La primera
versión del conflicto de MVS con Carmen Aristegui, según esa empresa, fue que
había “comprometido” la marca al sumarse a la plataforma Méxicoleaks. Pero
después hubo otro argumento, del mismo corporativo, señalando la reticencia de
la conductora a plegarse a los nuevos “lineamientos” para periodistas, los
cuales, por cierto, minaban la autonomía de la comunicadora y atentan contra la
libre expresión, dice a Proceso Edison Lanza, relator de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. Dos pretextos esgrimidos por la misma
compañía…
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- El viernes 13, tras dar a conocer en su portal informativo los
“lineamientos a conductores de noticias de MVS”, Alejandro Vargas, presidente
de MVS Radio, fue a ver a la conductora Carmen Aristegui. La periodista había
terminado su última emisión matutina, en la cual lamentó la posición de la
empresa ante la inminente ruptura.
Vargas le entregó el
documento de los lineamientos –que ya se había hecho público– y le propuso la
reinstalación de los reporteros Daniel Lizárraga e Irving Huerta, despedidos un
día antes, si ella acataba las nuevas disposiciones que, entre otras cosas, la
obligaban a compartir sus investigaciones con otros conductores y a modificar
su barra de análisis.
“Pusieron ese
ultimátum a sabiendas de que esos lineamientos iban en contra de los términos
de autonomía editorial, que estaba amparada en mi contrato”, dice Aristegui en
una nueva entrevista con Proceso al rememorar este pasaje del conflicto que
derivó en su salida de MVS.
“Este episodio es
importante recordarlo porque el motivo de su diferencia conmigo no era,
entonces, el uso de la marca, sino imponer esos lineamientos. Ni siquiera
avisaron al árbitro que ambos habíamos convenido para asuntos de contenido”,
sentencia…
Fragmento del
reportaje que se publica en la edición 2004 de la revista Proceso, ya en
circulación.
(PROCESO/
REPORTAJE ESPECIAL/ JENARO VILLAMIL
30 DE MARZO
DE 2015)
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