sábado, 16 de febrero de 2013

LEVANTAN A LÍDER DE LOS "PANCHOVILLA" EN EDOMEX



Milenio
Edomex.- Luis Enrique Granillo, dirigente del Frente Popular y Campesino Francisco Villa, y cinco personas más fueron levantados por un comando en la comunidad de Santiago Amatepec.

Así lo denunciaron integrantes de esa organización, quienes precisaron que el hecho ocurrió alrededor de las 10:00 de la mañana del viernes, cuando los delincuentes llegaron con copias de un periódico local, en el que Granillo anunciaba la creación de policías comunitarias en la zona.

“Tenemos un asunto pendiente con él”, dijeron los plagiarios, quienes llegaron a bordo de varios vehículos, donde subieron a sus víctimas.

Según los miembros del frente popular, lo cinco levantados con Granillo fueron liberados alrededor de las 15:00 horas, pero no han querido hacer declaraciones.

Habitantes iniciaron un operativo en comunidades de Tierra Caliente para encontrar al líder de la organización.

Un día antes, Granillo explicó en entrevista para MIlenio que con la formación de policías comunitarias buscarán algo más que la seguridad de los habitantes: quieren crear el estado 33 y llamarlo “Calentano”.

Aseguró que la creación de la autodefensa civil forma parte de un proyecto para separar a 37 municipios del Estado de México, Guerrero y Michoacán en la zona de Tierra Caliente, e instaurar un nuevo gobierno autónomo en la zona.

“Estamos en la conformación de estos grupos, pero lo que estamos buscando es tener un movimiento de revolución social que ponga fin al atraso criminal en que está sumida esta zona por culpa de los gobiernos estatal y federal”, expuso.

“Vamos a desconocer a las autoridades municipales y al diputado que representa al sur del estado”, advirtió.

Granillo, quien se identifica como “luchador social”, habló dentro de una casa en la comunidad de Palmar del Chico, municipio de Amatepec. Originario de Tecámac, inició su carrera política en los años 90 y afirma haber trabajado para el equipo de Guillermo González Hernández, ex candidato del PRD a la alcaldía de Tejupilco y uno de los protagonistas del llamado Tejupilcazo, una reyerta electoral ocurrida el 12 de diciembre de 1990 que dejó tres muertos.

De hecho, varios de quienes quieren las fuerzas de autodefensa son perredistas, pero Granillo afirmo que el movimiento es apartidista.

“Los gobiernos del PRI y PRD que han gobernado esta zona le han fallado a la gente y no buscamos tener vínculos con ellos.”, señaló.

En los grupos de autodefensa que están en preparación apenas se contabilizan unos 20 elementos; sin embargo, Granillo subrayó que cuentan con 500 voluntarios.

Uno de ellos es Misael Carbajal, integrante del Frente Popular, a quien no le interesa tanto el tema político como el de la seguridad en la región, que es asolada desde 2009 por enfrentamientos entre La Familia Michoacana y sus rivales.

“Todo lo que pasa es por culpa de La Familia. Ellos extorsionan, levantan, sin importar si son mujeres, niños o jóvenes. Ya estamos cansados”, dijo.

—¿No temes unirte a la autodefensa?

—No. Sé que algún día voy a morir, así que quiero que mi muerte valga la pena.

La alerta por los grupos de autodefensa en el sur provocó que la Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegara retenes en los caminos que llevan a Amatepec y Tlatlaya. Además, en la región hay una base de operaciones mixtas encabezada por el Ejército. A esto se suman cinco retenes de las corporaciones locales y la Policía Federal instalados desde Zinacantepec hasta Tejupilco, en las que se incluyen detectores de metales y equipos caninos.

Pero la versión de la policía sureña es que simplemente no pasa nada.

“Son puros rumores, es negativo todo eso”, dijo el agente estatal Alberto Albarrán, destacamentado en Amatepec.

—Pero los pobladores dicen que hay enfrentamientos, emboscadas…

—No, no. Nada de eso. Hacemos rondines aquí, patrullamos día y noche y no hay nada.


Ejecución a 21 grados centígrados

Ataque afuera de librería. Testimonio: Se notó que no conocían el lugar porque uno de ellos había preguntado al mesero dónde estaban los baños. Sujetos de no más de 35 años. Pagaron la cuenta y salieron cada quien por su lado. O era solo contra uno, o el otro se salvó.

Braulio Peralta/ Crónica
México • Son las 11:45 del 15 de febrero. Zona Rosa. Hamburgo 126. Un hombre sale de la librería y cafetería El Péndulo con una bolsa roja en la mano izquierda. Apenas baja los escalones que dan a la calle cuando, desde una moto, alguien detona cinco disparos. Los impactos quedan sobre su cabeza, a excepción de una bala que atraviesa el cristal del restaurante Vips. En un instante, consternada, la gente se arremolina para observar a unos metros del crimen. Un charco de sangre recorre la banqueta. La policía no llega sino 15 o 20 minu
tos después.

Yo estaba en El Péndulo buscando un libro acerca de Frida Kahlo. Al que asesinaron, salió de allí. No estaba solo. Había tomado un café y pan con otro desconocido, que salió antes. Los vimos todos los que estábamos en la librería. Se notó que no conocían el lugar porque uno de ellos había preguntado al mesero dónde estaban los baños. Sujetos de no más de 35 años. Pagaron la cuenta y salieron cada quien por su lado. O era solo contra uno, o el otro se salvó.

En la banqueta, yacía el asesinado calzado con zapatos cafés, sin calcetines y vestido con pantalón vaquero azul y camisa blanca a rayas negras. Pelo crespo. Sujetaba con fuerza su bolsa roja. ¿Qué traía en el interior? Cuando llegaron dos policías, lo cubrieron con una manta azul. Ya éramos cincuenta personas alrededor. Minutos más tarde llegarían las patrullas y los cuerpos de seguridad. Nadie supo nada de la moto que salió en estampida.

La imagen es como aquella fotografía de Manuel Álvarez Bravo del obrero asesinado en la calle, en los años 50. Pero en este caso el occiso estaba boca bajo, arremolinado sobre la espalda, donde apenas se le veía el rostro. Quedó a metro y medio del número 126 de la calle de Hamburgo. Los lentes que traía quedaron a unos pasos de su cabeza. La foto lo constata. Hasta las tres de la tarde, nadie sabíamos el nombre del occiso.

Tarde pero reaccioné a mi impresión. Avisé del suceso al diario. Hablé con la persona que más amo, sobre el shock, que no alcanzaba a creer. Empecé a preguntar. Nadie sabía nada. Un policía me confirmaba: “no dieron con la moto”. Y alguien más, del servicio público, socarronamente me dijo: “para qué tanto chisme…” Crecía la estupefacción. Tomé las fotos del cadáver con mi Iphone. Un asesinado más a la lista de violencia generalizada. ¿A quién le importa?

¿Será un ciudadano como cualquiera de nosotros o está involucrado en narcomenudeo, crimen organizado, con la banda de Los Zetas o qué? La duda nos recorre la piel. Es lo más cerca que he estado de un crimen. ¿Qué van a decir las autoridades? ¡En la Zona Rosa! Cerca de la embajada de Estados Unidos, a unos pasos de los servicios de la policía capitalina, en una mañana de 21 grados centígrados. Cuando nos anuncian que nuestra Ciudad de México es una de las más seguras del mundo. Algo tendrá qué hacer Miguel Ángel Mancera.

Acordonados en El Péndulo, tuvimos que salir por el estacionamiento, 40 minutos después del crimen en el primer cuadro de nuestra querida Ciudad de México.

Twitter: @Braulio_Peralta
(ZOCALO/MIlenio/16/02/2013 - 08:24 AM)

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