Después de más de una década de estar atorado en la agenda
binacional, el plan de construcción de una tercera garita entre Tijuana y
San Diego solo avanza del lado americano.
La idea es concluir la obra
en 2017, pero las autoridades en México aún no han adquirido los
terrenos correspondientes
Luis Alonso Pérez
El proyecto de la tercera garita entre Tijuana y San Diego marcha a
paso firme, en tiempo y en forma. Pero solo en territorio
estadounidense.
Tan es así que el gobierno de California abrirá la
siguiente semana la convocatoria para la licitación de la primera etapa
de construcción, programada para arrancar a principios de 2014 y
concluir en 2017, mientras que en México las autoridades estatales aún
no cuentan con terrenos para albergar las instalaciones fronterizas, y
el Gobierno Federal ni siquiera está enterado del proyecto.
Contrario a sus contrapartes californianas, que desde
hace varios años han difundido sus planes, la Secretaría de
Infraestructura y Desarrollo Urbano de Baja California se negó a hacer
públicos los detalles del proyecto, al considerar que esto podría
generar especulación en torno a los terrenos que apenas planea adquirir.
Luego de permanecer más de una década atorado en la
agenda binacional, la viabilidad de este proyecto sigue en juego, y cada
día que pasa, el comercio binacional pierde casi 20 millones de dólares
por los largos tiempos de espera en el cruce fronterizo.
Arranca proyecto en San Diego
Ante la saturación de los dos puertos de cruce
fronterizo entre Tijuana y San Diego, y la imposibilidad de los
gobiernos de ambos países de financiar con recursos públicos la
construcción de una tercera garita, la Asociación de Gobiernos de San
Diego (SANDAG) y el Departamento de Transporte de California (CALTRANS),
desarrollaron un proyecto de puerto internacional financiable a través
del pago de cuotas.
El peaje es un factor determinante en la construcción de
la garita, sobre todo en tiempos de austeridad del gobierno de Estados
Unidos, que han resultado en una reducción gradual pero constante de los
fondos para mejorar el transporte y los puertos fronterizos.
Aunque las estadísticas oficiales indican que el tráfico
vehicular transfronterizo bajó durante la recesión, ahora comienzan a
registrar un incremento a la par de la recuperación económica.
El
congestionamiento del tráfico fronterizo y las demoras en el cruce
impactan anualmente alrededor de 7.2 mil millones de dólares a la
economía regional, lo que equivale a 19.72 millones de dólares anuales,
así como la pérdida de 62 mil empleos.
“El valor anual de la pérdida económica equivale a 18
Súper Tazones. Los empleos perdidos equivalen a cuatro compañías del
tamaño de Google”, estima el reporte desarrollado por SANDAG y CALTRANS.
Mientras que la remodelación de la Garita de San Ysidro
ayudará a reducir los tiempos de cruce de vehículos de pasajeros, la
infraestructura fronteriza para el transporte de carga necesita mejorar.
Actualmente el puerto de Otay Mesa procesa el tercer mayor valor en
dólares de comercio entre las garitas de la frontera sur de Estados
unidos, ya que anualmente 1.4 millones de tracto camiones cruzan
cargados con 31 mil millones de dólares en productos. Se estima que el
número de tracto camiones se duplique para 2025.
“Aún estamos viendo los cruces fronterizos del Siglo XX,
pero éste debe ser el cruce fronterizo que sea el parte aguas y marque
cómo van a ser los cruces fronterizos del Siglo XXI”, sostuvo Mario
Orso, director de Proyectos Intermodales de CALTRANS y SANDAG..
La garita de Otay II, u Otay Este, como lo denominan en
Estados Unidos, está siendo posicionada en dicho país como un proyecto
piloto que podría establecer nuevas tendencias para el financiamiento de
garitas terrestres internacionales.
La propuesta desarrollada contempla dos grandes obras
interdependientes: una garita ubicada dos millas al Este de la garita de
Otay, y una carretera con peaje que conecte a la garita con las
carreteras 905 y 125.
Se ha determinado que la construcción se llevará a cabo
en etapas, dejando espacio para crecer conforme aumenta la demanda en el
futuro. También se buscará una flexibilidad en su diseño que permita
incorporar nueva tecnología de procesamiento de viajeros e incremento de
la seguridad.
La fase inicial comprende la construcción del primer
tramo de la carretera de cuota 11, que conectará la Avenida Enrico Fermi
con las carreteras 905 y 125, a través de un nodo vial de cuatro
rampas. La vialidad abarcará cuatro carriles y podrá ser utilizada desde
el momento que se complete esa fase, independientemente de la
edificación de las fases dos y tres.
La segunda etapa del proyecto comprende la construcción
del segmento de la carretera 11 que lo conecte con la nueva garita. La
tercera etapa deberá construirse al mismo tiempo, de otra manera, este
tramo de la vialidad no tendrá utilidad.
La licitación para el diseño y posterior construcción
del proyecto se abrirá la siguiente semana. De acuerdo con el calendario
de avance, el inicio de la construcción está programado para los
primeros meses de 2014. El inicio de la operación se proyecta hasta
2017.
Se estima que el proyecto, solo del lado estadounidense,
costará aproximadamente 726 millones de dólares, y será financiado a
través de las cuotas de los usuarios, así como de otros financiamientos
como el Fondo de Mejoras para Corredores Comerciales del Estado de
California. La inversión inicial se realizará mediante una alianza
público privada a través de préstamos a largo plazo, SANDAG y CALTRANS
serán los operadores.
Debido a que la mayoría de los ingresos que pagarán los
costos del proyecto provendrán del peaje, SANDAG y CALTRANS deben
asegurar que el servicio sea atractivo a los usuarios que buscan hacer
menos fila que en las dos garitas existentes. Por ese motivo, el monto
de las cuotas será variable: si hay poca fila y el cruce es rápido,
pagarán un peaje más alto que cuando haya mucha fila y se vean forzados a
esperar un poco más para cruzar la frontera.
“La clave será mantenerse competitivo con los otros
cruces que son gratuitos”, explicó Mario Orso. “Hemos visto varios
precios, pero como aún el modelo econométrico no ha sido terminado sería
muy irresponsable de mi parte dar un costo estimado en este momento”,
precisó.
El proyecto recibió el reconocimiento de excelencia de
parte de la Asociación de Profesionales del Medio Ambiente de Estados
Unidos, por las mejoras ecológicas contempladas en sus planes, al
contemplar establecer una reserva de áreas verdes que no solo resarcirá
el daño a la naturaleza que ocasionará la edificación de la garita, sino
que aportará nuevos espacios naturales a la zona.
El galardón también reconoce la reducción en las
emisiones contaminantes vehiculares en la zona fronteriza de Tijuana-San
Diego, ya que para 2035, planea desahogar el tráfico transfronterizo de
las garitas de San Yisidro y Otay en un 37 y 10 por ciento,
respectivamente.
En junio de 2008, el Departamento de Transporte de California publicó un documento de 16 páginas, titulado “Solicitud del Programa para Aminorar el Congestionamiento del Transporte Fronterizo”, en el que se presentaba el proyecto de la garita Otay Este y la carretera 11.
Como parte de las metas alcanzadas que enumeraba, se
incluían las cartas diplomáticas que los gobiernos de Estados Unidos y
México habían intercambiado, reconociendo que la construcción de un
nuevo puerto fronterizo resultaba de interés para ambos países. Además,
señalaba que “el gobierno de México se encuentra diseñando un nuevo
puerto de entrada y las vialidades complementarias que necesitarán de su
lado de la frontera”.
En el documento se presenta un mapa con las ubicaciones
donde se edificarán las garitas de ambos países. Del lado estadounidense
se despliega un cuadro de aproximadamente 40.47 hectáreas, mientras que
del mexicano se muestra un polígono irregular de 36 hectáreas ubicado
en la Zona Industrial Otay.
Este predio colinda al Oeste con la calle 12 Norte,
misma que conduce a la garita de transportes de carga de Otay, desde la
Avenida Bellas Artes. Al sur colinda con la calle San Miguel y se
extiende hacia el norte, por la calle De los Charros, hasta llegar a la
calle Eje Poniente. Al extremo Este colinda con la Avenida de las
Torres, misma que se contempla como la vialidad principal de acceso a la
garita, con un entronque sobre la carretera Tijuana-Tecate.
En el memorándum técnico final, elaborado por la
Asociación de Gobiernos de San Diego, establecen a la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT) como la dependencia gubernamental
mexicana responsable de otorgar concesiones y permisos para operar
servicios de transporte de carga a través de carreteras federales, y que
además, vigila el desempeño del cumplimiento de las previsiones legales
pertinentes.
Asimismo, señala a la SCT como la entidad burocrática
que regulará el financiamiento, diseño y construcción de la
infraestructura en la frontera y sus alrededores. Sin embargo, al
solicitar información sobre este proyecto, el Departamento de
Comunicación Social del Centro SCT Baja California, respondió lo
siguiente:
“Una vez consultadas las áreas de este Centro SCT BC que
pudieran tener alguna participación en este proyecto, me permito
informarle que hasta el momento no se tiene en puerta proyecto alguno
que involucre el desarrollo de la tercera garita (Otay 2), que quienes
es factible que tengan conocimiento de este proyecto, sea SIDUE del
Gobierno del Estado”.
Al consultar a la Secretaría de Infraestructura y
Desarrollo Urbano de Baja California sobre el proyecto, el Departamento
de Comunicación Social negó a hacer públicos detalles del proyecto, al
considerar que podría resultar en especulación inmobiliaria, además de
desembocar en incremento de los terrenos que apenas planea adquirir.
La dependencia se limitó a remitir una ficha en la que
se informaba que “el proyecto ejecutivo del lado mexicano considera un
cruce fronterizo de carga, turístico y peatonal; SCT, SIDUE y CALTRANS
afinan detalles sobre la cantidad de carriles turísticos y de carga; los
tiempos máximos de espera que se pretenden lograr en este cruce
fronterizo de cuota son de 25 minutos”.
La ficha informativa de SIDUE permitió corroborar que
existe una participación activa de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes en la planeación de la nueva garita, al exponer los acuerdos
alcanzados durante la última reunión binacional México-Estados Unidos
de puentes y cruces internacionales, celebrada el pasado 21 y 22 de
mayo.
Uno de ellos es el compromiso alcanzado entre
representantes de la SCT y CALTRANS para realizar un estudio binacional
de aforos, el cual se pretende utilizar como una herramienta informativa
para buscar el financiamiento del puerto mediante una asociación
público-privada.
En la reunión funcionarios de la SCT, comentaron que ya
se cuenta con un proyecto ejecutivo, pero que aún faltaba obtener los
terrenos para construirlo, por lo que solicitó al Gobierno del Estado la
información del padrón de propietarios para apoyar en la gestión de su
adquisición.
Sobre el proyecto de garita, solo se informó que ha
quedado registrado en la Unidad de Inversiones de la Secretaría de
Hacienda , con número de expediente 10096220005; que existe un
expediente técnico para adquirir un terreno de 31.47 hectáreas que ha
sido enviado a SCT, no de 36 hectáreas, como se señala en los documentos
estadounidenses, y que existen pláticas con los dueños de la tierra en
ambos lados de la frontera, quienes se muestran receptivos y han apoyado
el proyecto hasta el momento.
Los detalles de capacidad, funcionalidad u otras especificaciones técnicas, permanecen en secreto.