Las conversaciones entre Washington y
Pekín en materia comercial se han estancado en los últimos meses, periodo en el
que ambas naciones se han impuesto aranceles recíprocamente, iniciando una
temida guerra comercial que hasta ahora ha tenido poco impacto a nivel
macroeconómico.
Hasta ahora los negociadores de los dos
países han celebrado tres rondas de reuniones para buscar una solución, sin
poder evitar que Trump haya seguido anunciando nuevos aumentos de aranceles,
que han sido respondido por China con represalias similares.
Washington, 22 ago (EFE).- El
Gobierno estadounidense se prepara para imponer oficialmente mañana jueves
aranceles del 25 por ciento a bienes de China por valor de 16 mil millones de
dólares, en lo que supone otro episodio en la guerra comercial entre las dos
mayores economías del mundo.
Las Aduanas de EU empezarán a
cobrar estos gravámenes a las 00:00 hora local del jueves (04:00 GMT) a un
total de 279 productos, incluyendo ciertos tipos de aceites lubricantes, tubos
de plástico flexibles y motores de aires acondicionados, entre otros.
Esta es la segunda ronda de
aranceles adicionales impuesta a China y que se suma a los gravámenes que
entraron en vigor el pasado 6 de julio a importaciones chinas valoradas en 34
mil millones de dólares, sumando un paquete total de 50 mil millones.
Esa medida fue respondida
entonces de igual manera desde Pekín, que también ha anunciado que responderá
al castigo que entra en vigor en las próximas horas con aranceles del mismo
valor.
Después de la respuesta del
Gobierno chino, el Presidente estadounidense, Donald Trump, anunció sus planes
de aplicar aranceles a productos importados de China por valor de 200 mil
millones, en un principio del 10 por ciento, aunque poco después el mandatario
redobló su estrategia de coacción y solicitó que sean finalmente del 25 por
ciento.
La Oficina del Representante
de Comercio Exterior (USTR), encargada de imponer estas sanciones comerciales,
está actualmente analizando la propuesta de Trump de duplicar con creces esta
última ronda de aranceles y hará pública su decisión en las próximas semanas.
Las conversaciones entre
Washington y Pekín en materia comercial se han estancado en los últimos meses,
periodo en el que ambas naciones se han impuesto aranceles recíprocamente,
iniciando una temida guerra comercial que hasta ahora ha tenido poco impacto a
nivel macroeconómico.
Hasta ahora los negociadores
de los dos países han celebrado tres rondas de reuniones para buscar una
solución, sin poder evitar que Trump haya seguido anunciando nuevos aumentos de
aranceles, que han sido respondidos por China con represalias similares.
Primero se entrevistaron en
Pekín a finales de abril, después decidieron en Washington poner “en suspenso”
el conflicto y, finalmente, a comienzos de junio se volvieron a reunir en
China, mientras que para la próxima semana se espera la visita de una
delegación china en la capital de EU para proseguir los contactos.
Esta imposición de aranceles
no ha conseguido de momento el principal objetivo marcado por el Presiente de
EU, es decir, la reducción del abultado déficit comercial con China.
El Gobierno de EU ha
calculado que en la primera mitad del año el desequilibrio en el intercambio
comercial bilateral a favor de Pekín aumentó un 8.3 por ciento, después de que
en todo 2017 alcanzase el récord de 375 mil millones de dólares.
(SIN EMBARGO/ EFE/ 22 DE AGOSTO 2018)
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