martes, 9 de febrero de 2016

EL HUNDIMIENTO FUE DEBIDO A UN EMPAQUE EN MAL ESTADO



GUAYMAS.- El barco sardinero, que naufragó el sábado por la tarde en las costas del sur de Sonora, fue localizado a unas 20 millas del suroeste de Guaymas, a unos 55 metros de profundidad. El titular de la Capitanía del Puerto de Guaymas, Antonio Burgueño Guardado, señaló que la embarcación llamada “Propemex DP2-S”, de 30 años de antigüedad, se hundió con una tripulación de 10 personas, de las cuales ocho se localizaron con vida.

Anotó que dos horas después se encontró sin vida al motorista Rosario Acuña Gutiérrez  y su ayudante David Lugo Zamudio, continúa desaparecido, por lo que personal de la Armada de México sigue la búsqueda en la zona donde naufragó el barco.

El buque sardinero, con capacidad para 110 toneladas quedó cerca de Punta Lobos, donde el barco sardinero “Kin” se fue a pique el 5 de marzo del 2011 con nueve tripulantes a bordo, de los cuales sólo cinco cuerpos fueron rescatados, anotó.

Se informó que el barco permaneció atracado casi una semana en el puerto de Yavaros del municipio de Huatabampo, al sur de Sonora en los límites con el vecino estado de Sinaloa, debido al mal tiempo, pero el sábado el capitán emprendió el viaje a Guaymas.

FUE POR FALTA DE UN EMPAQUE

El marinero suplente, Francisco José Salazar Escalera, relató que los tripulantes venían al pendiente en el camino porque la embarcación venía cargada de sardina y por la popa se estaba metiendo el agua porque no tenía empaque y sólo estaba sujetada de tres tornillos.

Señaló que durante el camino la embarcación se mostró inestable y a doce millas antes de llegar a Guaymas, se volteó por el lado de la máquina y en cuestión de segundos se hundió por completo llevándose en su interior al motorista y el ayudante de máquina.

“Andábamos cuatro compañeros en un aro (salvavidas) nomás y era insuficiente para cuatro, se cansaban los compañeros y trataban de apoyarse en uno y nos hacían tragar agua”, textualizó.

El pescador guaymense exhortó a las compañías sardineras y autoridades coordinarse mejor en este tipo de incidentes, dado a que algunos estuvieron a punto de morir de hipotermia y cansancio al permanecer por casi ocho horas en el mar.

Hoy día, realiza trámites de los documentos que perdió al hundirse la embarcación donde salió para volver a salir a pescar.

IBAN A LA PRESENTACION DE "LOS TIGRES DEL NORTE"

Recuerdan con tristeza cómo David Lugo Zamudio venía bailando de regreso a su natal Guaymas porque tenía planeado ver a los Tigres del Norte en el Carnaval.

De acuerdo con las versiones de los pescadores, el ayudante de la embarcación quien se encuentra desaparecido, mientras el barco corría de Yavaros al puerto, se la pasó bailando en la cubierta mientras cantaba canciones de los Tigres del Norte.

Su gusto por ese grupo lo mantuvo feliz hasta que lo perdieron de vista minutos antes de que el barco empezara a hacer agua por la popa.

“David se metió a la máquina donde estaba el motorista (Rosario Acuña Gutiérrez para avisarle de lo sucedido cuando el barco se volteó de su lado y ellos ya no pudieron salir”, narró Francisco José Salazar Escalera.

El barco tenía seis días de actividad y en ese tiempo lograron capturar cerca de 100 toneladas, es decir 15 toneladas menos de su capacidad máxima.

Por su parte Jesús Manuel Arce Fuerte,  marinero suplente en el barco, aseveró que estuvieron a punto de la hipotermia tras permanecer ocho horas en el mar en la espera del rescate.

ESTABA POR JUBILARSE

El motorista Rosario Acuña Gutiérrez iba a culminar su ciclo de pescador esta temporada de sardina para iniciar su trámite de jubilación en el IMSS, pues ya había cumplido sus semanas trabajadas y sus 60 años de edad.

Carmen Sagrario Acuña García, reveló que su padre ya había decidido que al cierre de la temporada sardinera 2015-2016, se retiraría de la profesión de pescador que mantuvo por más de 40 años, para irse a descansar al lado de su esposa.

“Eso quería hacer jubilarse, ya no quería él embarcarse, era su última temporada, toda su vida estuvo dedicado a la pesca, desde que se casó, más de 40 años”, externó.

De lo sucedido, dijo, se enteraron hasta el domingo a las 09:00 horas, a través de su esposo, quien también se embarca en los barcos sardineros, y no por la empresa.

Los empleados de la planta pesquera donde trabajaba su padre, indicó, los buscaron únicamente para ofrecerles un terreno en el panteón San Fernando, en el lado donde se inunda, lo cual fue rechazado por la familia.


(PROYEXION GUAYMAS/ REDACCION/ MARTES, FEBRERO 09, 2016)

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