miércoles, 1 de mayo de 2013

HOLANDA TIENE EL REY MÁS JÓVEN DE EUROPA

Agencia AP
Amsterdam, Holanda.- Millones de holandeses vestidos de naranja invadieron ayer las calles del país durante las celebraciones por la asunción al trono de su nuevo rey, Guillermo Alejandro, acompañado por su esposa argentina, Máxima, la nueva reina consorte del país.

En un hito que ocurre una vez en una generación en la casa reinante de Orange-Nassau, la reina Beatriz abdicó a favor de su hijo mayor, Guillermo Alejandro, tras un reinado de 33 años.

Máxima, que antes llevaba el título de princesa, se convirtió automáticamente en reina consorte y llenó de alegría a su país natal.

“Es un verdadero orgullo que una argentina haya calado hondo en el pueblo de Holanda”, dijo a The Associated Press, Rubén Tirolo, en la capital argentina.

Para Argentina “es muy importante” la coronación de Máxima, pues ha generado un “cambio positivo” en la monarquía holandesa, señaló María Tomares.

En Ámsterdam en el mar de naranja que dominaba la plaza Dam frente al Palacio Real sobresalía una bandera argentina celeste y blanca con la leyenda en holandés: “Holanda agradece y tiene fe en Máxima”.

EL MONARCA MÁS JOVEN DE EUROPA

Con sus 46 años, el rey Guillermo Alejandro se convirtió en el monarca más joven de Europa y el primero de Holanda en 123 años desde la muerte de Guillermo III en 1890. Al igual que Beatriz antes que él, Guillermo Alejandro asumió el trono en momentos de tensiones sociales y dificultades económicas.

Aunque la monarquía en Holanda cumple un papel principalmente protocolar, Guillermo Alejandro marcó de inmediato el rumbo para preservar su vigencia en el siglo 21.

“Quiero establecer vínculos, hacer conexiones y ejemplificar lo que nos une, el pueblo holandés”, dijo el nuevo rey en la ceremonia de investidura televisada a nivel nacional y que se efectuó en la Iglesia Nueva de Ámsterdam, ante la presencia de las cámaras del Parlamento holandés.

“Como rey, puedo fortalecer los lazos de la confianza mutua entre el pueblo y su gobierno, preservar nuestra democracia y servir al interés público”, manifestó.

La asunción ha suscitado grandes expectativas.

En la mayor parte de la década de 2000, el país estuvo inmerso en un intenso debate nacional sobre el tema de lo que se percibió como el fracaso de la integración de los inmigrantes musulmanes, la mayoría provenientes de África del Norte.

Holanda, país mercantil de de 17 millones de habitantes, ha sufrido en fecha muy reciente recesiones consecutivas. Según estadísticas que difundió ayer la Unión europea, el desempleo en Holanda va en aumento y alcanza 6.4%. La cifra es inferior al promedio de la UE, pero es la más alta en 20 años en la nación.

“Asumo el trabajo (del trono) en un tiempo en el que muchos en el reino se sienten vulnerables e inseguros”, dijo Guillermo Alejandro. “Vulnerables en su trabajo o salud e inseguros sobre sus ingresos y su ambiente cotidiano”.

Visiblemente emocionada, la muy querida Beatriz terminó así su reinado de 33 años en una ceremonia televisada a nivel nacional desde el Palacio Real, en el centro de Ámsterdam, mientras miles de personas vestidas de naranja vitoreaban en las calles.

Cerca de cuatro horas después el rey Guillermo Alejandro, luciendo una capa de piel, hizo su juramento de lealtad al país y la Constitución en la histórica Iglesia Nueva.

La ceremonia fue el último acto formal de un día lleno de emoción en la Casa de Orange-Nassau.

MOMENTO HISTÓRICO

El rey tomó la mano de su madre y la vio a los ojos después de que ambos firmaran el documento de abdicación en el Palacio Real.

Beatriz pareció al borde de las lágrimas cuando se asomó a un balcón decorado con tulipanes, rosas y naranjas, frente a unos 25 mil súbditos.

“Estoy feliz y agradecida de presentarles a su nuevo rey, Guillermo Alejandro”, dijo a la entusiasta multitud, que le cantó “Bea Bedankt” (“Gracias Bea”).

Momentos después Beatriz dejó el balcón y Guillermo Alejandro, Máxima y sus tres hijas, ataviadas con vestidos amarillos, saludaron a la población.

“Querida madre”, le dijo el flamante monarca. “Hoy dejas el trono. Treinta y tres años emotivos e inspiradores. Te estamos profundamente agradecidos”, dijo.

Máxima, de 46 años, cuyo nombre antes de convertirse en miembro de la familia real era Máxima Zorreguieta, es ahora reina consorte. Su hija mayor, Catarina Amalia, es ahora la princesa de Orange y la primera en la línea de sucesión.

EL ENCANTO DE BEATRIZ

Poco después de la abdicación, la Policía arrestó a dos manifestantes en la plaza Dam, uno de ellos vestido con una camiseta que indicaba que era republicano. La Policía los liberó sin presentarles cargos y se disculpó por detenerlos.

En una manifestación antimonárquica en la cercana Plaza Waterloo personas vestidas de blanco llevaban letreros que se burlaban de Guillermo Alejandro.

“La monarquía es una enfermedad de transmisión sexual”, decía uno de ellos.

Algunos expertos creen que Beatriz estuvo en el trono por tanto tiempo en parte por la agitación en Holanda, pues el país tenía problemas para asimilar el número creciente de inmigrantes, en su mayoría musulmanes de África, al tiempo que se alejaba de su reputación como uno de los países más tolerantes del mundo.

Su esposo, el príncipe Claus, murió en 2002 y el año pasado su hijo menor, el príncipe Friso, quedó atrapado por una avalancha cuando esquiaba, lo cual le causó graves daños cerebrales y lo dejó en un estado casi comatoso.

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