domingo, 23 de diciembre de 2012

DECLARAN INOCENTE AL EX DIRECTOR FORESTAL DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA



Lourdes Díaz López
Chihuahua— Óscar Estrada, ex director de Desarrollo Forestal del Gobierno del Estado, y ex titular de la Conafor en Chihuahua, con 31 años en la actividad forestal, el pasado 8 de diciembre salió de prisión por falta de elementos que probaran su culpabilidad en el delito ambiental del que se le acusaba, tras 7 meses encarcelado.

Decepcionado de la aplicación de la justicia en Chihuahua, dice no entender cómo duermen tranquilas las personas que están para aplicar la ley, pero son injustos, como la jueza Tercero de lo Penal y los MP de la PGR, que llevaron su caso y que finalmente, tres magistrados y tres jueces, consideraron que no había delito.

Leonardo Sotelo y Silvestre Anchondo, son los responsables de que estuviera en la cárcel, dice, además de la juez que determinó que con la sola presunción del delito ameritaba cárcel.

Leonardo Sotelo y Silvestre Álvarez Anchondo, estuvieron detrás de la denuncia que lo acusaban de haber cortado 10 pinos de 120 centímetros de diámetro, dimensiones que asegura, ni siquiera existen, sabiendo que es delito grave y lo mantendrían en la cárcel mientras comprobaba su inocencia.

Leonardo Sotelo se ostentó como el original dueño de los derechos de aprovechamiento forestal, y Silvestre Álvarez, como el original dueño del predio del ejido Guaynopa, y la intención era mantenerlo en la cárcel el mayor tiempo posible, buscaban desesperarlo para que los 22 ejidatarios renunciaran a sus derechos por miedo, y que le cedieran el predio a Silvestre Álvarez quien hace 33 años lo perdió cuando la PGR se lo confiscó por hacer uso ilícito de él y lo puso a disposición de la Secretaría de la Reforma Agraria, misma que a su vez lo convirtió en el ejido Guaynopa del que Óscar Estrada y otros 21 personas son ejidatarias.

Desde 1982, Álvarez Anchondo ha intentado recuperar el predio, y se amparó en 4 ocasiones, en 1982, 1984,1986 y 2010, mismas en las que se le negó.

Entre las opciones que el denunciante buscó para recuperar el predio fue inventar el delito ambiental contra otras 12 personas, entre ellas gente que ni siquiera era ejidataria a fin de presionarlos para que renunciaran a sus derechos.

Lo más triste dice, es que las personas que aplican la ley, no lo hagan con la lógica, pues la denuncia se presentó en Jalisco y algunos de los supuestos acompañantes en la tala de árboles de la que se les acusó que cometieron en el 2010 murieron en el 2007, “resulta que me vieron junto con Jesús Manuel Valdés Díaz cortando pinos, en una fecha en la que éste hombre tenía tres años de haber muerto, pero probar eso no valió de nada durante el juicio.

También pedimos carearnos con los denunciantes, los testigos y los supuestos terceros afectados que son Leonardo Sotelo y Silvestre Álvarez, que ni con la fuerza pública los lograron presentar nunca.

Para la jueza fue suficiente la presunción del delito para mantenerme detenido, porque los delitos ambientales son delitos graves que se persiguen de oficio y no alcanzan fianza. Interpusimos el amparo de revisión, y el caso estuvo en manos de los magistrados Jesús Martínez Calderón, José Martín Hernández Simental y Martha Olivia Tello, quienes consideraron que no había elementos para enjuiciarlo y le ordenaron a la jueza que lo dejara en libertad, explicó Estrada Murrieta.

Los jueces Segundo, Octavo y Décimo de lo Penal, tampoco estuvieron de acuerdo con que el delito existiera, debido a que de los 13 denunciados, 7 se ampararon en alguno de estos juzgados y a los 7 se les otorgó el amparo, por lo que fueron seis juzgadores diferentes que sí alcanzaron a ver la lógica del caso, comentó Estrada Murrieta.

Comenta que durante estos 7 meses, se dedicó a escribir un libro que tenía años de haber iniciado, denominado “Ejido El Largo, Historia de un Bosque Eterno”, que cuenta la historia de 1884 al 2013, el cual será publicado por la organización no gubernamental “Rain Forest Alliance”.

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