Con el Chapo tan cerca de la
frontera —ahora que lo trasladaron del Altiplano a Ciudad Juárez—, los Estados
Unidos re direccionan su objetivo contra Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho,
considerado por ellos mismos desde hace casi un año como la cabeza de la
organización criminal más poderosa en México, el Cártel Jalisco Nueva
Generación, CJNG, desbancando a la organización Sinaloa o Pacífico.
Los gringos necesitan siempre
un enemigo visible para enfocar su arsenal. No pelean contra las drogas y el
terrorismo, sino contra nombres y apellidos, contra Pablo Escobar y el Cártel
de Medellín, y contra Osama Bin Laden y Al Qaeda.
Detenido Joaquín Guzmán la
guerra contra las drogas no concluye, solo necesita un nuevo mito y desde hace
mucho empezó a construirlo, y lo apodan el Mencho. En esa lógica jurídica y
estratégica de los americanos todo es sustituible, por eso incluye ahora al
michoacano y cabeza del CJNG en el top de los más buscados, al lado de Ismael
Zambada y Rafael Caro Quintero.
Desde antes de la fuga del
Chapo en julio de 2015, el Departamento del Tesoro americano y la Oficina de
Control de Activos Extranjeros, OFAC, habían determinado que el Cártel de
Sinaloa ya no era el más poderoso en México, sino el Jalisco Nueva Generación.
De un plumazo, como por decreto, las distintas oficinas encargadas del combate
transfronterizo a las drogas habían cambiado el foco.
A la par que los
estadunidenses inician la persecución de una organización y de un personaje, lo
van ensanchando de poder, van sembrándole rasgos míticos. Así, va tomando un
tamaño que ni él mismo sospechaba: el Chapo es el ejemplo más claro. Para eso
contribuyen además los medios informativos, con pequeñas dosis de datos y
muchas verdades a medias, y por supuesto también los débiles gobiernos locales
que terminan avasallados por la lógica dictada en la política estadunidense.
Por casi medio siglo esta
política le ha funcionado al gobierno americano. Con las variantes necesarias
en cada una de las crisis que enfrenta, logran primero que todo obtener dos
recursos básicos para el caso: información y dinero, y ambos proporcionados por
los mismos traficantes de la droga. Más aún, les basta solo con la información,
porque ésta les proporciona lo segundo, el dinero.
Una vez que los capos de la
droga son llevados a suelo americano, desde los tiempos de los muchos
colombianos que fueron extraditados luego de la muerte de Escobar hasta el
Chino Antrax y los hijos del Mayo, los exprimen con la mayor cantidad de
información y les aseguran mucha de la fortuna que amasaron en el mercado de
las drogas. Luego, esa información echa a andar la máquina presupuestal que a
su vez inyecta más dinero al enorme aparato burocrático de agencias. La DEA,
como cabeza principal, pero también la CIA y el FBI.
¿Cuál es el tamaño real y la
dimensión exacta del Jalisco Nueva Generación y de Nemesio Oseguera? Por ahora
es muy difícil saberlo, si desde México en realidad la información solo fluye
en dosis sesgadas cuando hay un caso estruendoso, como los ataques de marzo de
2012 en Jalisco, o los bloqueos de mayo del año pasado, cuando supuestamente
estuvieron a punto de capturar al Mencho. En ambos casos las bajas de las
fuerzas federales fueron superiores a los caídos de la organización del crimen,
y peor todavía, en ningún caso cumplieron con la detención del objetivo.
MARGEN DE ERROR
(A solo 33 kilómetros) La
guerra contra las drogas está llena de incongruencias, falsedades e imposturas.
De un mundo visible y otro invisible. Pero aun así los Estados Unidos están
obligados a un reclamo incesante por juzgar en su país al Chapo Guzmán, y
exprimirle esa riqueza que ellos mismos se encargaron de asignarle, como el
millonario 701 en la lista Forbes.
Pero especialmente estarían
interesados en exprimirle el otro valioso recurso: la información. Esa que
almacena en su cabeza un hombre que dedicó su vida a la misma actividad. Que
conoce desde la forma en que un muchacho se introduce en las grandes
organizaciones criminales y luego escala a encabezarlas. Alguien que sabe cómo
se mantiene el poder en México, corrompiendo todo lo que está a su paso.
Aunque lo más interesante
sería saber por supuesto, cuáles eran los hilos de la organización Sinaloa en
los Estados Unidos, su red de corrupción para llegar al mercado más grande del
mundo. Ningún negocio prospera en ese mercado sin socios definidos.
PRIMERA CITA
(Columbus) Hace un mes se
cumplió el centenario de la invasión a Columbus que encabezó Pancho Villa. En
Estados Unidos año con año, desde entonces, recuerdan a sus soldados y civiles
que murieron en el ataque —aunque fueron más los dorados de Villa que perdieron
la vida en esa incursión apresurada—, de este lado lo único que se presume es
que el bandolero fue el único en atreverse a invadir al poderoso país.
En el transcurso de esos 100
años México ha vuelto a invadir a Estados Unidos, pero solo con inmigrantes y
con droga. Poco ha variado la política americana, sin embargo, en lo que se
refiere a perseguir a sus enemigos. En aquél 1916 tropas americanas entraron a
México buscando capturar a Villa. Un siglo después, siguen incursionando para
capturar a sus enemigos.
DEATRASALANTE
(Hotelito desconocido) Pese a
su nombre, el Hotelito Desconocido era un paraíso de súper lujo reconocido por
el jet-set y los millonarios del mundo. Ubicado en Costalegre, Tomatlán
Jalisco, era un secreto muy bien guardado, especialmente por sus altísimas tarifas.
Las revistas de viajes fotografían el santuario y SPA en medio de palmeras,
lagunas, jardines y 60 kilómetros de playa. Cien por ciento ecológico, con una
cocina orgánica y chef de renombre.
Pero el Hotelito, con apenas
25 “palafitos”, se volvió una celebridad de muchos cuando resultó que el Cártel
Jalisco Nueva Generación era el socio principal de ese concepto que vuelve
habitable el paraíso, aunque dentro el restaurante se llame Diablito (PUNTO)
(RIODOCE/ Andrés Villarreal /15 mayo,
2016)
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