MEXICALI, BC (apro).- El primer debate entre los candidatos a la gubernatura de Baja California terminó en carnaval.
La
ausencia del abanderado de la alianza Unidos por Baja California
(PAN-PRD-Panal-Partido de BC), Óscar Vega Marín, abrió la puerta a que
Felipe Ruanova Zárate, aspirante de Movimiento Ciudadano (MC), colocara
una botarga en el espacio del aspirante ausente, instalara un puesto
para vender sus libros, pidiera que sus propuestas fueran asumidas por
el PRI y menudeara los chistes para el público.
Despliegue escénico
Antes
del debate, organizado por el grupo empresarial Periódicos Healy,
Ruanova Zárate pidió a sus colaboradores colocar una botarga en la silla
vacía de Vega Marín.
Además, instaló una mesa para vender libros
de su autoría, escritos contra el empresario Jorge Hank y los gobiernos
de Acción Nacional.
Ruanova Zárate aprovechó los espacios
destinados al debate de ideas para atacar a los panistas y al gobernador
Guadalupe Osuna (PAN).
Los llamó pillos y propuso la firma de un “Pacto
por las democracias”: “Y sabemos ante quiénes estamos compitiendo; con
toda la fuerza, con toda las marranadas de Osuna Millán”.
Pidió
que el priista Castro Trenti integrara las propuestas de MC a su plan de
trabajo, para evitar que dijeran que Ruanova “es su títere” o
viceversa.
De hecho, el abanderado de MC, quien se dice “candidato
ciudadano”, fue funcionario en el gobierno del priista Xicoténcatl
Leyva (1983-1989); candidato al gobierno estatal en 1995 por el PARM, y
en 2012 fue consejero del PRI ante el Consejo Electoral de Baja
California.
Un resumen por parte del PRI
El priista
Fernando Castro Trenti se enfocó en enlistar los compromisos que ha
venido proponiendo desde el primer día de campaña, y aseguró que Baja
California requiere de un “rescate”.
En el debate, el priista se
mostró distraído, al tiempo que se comprometió a hacer una reingeniería
gubernamental consistente en la reducción de 50% de sueldos de
funcionarios de primer nivel y la eliminación de contratos de servicios
de celulares, vehículos, gasolina y gastos de mano, además de ampliar
los días de trabajo de lunes a lunes, para resolver las demandas de la
población, y dejar de integrar a la nómina a familiares de funcionarios.
Castro
Trenti señaló que se mantiene la impunidad en la entidad, pues
actualmente no se investiga 92% de las denuncias ciudadanas en materia
de seguridad publica.
Dijo que, de ganar, quienes ocupen cargos de
primer nivel serán sometidos a la aprobación del Congreso y de la misma
sociedad, y se realizará un escrutinio semestral para evaluar el
desempeño de sus funcionarios.
En ausencia
Durante
la realización del debate, el panista Francisco Vega presuntamente
sostuvo una reunión con el exembajador de México ante el Vaticano,
Felipe Bravo Mena, y el arzobispo de Tijuana, Arturo Romo.
También
se dio a conocer que el panista sólo acudirá a dos de los ocho debates
planeados para este proceso electoral, que concluye en julio próximo.
En
un comunicado de prensa, el coordinador general de campaña de la
alianza Unidos por Baja California, Óscar Vega Marín, descalificó a
Castro Trenti, al considerar que sus promesas no corresponden con su
actuación cuando fue secretario general de Tijuana, donde incrementó su
salario, de 44 mil 620 pesos a 142 mil 620 pesos mensuales, además de
obsequiarse con un pago retroactivo de 253 mil pesos.
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