Los grandes anuncios del gobierno del presidente
Enrique Peña Nieto quedaron en promesas y buenas intenciones en La Paz y Los
Cabos. Recursos del Fonden están pendientes
Los Cabos, Baja California Sur.- En el balance de
resultados sobre los daños ocasionados por el huracán “Odile” en septiembre de
2014, los grandes anuncios del presidente de México, Enrique Peña Nieto,
únicamente quedaron en promesas donde el gobierno del estado y los ayuntamiento
de La Paz y Los Cabos, tras cumplirse los primeros 6 meses de aquella tragedia,
no terminan por recibir el dinero del Fondo Nacional de Desastres Naturales
(Fonden).
Todavía el 24 de febrero, el alcalde de Los Cabos,
José Antonio Agúndez Montaño, se quejaba de que lo habían dejado “solo” y
recriminaba al Gobierno de la República por “no haber cumplido sus promesas de
ayuda a las familias cabeñas”, porque –según dijo— “es lo justo y además se lo
merecen”.
“Seguimos esperando las obras prometidas, pero hoy,
señor Presidente Enrique Peña Nieto, los ciudadanos de Los Cabos, ya no podemos
esperar”, manifestó.
El edil hizo un ejercicio de autocrítica y destacó la
ausencia del gobierno estatal y federal en la reconstrucción del principal
destino turístico de Baja California Sur, y donde –expuso—“con recursos propios
se efectúa la restitución del alumbrado público, rehabilitación de
infraestructura social y calles y caminos rurales”.
El alcalde aplaudió que haya una sociedad crítica
hacia las autoridades, pero “también deben ser entes activos y propositivos en
temas que son responsabilidad de todos como seguridad pública, desarrollo
social y desarrollo económico”.
Sin embargo, el secretario de Desarrollo y Promoción
Económica del gobierno del estado, Joel Ávila Aguiar dijo que desde el huracán
hasta la fecha se habían realizado alrededor de 10 reuniones entre los tres
niveles de gobierno para ver y analizar avances en cuanto a la reconstrucción
de Los Cabos, La Paz y Comondú, como las zonas más afectadas por este fenómeno
meteorológico.
A groso modo, el funcionario expuso que Los Cabos fue
el más afectado en cuando a la infraestructura hotelera, restaurantera y
comercios, y La Paz y Comondú en comercios, agricultura y ganadería.
Durante una entrevista con ZETA, recordó que después
del huracán, el gobierno federal liberó alrededor de 500 millones de pesos para
iniciar el programa de reconstrucción, y los cuales fueron utilizados para
levantar postes, árboles, estructuras, viviendas y reparar calles y caminos de
terracería, así como llevar despensas y agua a las familias sudcalifornianas.
El funcionario comentó que –a 6 meses de Odile– más
del 90 por ciento del estado se encuentra activado, después de haber quedado
prácticamente sin servicios de luz, agua y telefonía.
“No estamos diciendo que estamos ya en condiciones
óptimas”, aclaró y expuso “poco a poco con muchos esfuerzos y la participación
de todos hemos estado revirtiendo los daños, porque el impacto fue de tal
magnitud, que a la fecha seguimos revisando los pendientes y radicando
recursos”.
“Todavía faltan muchas cosas por hacer, pero seguimos
trabajando, y podemos poner como ejemplo, la ocupación hotelera de Los Cabos
entre 85 y 91 por ciento actualmente, y eso habla de que los servicios básicos
ya fueron reactivados y la gente está llegando al destino porque ve que hemos
estado resarciendo los daños poco a poco”, señaló.
Pero para algunos, el olvido ha sido tal que –de
acuerdo con el presidente de organización civil Sociedad Organizada
Sudcaliforniana (SOS), Armando Sánchez Salcido— los casi 15 mil habitantes de
invasiones en Los Cabos no tuvieron más remedio que regresarse a vivir en
lechos de arroyo y zonas irregulares, quienes el día de hoy volvieron a quedar
expuestos por la proximidad de la nueva temporada de huracanes.
El dirigente de la organización civil expuso que en
virtud de lo que llamó “apatía” e “indiferencia” de los tres niveles de
gobierno, un sinnúmero de personas que definitivamente ya no regresaron a las
invasiones fueron y se metieron a viviendas abandonadas en algunos
fraccionamientos, y las cuales quedaron solas porque los verdaderos dueños no pudieron
pagar y se tuvieron que salir de sus casas que habían adquirido a través de
créditos hipotecarios.
“Lo que vemos es que se desparramó el problema y vemos
que las autoridades no están a la altura de las necesidades del destino
turístico, porque están en el que ya se van y siguen dejando a su suerte a la
sociedad”, criticó.
El líder de SOS consideró que “el gobierno del estado
y el gobierno federal han mostrado total incapacidad en el caso de las
invasiones y siguen dándole vueltas al tema sin aterrizar en nada concreto, y
el gobierno municipal ni se diga”.
Desde su punto de vista, y tras 6 meses del paso del
huracán “Odile” —“Los Cabos, carece de muchas luminarias, quedando a obscuras
muchas colonias de la ciudad, lo que ha derivado en robos y asaltos y vemos que
hay muchos sectores sucios y descuidados, donde no ha llegado la mano de
ninguna autoridad gubernamental”.
“Yo creo que los únicos que han hecho un enorme
esfuerzo por recuperar la funcionalidad e imagen del destino, es la propia
sociedad y los empresarios turísticos, a pesar de que la mayoría de las
aseguradoras, no han pagado tan oportunamente como se esperaba”, dijo.
En el reporte final del balance de daños, provocados
por el huracán “Odile”, el director general de la Asociación Mexicana de
Instituciones de Seguros (AMIS), Recaredo Arias, reportó una estimación de 15
mil 879 millones 682 mil pesos, lo cual era producto de 10 mil 810 solicitudes
de indemnización.
Del total de daños, el 51 por ciento era del sector
hotelero; el 11 por ciento de industrias; el 10 por ciento de comercios; el 5
por ciento de obra civil, montaje y construcción; el 5 por ciento de casa
habitación y el 1 por ciento de daños en automóviles.
No obstante, según AMIS, las compañías aseguradoras
solo habían entregado anticipos y pagos por la cantidad de 2 mil 394 millones
459 mil 298 pesos.
El dirigente de la delegación de Cámara Nacional de
Comercio (Canaco) en Los Cabos, Miguel Ángel Germán Lugo, dijo que por está
situación no se han podido recuperar muchos empleos, sobre todo en la ciudad de
San José del Cabo, porque algunos hoteles están a la espera del pago del
seguro.
De las alrededor de 10 mil habitaciones de hoteles en
Los Cabos, según el líder de la Canaco, 8 mil se encuentran en Cabo San Lucas y
2 mil en San José del Cabo, pero en el caso particular de San José del Cabo,
únicamente están operando los hoteles Barceló, Royal Solaris y Grand Mayan. El
resto continúa cerrado.
Sin embargo, el director de la Asociación de Tiempos
Compartidos (ASUDESTICO), Javier Olivares, justificó y dijo que “algunos
complejos turísticos aprovecharon los daños para hacer remodelaciones completas
en sus instalaciones, y los cuales ofrecerán mil 500 cuartos más entre finales
del último semestre y a finales del segundo”.
Un poco más explícita, la directora de la Asociación
de Hoteleros de Los Cabos, Paloma Palacios, expuso que “hasta ahorita llevamos
un 76 por ciento de avance en el programa de reconstrucción después del paso
del huracán Odile, y a finales del primer semestre avanzaremos un 4 por ciento
más, y en el segundo semestre del año, cerraremos con el 20 por ciento
restante”.
La directiva dijo que afortunadamente las inversiones
previstas para este año no se vieron impactadas de manera negativa por los
daños del huracán, y entrarán tres nuevas cadenas hoteleras y otras que
pretenden construir en 2016 y 2017.
Finalmente explicó que, como todos los años, la
temporada de spring breakers y la de Semana Santa, van a juntarse y actualmente
tienen una ocupación del 91.7 por ciento.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ BCS/ GERARDO ZÚÑIGA
PACHECO/ 30 DE MARZO DEL 2015 A LAS
13:03:46)
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