domingo, 23 de marzo de 2014

“¡NO TENGAN MIEDO…!”



 
Era, fue y, seguirá siendo la frase que para siempre retumbará en nuestras mentes y corazones de reporteros.

De aquellos reporteros, de aquella generación que gastamos las suelas de nuestros zapatos para entrevistar a nuestro amigo, al hombre, más que al dirigente campesino, a quien siempre, amén de la información, nos ayudaba en nuestras necesidades inmediatas, producto de las penurias que ofrece nuestro ingrato y maravilloso oficio.

“¡No tengas miedo…!” era el infaltable saludo de Trinidad Sánchez Leyva y, en consecuencia sabíamos que en breve vendría su tradicional generosidad, para la “bola de vagos” como en varias ocasiones nos llamó a tantos y tantos reporteros para quienes jamás fueron cerradas sus puertas.

Menos, las de su generoso corazón donde “se mecieron los trigales al sol” de su amada costa de Hermosillo y, sobre todo para los jornaleros que como las golondrinas cada verano, llegan a los campos a ganarse el pan diario.

Hombres y mujeres que desde ayer, cuando se supo la infausta y terrible noticia de que “El Trini..” partió a otros campos, a otros sembradíos, donde jamás se oculta el sol, donde menos, la semilla sembrada por este hombre dejará de fructificar, no han parado de llorar por el sembrador de auroras.

Trinidad, mis ojos ya no ven la pantalla; vete en paz y, sobre todo,” ¡no tengas miedo!”      

(DOSSIER POLITICO/ Manuel Fernando López / 2014-03-22)

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