Con
una clara diferencia, los griegos votan en contra de la propuesta de la Unión
Europea para renegociar la deuda, lo que arriesga su estadía en la Eurozona y
la integración del continente
El
“no” se perfila como el resultado del referéndum celebrado hoy en Grecia para
rechazar o aceptar la última propuesta de renegociación de deuda de los
acreedores del país heleno.
Los
griegos votaron “sí” o “no” aceptaban la oferta de la troika, el cuerpo
encargado de administrar la deuda de Grecia conformado por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la UE.
Tras
el cierre de los 19 mil centros electorales, los primeros sondeos electorales
daban una ligera ventaja al “no”, pero las estadísticas muestran a una nación
dividida entre el hartazgo de la austeridad impuesta por la UE y el miedo a la
incertidumbre de dejar la zona euro.
Aunque
el referendo no preguntaba de forma explícita a los griegos sobre su deseo de
permanecer en la Unión Europea, los líderes europeos expresaron que votar “no”
significaría votar en contra del Euro.
En
contraste, el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, hizo campaña oficial a
favor del “no”, pero con la aclaración de que no es un sufragio que conduzca a
abandonar la Unión Europea.
“Hoy,
el pueblo de Grecia manda un mensaje muy poderoso”, manifestó Tsipras en un
comunicado, “un mensaje de dignidad, de determinación, un mensaje de que están
tomando control de sus decisiones”.
“Muchos
pueden intentar ignorar la voluntad de un gobierno, pero nadie puede ignorar la
voluntad de un pueblo que está buscando vivir con dignidad, vivir la vida en
sus propios términos”.
Los
críticos acusaron a Tsipras de realizar el referendo de forma confusa para
incentivar los votos por el “no”.
“¿Debería
la propuesta del 25 de junio del 2015 de la Comisión Europea, el Banco Central
Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo, que consiste de dos
partes que en conjunto componen su propuesta, aceptarse? El primer documento se
titula ‘Reformas para completar el presente programa y más allá’ y el segundo
‘Análisis preliminar de la sostenibilidad de la deuda’”, rezaba el referendo.
¿QUÉ PASARÁ AHORA?
Sea
cual sea el resultado, la oferta de la troika expiró el martes pasado, por lo
que no hay un cambio definitivo hasta que la UE y el Gobierno de Grecia
sostengan nuevas negociaciones.
La
administración de Tsipras había prometido dimitir si ganaba el “sí”, lo que
abriría la posibilidad de un gobierno más afín a la canciller alemana y
lideresa moral de la UE, Angela Merkel.
Merkel
y su aliado, el presidente francés Francois Hollande, anunciaron que se
reunirían mañana lunes, para discutir la situación de Grecia.
Si
las subsecuentes negociaciones entre Tsipras y el Eurogrupo fracasan, los
analistas estiman que la salida de Grecia de la Eurozona sería inminente, lo
que representaría un tropiezo para los planes de integración de Merkel, quien
teme que otros países sigan el ejemplo de los griegos.
Si
Tsipras dimitiera y entrara un nuevo partido más obediente con la UE, seguiría la
austeridad en Grecia, pero algunos economistas opinan que las condiciones
impuestas por la troika no son viables.
UNA NACIÓN DIVIDIDA
La
votación llega después de que Tsipras llegó al poder, en enero, lo que inició
una serie de discusiones entre Grecia y la UE para acabar con la austeridad y
renegociar la deuda.
Ante
la incertidumbre, hubo un colapso en el sistema bancario de Grecia la semana
pasada, en el que los jubilados se quedaron sin sus pensiones, las personas no
podían utilizar los cajeros y las calles se llenaron de manifestaciones de
personas a favor y en contra.
(REPORTE INDIGO/ PEDRO PABLO CORTÉS/
Domingo 5 de julio de 2015)
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