BRUSELAS
(apro).- El cártel de Sinaloa y Los Zetas controlan ya el tráfico de la
cocaína latinoamericana a Europa, a donde la transportan en
contenedores que parten de puertos venezolanos, sostiene un informe
elaborado para la Comisión Especial del Parlamento Europeo sobre Crimen
Organizado, Corrupción y Lavado de Dinero, que fue creada en marzo de
2012 para investigar la infiltración en la Unión Europea (UE) de la
delincuencia organizada y proponer medidas para combatirla.
Los
narcotraficantes mexicanos han diversificado sus rutas a ese continente y
han comenzado a operar a través del puerto inglés de la ciudad de
Liverpool, por donde introducen cocaína a Gran Bretaña y al resto de
Europa, afirma el reporte de ocho páginas, y agrega que existe una
“estrecha colaboración” con los grupos criminales locales, encargados de
la distribución interna de la droga.
Elaborado por el
eurodiputado del grupo del Partido Popular Europeo Agustín Díaz De Mera,
quien fue el director general de la policía española entre 2002 y 2004,
el reporte asegura que el citado puerto inglés se ha convertido para
los cárteles mexicanos en una alternativa a las rutas de trasiego de
drogas en África Occidental, que eran las principales puertas de entrada
para la cocaína en Europa y que en la actualidad son fuertemente
patrulladas.
“La ruta de la Península Ibérica se ha vuelto
demasiado riesgosa y en la ruta alternativa, vía África, las autoridades
reforzaron la vigilancia, lo que ha obligado a los cárteles a mover sus
operaciones al norte de Inglaterra, por lo que el puerto de Liverpool
se ha transformado en un centro del tráfico de la cocaína”, expone.
Precisa
que el río Mersey, el afluente por el que se llega a la zona portuaria
de Liverpool y cuya extensión es de 113 kilómetros, es una de las vías
más utilizadas del mundo para el transporte de contenedores.
El
puerto siciliano de Palermo, en Italia, conforma otro centro de una
nueva ruta del narcotráfico mexicano para ingresar drogas al mercado
europeo, señala Díaz de Mera, quien informa a la comisión especial del
Parlamento Europeo que una investigación, que duró 10 años, fue
efectuada por las autoridades italianas y reveló vínculos entre cárteles
mexicanos y mafias italianas “para trasladar cargamentos de cocaína por
el Océano Atlántico”.
En ese sentido, plantea que los traficantes
mexicanos “están ampliando sus alcances del otro lado del Atlántico
como las organizaciones colombianas del narcotráfico, que han sido
dejadas progresivamente fuera del comercio”, y recalcó que la conexión
con las mafias de Italia “es clara y demuestra el grado en que México se
ha convertido en un actor vital de la cadena de abastecimiento de
cocaína no solamente en Estados Unidos, sino también en el comercio
global de la droga”.
Recuerda a los otros 44 miembros que, como
él, integran la comisión especial, que el precio de la cocaína es más
“atractivo” para los traficantes mexicanos en el mercado europeo que en
el estadunidense: un kilo de la droga cuesta en Nueva York entre 28 mil y
38 mil dólares, mientras que en Italia su valor asciende a 63 mil
dólares, además de que, asegura Díaz de Mera, Europa es considerado “un
mercado aún por explotar”.
Relata que la Agencia Antidrogas
estadunidense (DEA) documentó recientemente los nexos entre los
narcotraficantes mexicanos y grupos criminales de Mozambique, la
República Democrática del Congo, Gana y Nigeria, y, en particular, el
cártel de Sinaloa, que comanda Joaquín El Chapo Guzmán, “conserva
conexiones no sólo en Europa sino también a lo largo de América Latina,
África, Asia y Australia, donde se ha desarrollado un floreciente
comercio (de cocaína) en las ciudades del país”.
Y analiza: “La
demanda europea de cocaína, la cual ha crecido dramáticamente en la
última década, aparejado con las pujantes rutas de tráfico a través de
África Occidental y Europa, ha permitido a los grupos italianos del
crimen organizado meterse a la cama confortablemente con los cárteles
mexicanos”.
En ese marco de hechos, el documento, fechado en
septiembre de 2012, asegura que “la apertura de nuevas rutas y las
tendencias del tráfico de cocaína a través de puertos de la Unión
Europea han desatado una guerra” entre cárteles rivales, pero no ofrece
más detalles al respecto.
En una información que no menciona el
reporte de Díaz de Mera, el 16 de mayo de 2010 el periódico británico
The Observer publicó un amplio reportaje (que reprodujo Proceso) en el
que, citando una fuente de la policía mexicana y al subdirector de la
Agencia contra el Crimen Organizado de Reino Unido, Neil Giles, confirmó
que los narcotraficantes ingleses habían establecido “contactos
directos” con el Cártel de Sinaloa y Los Zetas y que, “con seguridad”,
ya había sido despachada cocaína a Liverpool desde puertos de Venezuela,
cuyo acceso “controlan Los Zetas”.
Según el reportaje, tras el
asesinato en noviembre de 2007 de Colin Smith El Rey de la Cocaína, una
nueva generación de criminales ingleses caracterizados por ser
despiadados, violentos y mejor armados que sus antecesores —y
encabezados por un sujeto conocido en el bajo mundo como El Ave de
Presa—, había intentado recuperar el control del tráfico de cocaína en
España, una de las rutas más lucrativas del mundo.
Al ser
ignorados por los “agentes e intermediarios locales” (colombianos,
españoles y algunos nativos de Liverpool), se cerró el flujo de cocaína
sudamericana vía África Occidental y España a los traficantes ingleses
al mando de El Ave de Presa, por lo que decidieron abrir una conexión
directa con los cárteles mexicanos, ya que, además, tenían problemas con
el cártel colombiano de Cali que los abastecía.
El citado Neil
Giles dijo a The Observer: “Los mexicanos son actualmente tan violentos,
infunden tanto miedo, que los colombianos se encuentran literalmente
sometidos. Tienen que continuar surtiendo a los mexicanos en la forma
que sea”.
Preocupación
La Comisión Especial
del Parlamento Europeo sobre Crimen Organizado, Corrupción y Lavado de
Dinero (CRIM, en la jerga europarlamentaria) publicó el pasado 17 de
mayo un “informe provisional” dedicado a recomendaciones y cuyo ponente
fue el eurodiputado italiano Salvatore Iacolino, miembro del grupo del
Partido Popular Europeo.
El reporte menciona que “las
organizaciones delictivas tradicionales (dentro de la UE) han ido
ampliando su radio de acción a escala internacional, aprovechando las
oportunidades que ofrece la apertura de las fronteras interiores de la
UE”, y “han establecido alianzas con grupos delictivos de otros países,
como los cárteles de la droga sudamericanos”.
El vicepresidente de
la comisión especial, el eurodiputado portugués Rui Tavares, confirma a
este corresponsal que la creciente infiltración del narcotráfico en la
Unión Europea representa un fenómeno de “ramificación” criminal
“bastante preocupante”.
Expone: “Vemos una mutación en las rutas
del narcotráfico mexicano en Europa. Tradicionalmente su punto de
entrada es la Península Ibérica. La droga sale de Sudamérica, pasando a
veces por Brasil, llega a Guinea Bissau y después entra a Europa por
Portugal; o es transportada también de México o América Central a
España”.
Para explicar ese viraje, Tavares recoge la tesis de Díaz
de Mera en el sentido de que la eficiente intervención policiaca de
España y otros países ha logrado persuadir a los cárteles mexicanos de
abrir otras rutas, aunque también opina que la diversificación de puntos
de entrada al continente les permite competir entre ellos en términos
de precio, ya que, por otro lado, los grupos del narcotráfico en México
están ubicados también por zonas geográficas delimitadas.
“No hay
que descartar que a cada cártel le interese tener sus propias rutas. Me
parece que decir simplemente que las policías de Portugal y España se
han tornado muy eficaces en los últimos años y que, por esa razón, los
traficantes de drogas debieron elegir otras rutas, es demasiado
optimista”, acota el eurodiputado del grupo del Partido Verde Europeo.
—¿Pudieron ustedes tener acceso a fuentes y documentos confidenciales? —se le cuestiona.
—Hubiera
querido, pero la comisión CRIM es una comisión cuyo objetivo es
plantear recomendaciones para una legislación futura de la UE, no tanto
para investigar hechos pasados. Nos basamos en informes de trabajo que
ya hemos elaborado sobre narcotráfico.
A ese respecto, la comisión
especial informó que realizó 24 reuniones con expertos, diputados,
jueces, oficiales de policía, representantes de la sociedad civil y
funcionarios nacionales e internacionales de organismos como la UE, la
ONU, Europol o el Consejo de Europa, además de que realizó visitas de
trabajo a Belgrado, Milán, Palermo, Roma, La Haya y Washington. En total
sostuvo entrevistas con unas 250 personas.
En los próximos años
se creará una fiscalía de la UE, para lo cual es necesario identificar y
definir cuáles serán los crímenes federales europeos que caerán bajo su
jurisdicción y diseñar su estructura, señala Tavares, y relata que uno
de los primeros delitos será el de fraude al presupuesto común, que
requerirá también ajustes al funcionamiento de la Oficina Europea de
Lucha contra el Fraude (OLAF, por sus siglas en francés).
En
paralelo, el documento solicita a la Comisión Europea y al Consejo de la
UE, en donde están representados sus 28 Estados miembros, que fije una
lista europea de organizaciones delictivas, la cual, asevera Tavares,
podría incluir a los cárteles mexicanos de la droga y serviría para
“consolidar” la información que disponen las agencias de seguridad
europeas y reforzar su cooperación con las de México.
Se le
comenta que en el reporte provisional se atribuye el desarrollo del
crimen organizado a las condiciones de pobreza y falta de oportunidades
de la sociedad, por lo que hay que mejorar el nivel de prosperidad y de
empleo de los ciudadanos como una política de prevención, y se le
pregunta su análisis de la estrategia antidrogas militarizada que
implementó el gobierno de Felipe Calderón y que mantiene el de Enrique
Peña Nieto.
“Las cuestiones sociales dentro y fuera de Europa
están en los orígenes de la criminalidad. Eso queda muy claro en América
Latina. La respuesta represiva crea más problemas que soluciones. El
ejército se utiliza en una situación de emergencia, pera la emergencia
no se puede convertir en una normalidad. Lo que se debe hacer es pensar
en políticas sociales que, a corto plazo, saquen a la gente de una
trayectoria de vida peligrosa no sólo para ella, sino para la sociedad
entera”.
Una vez que el Ejército se emplea contra el narcotráfico,
el gobierno corre el riesgo de utilizarlo como “respuesta para todo”:
el ataque a sindicatos, movimientos sociales y en general a opositores
al régimen, subraya, para luego advertir que, en ese sentido, “en México
la situación ha empeorado muchísimo”.
A Tavares se le recuerda
que México y la UE gozan de estrechas relaciones: establecieron un
tratado comercial, de diálogo político y cooperación, además de una
“Asociación Estratégica”. Se le cuestiona sobre el tipo de relación
diplomática que los europeos deberían implementar frente al poderío cada
vez mayor del crimen organizado en las instituciones mexicanas.
Responde
que las relaciones “deberían ser muy francas y claras respecto a los
problemas que hay en México”, y explica: “No me causa ninguna molestia
que un político mexicano nos diga que la respuesta de la UE a la crisis
del euro pone en peligro también a la economía mundial. Sin embargo, me
parece que la UE ha guardado silencio frente a lo que ocurre en México
con el narcotráfico y sus vínculos con la corrupción y la política, lo
mismo que en lo que respecta a las violaciones a los derechos humanos”.
Confía
en que el Representante Especial de la UE para los Derechos Humanos, el
excanciller griego Stavros Lambrinidis, quien visitó México en octubre
pasado y “está al tanto de la situación del país”, enfatiza, “traducirá
su trabajo en palabras muy claras sobre las violaciones” a esos derechos
en el país.
/12 de julio de 2013)
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