domingo, 4 de agosto de 2013

RANCHO EL SAPO



Comunidad del municipio de Hermosillo, ubicado al poniente de la ciudad, en el kilómetro 60 de la Calle 26

Carlos M. Valenzuela Quintanar / Dossier Político
El rancho se rehúsa a descubrir sus secretos, no fácilmente deja ver cómo, cuándo y quiénes fueron sus primeros residentes. Los documentos se pierden entre el olvido y la memoria de aquellos que se mecieron en sus tierras y bañaron sus vidas en las madrugadas con el rocío suave de la lejana y la vez cercana  "playa virgen de Tastiota" eran caricias de las aguas del mar Bermejo, hoy Mar de Cortés.

Entre mezquitales añosos, señoriales e imponentes cabalgaron los hombres, siempre con la convicción de sus mujeres, firmes en su postura de ganarle un espacio a la aparente inhóspita tierra y bañados con sudor, que el desierto y el sol les brindaba marcando su territorio, quizás para que desistieran de su objetivo...,pero ni así desfallecieron en su epopeya.

Los misterios se esconden, si no lo hacen ellos mismos, otros los guardan conforme transcurre el tiempo. La historia pareciera  convertirse en especie de leyenda..., hasta que alguien escudriña los baúles existentes y surgen destellos que nos permiten confirmar la realidad de entre las marañas que se han tejido con los años.

El Sapo, rancho ganadero de terrenos de agostadero y pequeñas milpas permitieron a sus pobladores subsistir con la aguas de las lluvias aprovechadas como riegos de temporal,  para legumbres y algún forraje para el ganado vacuno y caballa,r en su gran mayoría.

Según la oralidad de la gente esos terrenos pertenecieron originalmente a un terrateniente Sr. Aguilar de la vecina ciudad de Guaymas, aún sin comprobarse. Otra versión la manejó la Srita. Guadalupe López Hernández (tía Lupe), quién murió de 99 años. Comentaba que su Sr. Padre, Don Santiago López Burgos había adquirido los terrenos a un residente de Guaymas de apellido Bravo, también existe un censo que manda realizar el Presidente de la República Mexicana Don Porfirio Díaz,  para conocer quienes y que ranchos eran los más importantes del distrito de Hermosillo, resultando que uno de los grandes terratenientes en esa época, 1908, era el francés Don Pedro Dessens Sulé. Con los ocho ranchos más grandes donde era considerado El Sapo, El Tajungo, La Biznaga, San Rafael, La Polka, Tastiota, La Pimienta, El Carmen, todos ubicados hacia el poniente de la ciudad de Hermosillo, en dicho documento se especifica que los ranchos tenían un total de 5000 cabezas de ganado vacuno, 1000 caballar, 500 mular y 100 burros, (Fuente: El Estado de Sonora y su situación económica al aproximarse el primer Centenario de la Independencia de México.
Autor Pedro N. Ulloa. Paginas; 120, 121 y 181)

A ciencia cierta desconocemos hasta hoy en día la realidad de la fundación del Sapo, rancho que debe su nombre según la tradición oral,  al encuentro de un sapo de gran tamaño cuando se realizaba la excavación del pozo a una profundidad considerable, cosa inusual de estos anfibios. Las familias originales de ahí son: Los López Hernández, los Romero Bernal, los Hernández Molina, los Bourjac López, los Ruíz Ruíz, los Arvizu Ruíz.

Existe otra versión sobre la propiedad del rancho, siendo la de tres ciudadanos franceses que llegan a Sonora después de haber trabajado en las minas de California: Don Pedro Dessens Sulé, Don Juan María Rouillon y Don Antonio Bourjac Fuentes. Todo indica que trabajaron en tierras mexicanas alrededor de 12 años, llegando a Sonora  y estableciendo su residencia en Villa de Seris en 1855, de acuerdo al testamento que deja el Sr. Rouillon. En este documento de 1859,  EL Sr. Rouillon, nos informa  que en compañía de sus amigos compraron unos terrenos a Don Víctor Dávila en el rancho La Viznaga a partes iguales, y que él, dejó su parte, como herencia a su amigo Don Antonio Bourjac Fuentes y he aquí la versión de que los terrenos de la Biznaga, no le gustaron a Don Antonio y  se los cambió a Don Pedro Dessens por los del Rancho El Sapo. La realidad aún no se descifra y no  se han encontrado documentos oficiales que determinen la procedencia del Sapo.

Oficialmente solo se ha encontrado en mapas la presencia del nombre del Sapo con fecha de 1895, expedido en los Estados Unidos y con la firma de don Luis Torres.

Lo que no ha podido negarnos el rancho es su belleza, con especiales postales fotográficas, quizás para no olvidarnos de él, ni del susurro del viento al caer la tarde cuando el  sol se despide para dormir  en el horizonte  al cobijo de  las Playas de Tastiota, en las rojizas aguas del Mar Bermejo, reflejo hoy del rojo atardecer de nuestra tierra.

Carlos Martín Valenzuela Quintanar, es promotor cultural, mediador de Salas de lectura por el ISC/CONACULTA, es Vicepresidente de SIPEA Sonora. Cronista del Rancho El Sapo e integrante de ACROS. Puedes contactarlo en su  facebook: Carlos Valenzuela

Y su correo es:  valenzuelacarlo@gmail.com
(DOSSIER POLITICO/ Carlos M. Valenzuela Quintanar / 2013-08-03)

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