Asesinatos al amanecer de un domingo lluvioso
CULIACÁN,SINALOA 09MAYO2016.- Con un
homenaje de cuerpo presente en las instalaciones de Tránsito Municipal en
Culiacán, fueron despedidos Cristian Roel y Héctor Ramos, los dos agentes que
fueron asesinados el pasado domingo cuando cumplían con sus labores.
FOTO: RASHIDE FRIAS
Cristian Roel Félix Rendón y
Héctor Manuel Ramos Hinojiante, agentes de tránsito municipal, salieron a
trabajar sin imaginar que encontrarían la muerte. Ha transcurrido una semana
del doble homicidio y hasta el viernes pasado por la tarde no había detenidos,
a pesar de que la Procuraduría General de Justicia del Estado informó que los
agresores están identificados.
El domingo de la semana
pasada, la lluvia sorprendió a Culiacán. Cristian Roel y Héctor Manuel sabían
que tendrían más trabajo que cualquier otro domingo soleado.
“La lluvia provoca más
accidentes de tránsito”, señaló un agente.
Su turno empezó a las siete
de la mañana, y alrededor de las 8:30 se dirigieron al bulevar Pedro Infante, a
la altura de la Unidad de Servicios Estatales (USE); ahí, una camioneta RAM de
color gris del año 2007 se siniestró contra uno de los camellones, pero no hubo
heridos.
A bordo de la camioneta iban
al menos tres jovencitas, al parecer bajo el influjo del alcohol. La unidad fue
retenida y trasladada a la pensión municipal; las mujeres fueron enviadas a sus
casas, luego de que llegó la mamá de una de ellas y el asunto no trascendió.
Recién terminaron de atender
el accidente cuando por el radio les reportaron desde C-4 otro choque por el
mismo bulevar, a la altura del Fraccionamiento Álamos: un accidente menor, sin
víctimas, solo vehículos golpeados. Los agentes subieron a la patrulla 2988,
retornaron y en pocos minutos llegaron al lugar. No imaginaron que iban a
morir.
Esa mañana caía una intensa
lluvia. Al llegar se percataron de que una camioneta tipo pickup roja, con
placas de circulación UE-61-209, impactó por alcance un automóvil Aveo de color
tinto, que manejaba una mujer.
Estaban haciendo el parte
informativo, cuando de repente comenzaron a dispararles. Eran las 10 de la
mañana del 8 de mayo del 2016.
Cristian Roel Félix Rendón
resultó herido y falleció 12 horas después en el hospital; su compañero Héctor
Manuel Ramos Hinojiante quedó sin vida en el asiento del copiloto, dentro de la
misma patrulla que desde hace un año ambos agentes compartían.
La lluvia arreció. Ante los
disparos, algunos automovilistas que pasaban por el lugar se refugiaron en una
agencia de automóviles, mientras otros quedaron en los carros.
Trascendió que el conductor
de la camioneta —que minutos después fue encontrada cerca del Hospital de la
Mujer y no en el lugar del accidente— hizo una llamada, y momentos después
llegaron unos sujetos a bordo de un automóvil Mercedes Benz, de color blanco, y
empezaron a disparar en contra de los agentes.
En rueda de prensa, el
Procurador de Justicia del Estado, Marco Antonio Higuera Gómez descartó la
versión, al señalar que no había datos que vincularan directamente al conductor
de la camioneta, ni que tuviera algún grado de participación en el homicidio.
Se aclaró que el conductor le había llamado a su jefe, de quien era propiedad
la camioneta.
“Hay líneas de investigación
muy claras, precisas, hay diligencias que nos ponen de manifiesto la identidad
de los responsables y estamos trabajando en ese tenor, necesito más pruebas”,
dijo Higuera Gómez.
Cristian Roel, el Canelo como
le decían sus compañeros —porque era pelirrojo, como el pugilista mexicano—,
recibió un impacto de bala en la cabeza a la altura de la ceja izquierda y
otros dos balazos en las piernas; su compañero que estaba en el asiento del
copiloto, arriba de la patrulla, falleció al instante, al ser impactado por una
bala en el mentón y otra en el tórax.
El ataque tomó por sorpresa a
los agentes. Héctor Manuel nunca se desfajó el arma que usaba de cargo,
mientras que Cristian Roel no traía, pues todavía no le llegaba su licencia
colectiva para poder portar una pistola.
Cristian Roel al parecer
intentó huir de las ráfagas. La carpeta de infracciones la encontraron en el
interior de la agencia de automóviles, al lado de un gran charco rojo que se
distinguía de los rastros que la lluvia dejó.
El agente herido fue
trasladado al hospital Ángeles para ser atendido. Ya iba al borde de la muerte
y luchó por vivir, pero falleció.
Cristian Roel tenía 26 años,
trabajó unos meses como agente de la Policía Federal de Caminos de donde salió
en el 2012; ese mismo año un vecino de Guamúchil, de donde era originario, lo
invitó a Culiacán para ingresar a la academia; el 15 de mayo del 2013 fue dado
de alta en la corporación de la Unidad de Vialidad y Tránsito Municipal de
Culiacán. Este domingo cumpliría tres años como agente vial.
Tres años también es la edad
que casi cumple la hija mayor del agente Canelo; el menor es un niño de apenas
meses de nacido; la viuda, una jovencita que desconsolada arreció en llanto
cuando mencionaron el nombre de su marido en el pase de lista, durante el
homenaje de cuerpo presente que la corporación les hizo en las instalaciones de
la Unidad de Vialidad.
La mañana del lunes ya no
llovió. Ese día las gotas fueron saladas y solo recorrieron los rostros de algunos compañeros y
familiares de los agentes. Justo se cumplían las 24 horas del ataque cuando los
dos cortejos fúnebres arribaron para el homenaje, al que asistieron también los
cuatro hijos de Héctor Manuel Ramos, trasladado posteriormente hasta Escuinapa,
su pueblo natal, en donde fue sepultado.
A Héctor Manuel Ramos le
gustaba llamar a todos Comandante, “fue un gran maestro, todo lo que yo sé lo
aprendí de él, era un hombre respetuoso”, señaló uno de sus compañeros.
Según la ficha técnica del
agente Ramos Hinojiante, estaba por cumplir en septiembre los 48 años de edad,
y tenía al menos 21 años en las filas de la corporación. Sus compañeros
señalaron que casi cumplía los 25 como agente, que ya había gestionado ante el
ayuntamiento los papeles para su jubilación, “una semana le quedaba en activo”,
dijo un agente al que le contó su plan de jubilarse para pasar más tiempo con
su familia.
El titular de Seguridad Pública Municipal,
Héctor Raúl Benítez, negó la jubilación del elemento, señalando que le faltaban
todavía cuatro años, “lo que pasa es que él salió, dejó de trabajar un tiempo y
reingresó a las filas”, la ficha técnica especifica que el reingreso fue el 15
de abril del 2008.
Un día después de los fatales
hechos, trascendió que al menos una persona había sido detenida, la versión fue
señalada incluso por el alcalde de Culiacán, Sergio Torres Félix, aunque
después aclaró que lo había “leído en un portal de internet”. El Procurador
negó la versión.
Fuentes extraoficiales
señalaron que al menos uno de los vinculados al asesinato de los agentes había
sido “agarrado” por los propios miembros de la delincuencia organizada, pero
hasta el momento la versión no fue confirmada por ninguna autoridad.
Al interior de la Unidad de
Vialidad y Tránsito Municipal señalaron que ambos elementos contaban con una
hoja curricular intachable. Los agentes lamentan los asesinatos de sus
compañeros y nadie da una versión distinta a la que las autoridades señalaron
el día del homenaje, en las instalaciones de Tránsito.
“Lo único que estaban
haciendo era atender un accidente de tránsito tipo choque, menor, donde no hubo
lesionados y en donde los daños materiales no ascendían a 15 mil pesos”, señaló
Torres Félix.
(RIODOCE/ Cristian Yarely Díaz /15 mayo,
2016)
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