El
gobierno federal busca negociar con el narcotráfico para convertirse en
cómplice de los criminales y dejar a la sociedad sin protección, “como reses”,
para que los cárteles exploten a la ciudadanía, le vendan droga o la
extorsionen, afirmó Anabel Hernández.
La
escritora y periodista, autora del libro Los señores del narco, afirmó que
luego de la detención de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, el Cártel de Sinaloa
sigue igual, operando normalmente y ubicado en una de sus mejores épocas como
organización criminal.
—
Con la captura del Chapo, lo que se dijo en su momento y lo que se dice ahora,
pareciera que todo es como aquel cuento de Augusto Monterroso: “y cuándo
despertó el dinosaurio seguía ahí”.
—
Claro, en ese sentido me parece que realmente la captura del Chapo ha tenido un
nulo impacto en las operaciones del Cártel de Sinaloa e incluso del Chapo
Guzmán. He hecho solicitudes de información a la Procuraduría General de la
República (PGR), preguntando cuántas cuentas bancarias han sido congeladas,
cuántas propiedades, y la respuesta es ninguna.
“Ni
siquiera al Chapo Guzmán han afectado en sus intereses, mucho menos en los del
Cártel de Sinaloa. Pareciera que su detención solo significó tratar de acallar
las voces críticas de que el gobierno federal protegía a este cártel,
permitirle seguir operando desde la cárcel y fingir que se está combatiendo a
esta organización, cuando en realidad está en una de sus mejores épocas”.
—
¿Crees que puede ubicarse al Cártel de Sinaloa como la organización criminal
oficial?
—
Creo que es prematuro para ello. En estos dos primeros años de gobierno de Peña
Nieto pareciera que más bien se intentó hacer una operación como en el pasado,
tratando de negociar con diferentes organizaciones del narcotráfico. No veo con
claridad que este cártel sea el consentido del gobierno, como ocurrió con Fox y
Calderón.
—
¿Cómo es a tu juicio la estrategia de Peña Nieto contra el narco?
—
Un caso muy importante es el de Michoacán, que refleja la intención y el plan
del gobierno respecto al narco: lo que hizo el gobierno fue ir a negociar con
narcotraficantes, convertirlos en autodefensas, darles la credencial de
policías comunitarios, y permitirles delinquir con esas credenciales, como el
Americano (Luis Torres) e Hipólito Mora, que tienen antecedentes en el
narcotráfico.
“Para
mí el gobierno llegó a negociar, no a combatir al narcotráfico, y a desplazar a
unos grupos para poner a otros. En el caso de Michoacán es evidente que se
trató de desplazar a los Caballeros Templarios, pero no para liberar a este
estado del narco, sino para entregarlo a otros grupos delictivos.
“Estamos
hablando de una negociación directamente desde Los Pinos. El que nombró al
comisionado especial, Alfredo Castillo, y se sentó con los narcos, fue el
enviado directamente por el Presidente de la República. No estamos hablando de
la operación de un funcionario menor”.
—
Y mientras los capos siguen libres…
—
Lo que no hemos terminado de comprender en este país, después de tantos
crímenes, secuestros, es que no se puede negociar con el crimen organizado, no
hay manera, como falló la negociación del gobierno federal con el Cártel de
Sinaloa, de que es mejor tener un solo cártel que seis, y ahora tenemos más de
diez.
“Tratar
de negociar con el crimen organizado no es una opción, lo que tiene que hacer
el gobierno es aplicar la ley y la justicia. Lo que se hizo en Michoacán es una
infamia contra los michoacanos, la gente de allá lo sabe y lo sufre. Lo que
estamos diciendo es que negociar con el narco siempre implica un mayor
sacrificio para la sociedad, porque es entregarle la sociedad a los narcos,
como si fueran reses para que los exploten, vendan droga o para que los extorsionen”.
—
¿El gobierno busca negociar con el narco para ser cómplice, controlarlo o
bajarle a la violencia?
—
Para mí es complicidad cualquier tipo de negociación del gobierno con el narco.
No es posible, a menos que haya una ley donde se apruebe una especie de
amnistía que permita negociar con estas personas, pero eso no existe en México.
Cualquier negociación con el narco es inmoral e ilegal.
—
¿Y cuál es el papel de Estados Unidos?
—
Evidentemente ha sido un papel en un principio de cómplice, se sabe y está
escrito en el expediente de Vicente Zambada en Chicago, cómo la DEA negociaba
con el Cártel de Sinaloa: dame los nombres de todos tus enemigos y yo te doy
inmunidad. Eso ha impedido que se le dicte una condene a Zambada, espero que
sea bastante menor a la de otros capos.
“Pero
también ha habido complicidad al dar recursos, seguir entrenando y armando a
grupos como la Policía Federal, el ejército, la PGR. Les dan recursos y armas
para que funcionen mejor, pero estos funcionarios siguen infiltrados por el
narcotráfico, no ha habido una limpieza y no veo que Estados Unidos esté
exigiendo una limpia en estas corporaciones”.
—
Cuando hablas del gobierno gringo, te refieres no solo a la complicidad con los
narcos sino también con el gobierno mexicano…
—
Exactamente, aun sabiendo que no están limpias les sigue dando dinero. Por
ejemplo estos integrantes del Ejército que masacraron a 21 personas en Tlataya,
los fusiló, y también estos militares recibieron mucho dinero de la Iniciativa
Mérida. Y los marinos acusados de violar y torturar brutalmente a una mujer,
por querer hacer que se declarara culpable e integrante del Cártel de Jalisco
Nueva Generación. O los marinos que han participado en brutales torturas contra
los supuestos responsables del ataque contra estudiantes.
“Estamos
hablando no solo de no exigirles cuentas, sino de seguirles apoyando con dinero
en estos operativos, aunque éstos estén fuera de la ley y del respeto a los
derechos humanos”.
(RIODOCE/ JAVIER VALDEZ/ 1 MARZO, 2015)
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