Agueda Barojas Ontiveros
Aunque aún no son los tiempos la
actividad política que se vive dentro del Partido Acción Nacional (PAN)
amenaza con desbordar las pasiones nuevamente.
Todos lo saben, pero muy pocos lo
recuerdan. A penas hace un año ese partido político vivió la peor de sus
divisiones que terminó con la derrota inminente de sus candidatos.
Pareciera que esa etapa reciente e inédita del blanquiazul se olvidó.
A un año de distancia y a dos del proceso electoral del 2015, las
pasiones están a punto de desbordarse y la historia podría repetirse.
Ahora no es Francisco Lucero el presidente del partido, a quien muy poco se le podía pedir.
Su limitada capacidad fue de todos conocida. No extraña el “acelere” azul aunque si se cuestiona.
Al interior hay mucha inconformidad y esta puede alcanzar al mismísimo presidente del partido.
Omar Núñez Caravantes juega con fuego y se puede quemar.
En el PAN la guerra está declarada y el dirigente de ese partido decidirá cómo quiere pasar a la historia
El factor de división dentro del PAN se llama Manuel Villegas, un ex
priista que encontró refugio en el PAN en el 2009, luego de su
rompimiento con el ex alcalde Antonio Astiazarán Gutiérrez.
En ese proceso interno adelantadísimo, los panistas tienen la mayor prueba de fuego.
Si bien es cierto, ya no están dentro del partido Héctor Hernández y
Oscar González, hoy los judas podrían ser otros. La sangre azul puede
llegar al río si su dirigente no actúa inteligentemente e imparcial.
Hoy
durante el desayuno del Día de las Madres los panistas le leyeron la
cartilla a su dirigente. ¿Crees que somos tontos le dijeron? y
amenazaron con irse del evento.
Ya se oyen las voces que descalifican su actuar y eso no le conviene.
El PAN no es el PRI, aunque se parezcan mucho.
La militancia no aceptará tan fácilmente a Manuel Villegas y él lo
sabe. Y si bien es cierto tiene la simpatía de unos cuantos, para su
desgracia, la mayoría es gente descalificada al interior del partido y
fuera. Son los que jugaron “las contras” al gobernador del Estado, en el
pasado proceso electoral.
Manuel Villegas ha dicho que viene con todo para quedarse con la
candidatura a la presidencia municipal pero los panistas ya advirtieron a
Omar Núñez, que no permitirán que le siga sirviendo la mesa.
La prueba más clara de ello es que durante el festejo del Día de la
Madres no le permitieron al dirigente del PAN que pusiera una mesa de
presidum, donde por supuesto, estaría Manuel Villegas.
Hay una corriente al interior del PAN que está lista para dar la
batalla a quien se la tengan que dar. Aguasss! Omar porque en su mayoría
son mujeres y muy bravas.
La militancia quiere que el candidato a la presidencia municipal por ese partido sea Lorenzo De Cima Dworak, Agente Fiscal.
Lorenzo De Cima busca ser el candidato a la alcaldía y a decir
verdad, sería un excelente candidato, aunque no reúne algunos
requisitos.
Y es que pareciera que entre los requisitos para ocupar un cargo de
elección están el ser deshonesto, incongruente, déspota, tener cola que
te pisen, una demanda penal, entre otras.
Lorenzo De Cima es todo lo contrario, tanto en lo personal como en lo profesional.
Manuel Villegas tiene todo el derecho de buscar dentro de ese partido
que lo cobijó, una posición en el 2015 pero los riesgos que corre el
PAN si pretende imponer nuevamente un candidato son los mismos que
corrió en el proceso pasado.
Manuel Villegas sabe que tiene una gran desventaja con Lorenzo De
Cima: la militancia está con el Agente Fiscal y ha dicho que no
permitirá ni línea, ni imposiciones.
El reto del ex priista es grande. La tendrá que pelear a la buena, si
es a la mala en su salud lo hallarán. El cuartel de guerra está listo y
en el hay muchas soldade.
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Agueda Barojas/ Domingo, 12 de Mayo de 2013 21:5)
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