aquellos días, un
vendedor de alcohol se consideraba una mala persona, pero cuando se legalizó,
las personas que venden alcohol se hicieron respetables. No veo que los
vendedores de alcohol o de tabaco se sienten culpables. Usted va a un
restaurante o un bar y los propietarios no se sienten culpables”.
Sobre las muertes
relacionadas con los cárteles, dice, son el resultado de la competencia, y
“brutales” tácticas de asesinato del gobierno mexicano.
“El gobierno, a veces tiene
que matar a la gente, porque no es conveniente encarcelar testigos que podrían
declarar en contra de ellos”, enfatizó la ex detenida. T
res horas de entrevista fueron
suficientes para auto exonerarse de su papel en el tráfico de cocaína y en los
muertos que ha dejado a guerra contra las drogas.
“La Reina del Pacífico” dijo
no sentir culpa por nada.
Al rotativo británico la
mujer le contó como quiso ser periodista de investigación, pero no lo logró, a
pesar de que a los 17 años de edad se inscribió y cursó tres años de
licenciatura en Comunicación en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UdeG).
Fue “un novio celoso”, “un
hombre joven y poderoso, estrechamente ligado a los carteles”, quien la
secuestró, “poniendo fin a sus esperanzas de una carrera como periodista”.
Ávila Beltrán también contó
cómo utilizó sus atributos físicos para establecerse en el mundo del
narcotráfico.
Narró que a los 21 años de
edad, el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, le
envío un sobre con 100 mil dólares, para que ella viajara a verlo en privado.
Aseguró también que en el
mundo del narco las mujeres son vistas como objetos, “adornos”, y son
“abusadas, descartadas, echadas”, usadas como muñecas Barbie.
Tal como si fuera una de las
hermanas Kardashian, dice The Guardian, la mujer mostró fotos de su amistad con
Joaquín “El Chapo” Guzmán y con Rafael Caro Quintero, fundador del cártel de
Guadalajara.
Solo que a diferencia de las
socialité estadounidenses, en el mundo del narco, casi todos sus cómplices
estaban muertos.
Ávila Beltrán aseguró que la
mayor parte fortuna de está enterrada, y ella y un grupo de abogados están
luchando para recuperar sus 15 viviendas, 30 coches deportivos y un estimado de
300 joyas.
“Camaros, Trans-Am, Mercedes,
Audi, tenía de todo”, dijo, recordando su favorito, un Bentley.
(SEMANARIO ZETA / Carlos Álvarez Lunes,
16 mayo, 2016 08:27 AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario