En
vísperas del tercer informe de gobierno del licenciado Enrique Peña Nieto,
Presidente de todos los mexicanos, los diferentes medios de comunicación
empezaron a hacer públicos los promocionales con números relacionados con las
acciones de su gobierno.
Una
suerte de resultados de las políticas peñistas implementadas, en ese esquema
hemos visto propaganda con datos duros, dos ejemplos:
Uno
habla de 17 mil kilómetros de carreteras construidas, más de mil kilómetros de
nuevas autopistas, y nueva terminal ferroviaria en Durango. Otro menciona casi
un millón de maestros y alumnos de 5º año que ahora tienen Tablet o laptop, de
la entrega de 7.8 millones de becas a alumnos de escuelas públicas, el
funcionamiento de 23 mil escuelas de tiempo completo y 20 mil planteles
mejorados.
Son
buenos diseños, fotos o imágenes coloridas, con dos personajes principales, la
amigable imagen del Presidente Peña y las obras en toma amplia o aérea. Y muy
importante: Poco texto, por lo tanto el anuncio es más fácil de digerir y hay
poco para analizar o cuestionar.
El
eslogan que seguramente ya escucharon es “3 años moviendo a México” y cuando
hay imagen al final se autocalifican con una palomita, de esas que ponen los
maestros en la tarea cuando la respuesta es correcta.
Evidentemente
la sociedad tiene poco acceso al detalle de cómo se llegó a esos números que
están dando, los anuncios tampoco enfatizan en qué medida han mejorado la vida
de los mexicanos estas acciones, y la mayoría de los ciudadanos tampoco tienen
el tiempo y el humor para investigarlos, así que podrá el Presidente, sin
problema alguno llenarnos de números en su próximo informe de gobierno que
marcará la mitad de su mandato.
Sin
embargo resulta muy difícil creer que las políticas y acciones implementadas
son las correctas cuando el informe 2015 del Consejo Nacional de Evaluación de
la Política de Desarrollo Social (Coneval) reporta que en los últimos tres años
el número de pobres en México ha crecido de 53.5 a 55.5 millones.
El
dato de que la pobreza extrema (alimentaria) se redujo mínimamente de 11.5
millones a 11.4 millones tampoco resulta alentador, pareciera que en la mentada
redistribución de la riqueza que hacen los peñistas, lo único que se está
haciendo es quitándole mucho a los pobres para darles poquito a los
paupérrimos.
Luego
la devaluación del peso frente al dólar en un 30.55 por ciento, y la pérdida
del poder adquisitivo. La reducción de las expectativas de crecimiento de 3.8
por ciento a 2.2 por ciento. Situaciones que si bien son impactadas por la
macroeconomía, también son afectadas por las decisiones internas.
Es
imposible olvidar los miles de alumnos sin clases por varios meses en
diferentes estados el pasado período escolar. La pugna con un sector de los
maestros que no terminan de controlar.
Qué
tal el circo de la “casa blanca” donde el hombrecillo impuesto por el
Presidente en la resucitada Secretaría de la Función Pública para exonerarlo
junto a su mujer y su secretario de hacienda, por tener una costosa casa
“vendida” por uno de los constructores favorecido por sus gobiernos. Para que igual, al final, el Presidente Peña
terminara ofreciendo disculpas por la indignación causada, “disculpa no pedida,
culpabilidad manifiesta”.
En
seguridad, una supuesta “disminución” en el tema de homicidios, aderezada con
un sub registro del delito, pero que sigue sembrando de muerte todo el país.
Encuestas que evidencian la ausencia de credibilidad de la ciudadanía en las
autoridades y que manifiestan sentirse cada vez más inseguros.
Las
deficientes realidades históricas, o falta de resultados en las desapariciones
y/o ejecuciones en Ayotzinapa, Tlatlaya, las mujeres de la Narvarte y el
periodista Rubén Espinoza, el ataque militar en Ostula. Todo esto aderezado con
la segunda fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán en julio de 2015, casos que
dejaron a México y los mexicanos en el ridículo internacional y de nuevo
destilando corrupción.
Por
lo pronto, lo único seguro en el discurso del tercer año de gobierno de Peña
Nieto, será la reiterada mención de las reformas estructurales, personajes
principales de todas, pero todas los arengas presidenciales, lo que los
mexicanos seguimos sin ver, y menos traducidos en las mesas y bolsillos, son
los anunciados resultados positivos.
¿Qué
tanto vaya a decir o aclarar el Presidente Peña de los temas realmente
importantes en su próximo Informe? Los desconocemos.
Pese
a que recientemente tuvimos un lamentable ejemplo de cuáles son sus prioridades
informativas, cuando en cuestión de horas decidió aclarar que no traía las
calcetas al revés, en la Quinta carrera Molino del Rey del Estado Mayor el 15
de agosto, los mexicanos le daremos el beneficio de la duda.
(SEMANARIO
ZETA/ COLUMNA “PARA EMPEZAR” DE ROSARIO MOSSO CASTRO /FOTOS. ARCHIVO / 31 DE AGOSTO DEL 2015 A LAS 12:00:46)
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