Pretende dejar inconclusa la construcción
de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental y reducir el número de
plantas potabilizadoras
HERMOSILLO.- El consorcio
Grupo México, responsable del peor desastre minero en el país tras el derrame
de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado y otros metales al río
Sonora, pretende suspender la construcción de la clínica destinada a los
afectados por la contaminación y sólo entregar un centro comunitario.
A finales de marzo anterior,
en una reunión con representantes del gobierno estatal y de la Secretaría de
Gobernación, la empresa propiedad de Germán Larrea propuso reducir, de 27 a 9,
las plantas de tratamiento para sanear las aguas del cauce.
Wenceslao Cota Montoya,
delegado de Gobernación en Sonora, aseguró que los representantes de Grupo
México ante el comité técnico del fideicomiso, creado para atender a los
afectados, impulsan la propuesta de suspender la construcción de la Unidad de
Vigilancia Epidemiológica y Ambiental (Uveas) y las plantas potabilizadoras.
Refirió que los empresarios
pretenden dejar de invertir en laboratorios y equipo clínico, y sólo entregar
un edificio vacío que, a casi tres años del peor desastre ambiental en la
historia del país (6 de agosto de 2014) todavía construye el consorcio minero.
Según las pláticas que
sostienen con los gobiernos estatal y federal, los directivos de Grupo México
pretenden así resarcir el daño provocado a la salud y el entorno de 360
habitantes de los ocho municipios afectados: Arizpe, Banámichi, Bacanuchi,
Huepac, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora y Ures.
La clínica que se comprometió
a construir la empresa minera se planeó para dar seguimiento a la salud de los
afectados por altos niveles de metales pesados, entre ellos 99 menores y más de
40 adultos mayores. Se planteó también que el Uveas sería el centro de
operaciones para monitorear la sanidad del agua de los pozos y del cauce del
río Sonora por 15 años.
Ahora, el consorcio de Germán
Larrea pretende incumplir los compromisos pactados con los lugareños, a pesar
de las daños que causó el derrame de tóxicos proveniente de la mina Buenavista
del Cobre, ubicada en el municipio de Cananea.
Según la propuesta, el Uveas
se destinará para otro fin. Se va a entregar para el desarrollo comunitario y
el gobierno del estado determinará el uso, por ejemplo: si se convierte en
centro de capacitación o para servicios a la comunidad, destacó el delegado de
la Secretaría de Gobernación.
De ser así, Grupo México
incumplirá los acuerdos en materia de salud, ambiental y económica hechos con
los pobladores, entre ellos el número de plantas potabilizadoras que
construiría, en beneficio de 25 mil habitantes de la región, que redujo de 27 a
9.
El consorcio minero tomó esta
decisión con base a los estudios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y
de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris),
según los cuales disminuyeron los niveles de metales pesados en las aguas del
río, dijo Cota Montoya.
La única planta que funciona
se encuentra en Bacanuchi, pero no opera pues la compañía y el ayuntamiento se
niegan a pagar el mantenimiento.
DAÑOS A LA SALUD
La mayoría de personas que
resultaron con afectaciones a la salud a causa del derrame de 540 toneladas de
sulfato de cobre acidulado y otros metales al río Sonora viven en Ures (96),
Aconchi (73), Baviácora (63), Arizpe (53) y Banámichi (39).
Los principales problemas
generados por los tóxicos son dermatológicos: 290 casos diagnosticados, según
la Cofepris, seguido de enfermedades gastrointestinales (18 casos) y
oftalmológicas (17); incluso 12 padecimientos neurológicos generados por la
intoxicación con metales pesados.
En la actualidad los
pobladores continúan expuestos a la contaminación del agua de los pozos
alimentados por el río Sonora.
(DOSSIER POLITICO/ Tomado
de:/2017-05-15)
No hay comentarios:
Publicar un comentario