Jesús Cantú
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- Al presentar la reforma financiera Luis Videgaray,
secretario de Hacienda, dio cifras que permiten constatar las graves
distorsiones que provoca la concentración en los mercados, como es el
caso mexicano en casi todos los ámbitos de la vida económica. En el
campo financiero los datos son por demás elocuentes: la banca comercial
presta al sector privado únicamente el 26% del PIB, que equivale a la
mitad del promedio latinoamericano de 50% y a la cuarta parte de Chile,
que prácticamente llega al 100%.
Pero lo mismo sucede en lo que
atañe al porcentaje de los activos de las instituciones financieras que
se destinan a créditos para el sector privado, pues según un cuadro
elaborado por el diario Reforma, en el caso mexicano es de escasamente
el 46% contra el 97% de Chile; 90%, de China; 84%, de Estados Unidos; 81
%, de Alemania, y el más cercano a México, 55%, de Brasil.
Así
que tal como refirió el mismo presidente Enrique Peña Nieto, la banca
mexicana es de las que menos prestan en el mundo; pero, aunque él no lo
dijo, es de las que más ganan, si no la que más. De acuerdo con la
columna de Carlos Fernández-Vega en La Jornada, BBVA Bancomer y Citibank
Banamex aportaron el 40% de las utilidades netas globales de sus
respectivos grupos financieros.
Y la explicación es muy clara:
estos dos grupos financieros concentran casi el 43% de los activos y de
la cartera; casi el 45% de la captación y casi el 54% de las utilidades
netas de todas las bancas múltiples que operan en México, pues hoy no se
puede decir que son mexicanas, dado que de los mayores cinco bancos que
operan en el país, únicamente Banorte tiene capital mayoritario
mexicano. Incluyendo a Santander, Banorte y HSBC, los primeros cinco
bancos suman el 73% de activos y cartera; 76% de captación y 79% de
utilidades netas.
Fragmento del análisis que se publica en la edición 1906 de la revita Proceso, ya en circulación.
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