Cd.
de México.- La última guarida en la sierra de Aguililla de uno de los capos más
buscados por el gobierno federal fue descubierta hace poco más de ocho meses,
tras el cerco impuesto por las fuerzas federales en la zona.
Servando
Gómez Martínez La Tuta fue obligado a dejar esta finca conocida como La Cucha,
enclavada en el corazón de esta zona serrana de la Tierra Caliente michoacana,
donde el cabecilla de Los Caballeros Templarios se sentía seguro a pesar de las
incomodidades.
Una
pequeña cabaña de madera era el lugar preferido de La Tuta para pasar
desapercibido en este lugar de difícil acceso al cual se llega por brechas,
caminos de terracería o por aire.
“Nosotros
detectamos su última actividad en la sierra, aunque, insisto, era sumamente
volátil, se movía de un lugar a otro, pero al lugar que fuimos estamos hablando
de que hace ocho, nueve meses, había presencia todavía en el rancho de La
Cucha, en la sierra de Aguililla, se movía a pesar de un cerco policial y
militar muy fuerte se movía en esa zona.
“Hace
cinco o cuatro meses detectamos que había cambiado su forma de operación, su
forma de comunicación también, y es cuando detectamos que se empieza a mover en
Morelia”, explicó el comisario general de la Policía Federal, Enrique Galindo,
quien encabezó un recorrido por la última guarida de La Tuta.
A
pesar de contar con recursos producto de su actividad criminal y un fuerte
dispositivo de seguridad, Servando Gómez pasó sus últimos días en libertad
apartado de la civilización, en una austeridad completa, a pesar de ciertos
lujos, como la televisión satelital y bebidas caras, así como algunas de sus
comidas preferidas a base de mariscos, que se localizaron en la cabaña de
madera de tres por tres metros, donde aún se observan cables y conexiones eléctricas.
La
Tuta intentó ganarle la partida a los policías federales que le seguían sus
pasos de cerca y decidió mudarse a la zona urbana de la capital del estado en
un intento por burlar los trabajos de inteligencia.
“Creo
que Servando Gómez Martínez creó un mito alrededor de él, con todo este
mecanismo de comunicación que tenía, los videos, y lo que había, era realmente
eso: un personaje que se había construido, y hoy nos interesa dar a conocer,
realmente, que alrededor de él había perdido, no sólo el control de la
situación —porque generó una gran cantidad de violencia—, sino también él mismo
como persona no era lo que nosotros vimos”, afirmó.
“Termina
en libertad, cuando menos, los últimos 12 meses huyendo, escondido, minimizado
como grupo, como estructura, donde detuvimos una gran cantidad de miembros de
mediano y alto nivel de su propia estructura, pero también a muchos de nivel
intermedio y bajo”, dijo.
“Yo
podría decirles que en este periodo del operativo, nada más la Policía Federal,
logró más de mil 500 detenidos relacionados con el grupo criminal”, detalló el
comisionado Galindo Ceballos.
La
Policía Federal considera que la estructura principal de Los Caballeros
Templarios está colapsada, aunque aún operan por lo menos un par de miembros
amparados bajo esta organización, aunque su capacidad de movilización y acción
están limitados, de acuerdo con el mando federal.
“Creemos
que debe disminuir sensiblemente la actividad criminal y debo reconocer que
tenemos ya algunos meses que la violencia como tal había ya venido disminuyendo
en Michoacán”, comentó el comisario general de la Policía Federal.
De
esta manera se le arrebató el control de la plaza que incluía los municipios de
Arteaga, La Huacana, Apatzingán, Tumbiscatío y Aguililla, lo que hizo que terminara
acorralado en la Tenencia Morelos, en Morelia, fuera de su zona de dominio
principal.
“Estuvimos
verdaderamente en el corazón del territorio de este grupo criminal, de este
personaje, estuvieron ustedes en Tumbiscatío y en Arteaga, en las cuevas es
exactamente el límite de los dos municipios, donde prácticamente hace unos ocho
meses era imposible estar ahí”, comentó.
LAS CUEVAS
En
los lindes de Tumbiscatío y Arteaga —este último municipio es la tierra natal
de La Tuta— se ubica un cuerpo cavernoso que era utilizado por la organización
delictiva como refugio, cárcel y bodega.
La
entrada de la cueva es estrecha al inicio, sin embargo, conforme se avanza se
puede llegar hasta un cuerpo de agua subterráneo en donde hay un lugar de
descanso.
De
acuerdo con testimonios de vecinos del lugar, durante años, La Tuta y su gente
utilizaban este lugar para hacer de las suyas en la clandestinidad.
LA AFRENTA
El
13 de julio de 2009, una docena de elementos de la Policía federal, que
trabajaban de encubiertos para infiltrar en ese entonces al cártel de La
Familia Michoacana, fueron encontrados torturados y muertos, en un paraje de la
carretera Carapan–Playa Azul, en La Huacana.
Desde
entonces, la corporación policiaca tenía una afrenta pendiente con La Tuta.
“Es
el más significativo (ataque contra elementos federales en Michoacán), sin
embargo, no fue el único, en Michoacán, la delincuencia le debe a la Policía
Federal más de 30 compañeros, o muertos o desaparecidos, pero éste fue el
evento que marco prácticamente a la Policía Federal, por ello es que hoy cada
13 de julio honramos la memoria de nuestros compañeros”, señaló Enrique
Galindo.
El
comisario señaló que se cierra un ciclo tras seis años de investigaciones tras
la detención del líder templario a quien se le atribuyen la muerte de los 12
policías federales y otras en el estado.
“ESTAMOS CONTENTOS”
Estanislao
Beltrán, Papá Pitufo, exdirigente de las autodefensas en Michoacán, ahora
incorporado a la Fuerza Rural, celebró la detención del capo templario Servando
Gómez Martínez La Tuta.
“Es
un placer y un agradecimiento que tenemos con todas las corporaciones
policiacas que han ayudado a que el capo más importante de lo que era Los
Caballeros Templarios haya sido detenido. El agradecimiento y la felicitación a
todos y en especial a nuestro presidente de la República, el licenciado Enrique
Peña Nieto, y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. De
verdad, estamos contentos, complacidos”, expresó.
El
mando rural colaboró con las autoridades federales para dar con el paradero de
las cuevas utilizadas por La Tuta y su gente.
AGUILILLA
Está
ubicado en el suroeste de Michoacán, entre Tepalcatepec, Coalcomán, Buenavista
Tomatlán y Tumbiscatío.
·Una
carretera estatal une al municipio con Apatzingán (85 kilómetros), bastión de
la región de Tierra Caliente.
·Por
la altitud en que se halla el valle principal –900 a mil metros sobre en nivel
del mar– le otorga un clima con vegetación semitropical, mientras que en los
montes circundantes elevados hay pinos, cedros y encinos.
(ZOCALO/
Excélsior/ 02/03/2015 - 07:52 AM)
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