miércoles, 22 de julio de 2015

PROTAGONIZA EL NUEVO SONORA ENÉSIMO ESCÁNDALO DE CORRUPCIÓN

¿EL ÚLTIMO Y NOS VAMOS?

Hermosillo, Sonora.- A unas horas de que inicien las primeras reuniones de trabajo entre los equipos del gobernador del estado y la gobernadora electa, Guillermo Padrés y Claudia Pavlovich, respectivamente, para de entrega - recepción de la administración estatal, los escándalos de corrupción no amainan en el Nuevo Sonora y por el contrario, brotan como hongos reafirmando la nada honrosa condición de este gobierno de ser el más corrupto que se tenga memoria en los anales históricos de Sonora.

Ayer fueron los señalamientos a Teresa Lizárraga, Bernardo Campillo y Héctor Ortiz Ciscomani, de acumular riqueza en forma acelerada y exorbitante mientras el campo y los servicios de salud agonizan en el estado. Más adelante el lodo salpicó al mismo mandatario cuando se conoció la presa que levantó Padrés para dotar de agua a los miles de árboles de nogal (nuez) que sembró en las tierras del Rancho Nuevo, de su propiedad, mientras los habitantes del poblado más cercano, Bacanuchi, sufrían los estragos de un río contaminado por los desechos tóxicos derramados "accidentalmente" por la mina de Cananea; y los clubs hípicos, las caballerizas con aire acondicionado para cientos de caballos finos Cuarto de Milla y Pura Sangre y los terrenos frente al mar en una zona privilegiada de San Carlos, Nuevo Guaymas, adquiridos por el mandatario en este sexenio fueron materia para que un día sí y otro también el "brutal desprestigio" del "Memo" fuera harto señalado en prácticamente todas las columnas políticas del país... y más allá de sus fronteras. La prestigiada  publicación The Wall Street  Journal sobre la investigación abierta que enderezó el gobierno federal mexicano a Padrés por los pagos a la familia Padrés Elías de 3.3 millones de dólares recibidos de firmas que ganaron contratos públicos con el gobierno sonorense, equivalentes a 20 millones de dólares, es un claro  ejemplo de ello.

Roberto Romero, Carlos Navarro Sugich, Vicente Sagrestano, Carlos Tapia, Martín López y Martín Quintanar, Javier Neblina, Eduardo Romero, Luis Felipe Romero, Ramón Acosta, Agustín Rodríguez, Luis Terán Balaguer, John Swanson, Jorge Morales, y muchos funcionarios más fueron señalados también por encajar la uña en los dineros del pueblo. 


Y cuando se creía que al menos de aquí a septiembre que entregue la administración Padrés ya no se darían más escándalos, enfrascados todos en la limpieza de la casa,  aparece la figura del tesorero, Mario Cuén, en la pantalla de televisión (Tv Azteca), acusado de haber adquirido a un amigo suyo un software con valor de 75 millones de pesos, para llevar el control contable presupuestal del Estado. Bueno para encontrar la forma de hacer el negocio de su vida resultó este gran amigo del gobernador, al vender ese programa al gobierno estatal --donde precisamente él es tesorero-- en la friolera de 400 millones de pesos; es decir, que de mano a mano este deshonesto funcionario realizó una operación que le dejó alrededor de 325 millones de pesos de ganancia.


(DOSSIER POLÍTICO/ REDACCIÓN / 2015-07-21)

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