FOTOS: Isai Bermudez / cortesia
Casi la mitad de la población de la
penitenciaría estuvo en rebelión y amenazando con un motín, tienen cerillos,
rastrillos, plásticos y no son vigilados constantemente en sus celdas por falta
de personal. Los iniciadores son criminales de alta peligrosidad. En las últimas
semanas han incendiado cobijas, uno brincó el primer cerco, hay
autoflagelaciones, varias peleas y custodios agredidos
En las inmediaciones del
penal de “El Hongo”, los gritos de los internos es lo único que rompe el
monólogo del viento. Un hombre acaba de saltar el primer cerco de seguridad y
los reos alardean y festejan. Las unidades caninas también se dejan escuchar
dentro.
Hace frío el martes 9 de
mayo. Pero no como acostumbra el área, cuando en invierno llega a menos de cero
grados centígrados. No solo los reos se quejan de la falta de ropa para las
heladas temperaturas; los custodios también tienen carencias.
La semana pasada fueron los
días más tensos en las cárceles de Baja California en la administración de
Francisco Vega de Lamadrid, en la cual se ha abandonado, se han desviado
recursos y no se deteriora el sistema penitenciario, coincide el personal.
Varias hechos detonaron que
la mitad de la población encarcelada dejara de ingerir alimentos en señal de
protesta, se quejan de su mal sabor y calidad, además de otras protestas: un
mal servicio médico, revisiones exhaustivas a sus familiares y la ausencia de
televisiones en sus estancias.
La resistencia de los
reclusos en “El Hongo 1” ha sido solo un aviso a las autoridades y a los
ciudadanos de que algo está mal. Pero no ha sido la única. Una nariz quebrada a
un custodio, hombres cortándose las venas constantemente, abusos a familiares a
la hora de las revisiones, custodios mal pagados y desatendidos, la bola de
nieve aún no crece lo suficiente.
TODO INICIÓ EN EL EDIFICIO H4
Testimonios de diversos
custodios y personal coinciden que son testigos del mal servicio médico que
padecen los internos, no así la comida. Uno de ellos explica que
aproximadamente hace seis meses empezó la decadencia médica, desabasto de
medicamentos, falta de doctores, de enfermeros y de personal.
PIDEN TRATO DIGNO Y TELEVISION
Pero algunas señales
comenzaron en el edificio denominado H4 hace mes y medio, uno de los custodios
caminó por los pasillos donde los presos permanecen amenazándolos y, por orden
del comandante, a todos se les castigaría con que no podrían salir a la
“yarda”, que no recibirían visitas, entre otras restricciones.
Uno de los oficiales reveló a
ZETA que a pesar que se trataba de mentiras sobre tales castigos y la supuesta
orden del comandante, los reclusos iniciaron una inconformidad general, gritos
y manifestaciones de irritación.
Hace un poco más de dos
semanas, un miércoles, en el área donde se celebran las sesiones de la Comisión
Disciplinaria (ver mapa), una mesa para sancionar a los internos por mal
comportamiento, tres reclusos participaron en una pelea.
Según las versiones del
personal del Centro de Reinserción Social (CERESO), la pelea fue entre internos del edificio H6,
donde se reguardan los perfiles criminales más altos, al igual que en el
edificio H7. Los internos involucrados presentaban lesiones, esposados, fueron
rociados con gas pimienta. El médico los certificó y fueron trasladados a unos
cubículos en el primer piso de área denominada “Íntima” (adonde se llevan las
visitas conyugales, ver mapa). Fueron igualmente castigados.
Una semana antes de este
hecho, se registró otro enfrentamiento en la “yarda”, el área libre donde los
presos pueden transitar dos horas cada semana. Los dos internos tuvieron golpes
contusos y fueron separados.
Este último desencuentro sumó
más tensión en el penal, pues el castigo no se aplicó únicamente a los internos
agresivos, sino a todo el pasillo, así se le llama a cada ala de los edificios,
de forma que hacen una X. Los edificios tienen cuatro niveles, y cada pasillo
alberga doce estancias (celdas) con siete reos cada una, por lo general.
Así que a los presos del
Primero Bravo del H5 (Primer Nivel del edificio) se les quitó la yarda; se les
retiraron sus pertenencias y únicamente se les dejó en bóxer por un día. Al día
siguiente les dieron su pantalón y duraron así hasta que les tocó visita el fin
de semana. No más de tres días.
En ese periodo también se
registró una agresión a un custodio en el edificio H1. Uno de los internos lo
empujó; en ese mismo edificio (ver mapa), donde se encuentran los enfermos
psiquiátricos, han incendiado cobijas en dos ocasiones en las últimas semanas,
y prácticamente a diario los internos se realizan cortadas superficiales para
poder ser llevados ante el médico. Los rastrillos y los cerillos son vendidos
en las tiendas de abastecimiento de la penitenciaría.
En el edificio H4, otro
ataque a un oficial le dejó la nariz supuestamente fracturada. Cuando se dan
las revisiones a las celdas, los agentes retiran botellas de agua que los
reclusos usan como pesas para ejercitarse a falta de gimnasio, para que no
puedan desarrollar más fuerza que ellos.
ZETA hizo una visita a las
afueras del reclusorio el martes 9 de mayo, en ese momento, el subsecretario
David Limón Grijalva se encontraba en el interior junto al comandante Eduardo
Montero (máxima autoridad). Uno de los internos intentó escapar, brincó el
primer cerco de aproximadamente de tres metros y fue detenido.
Ese día, 74 reos de alta
peligrosidad fueron trasladados a un área de mediana seguridad en el penal de
mínima seguridad, entre ellos José Valdemar Escobedo, perteneciente a una banda
de secuestro que en 2010 privó de su libertad a una joven en Playas de Tijuana
y cobraron el rescate de 20 mil dólares a la familia, tras 13 días de retener a
la mujer.
Igualmente movieron a Luis
Enrique Ponce Angulo “El Chore”, acusado de narcotráfico y aprehendido en 2010
con armas de fuego y cristal.
Junto con los mencionados que
se consideran los incitadores, se encuentra Damián Eliud Elizondo, detenido en
2007 junto con su pareja Dulce Karina Rodríguez Tapia por haber golpeado hasta
la muerte a su hija.
LA HUELGA
Según el reporte de las
autoridades, el viernes 5 de mayo de 2017 unos 300 internos comenzaron una
huelga de hambre; sus familiares corrieron el rumor de un motín violento, e
incluso, algunos medios manejaron un muerto que no existió.
Eduardo Montero, ex director
de Seguridad Pública de Rosarito, fue nombrado hace dos meses como comandante
interior, es la máxima autoridad dentro del penal, su llegada ha provocado el
descontento tanto de internos, como de familiares y custodios.
Para el sábado 6, la
población inconformes se había duplicado: 750 reclusos se negaron a recibir
alimentos. El domingo el reporte era que se trataba de mil 500 presos unidos en
la manifestación, prácticamente la mitad del penal de mediana y alta seguridad
“El Hongo 1”; en el penal de mínima seguridad “El Hongo 2” (ver el mapa) no
hubo agitación.
El lunes, es decir,
terminando los días de visita que son los fines de semana, casi la mitad de los
reos que se mantenían en huelga aceptaron comida, la mayoría únicamente no
aceptó la cena, que consiste en un pan dulce o salado y una bebida.
El martes 9 de mayo solamente
300 reclusos se mantenían sin comer, el miércoles 10, entre 100 y 150
insistieron para que se cumplieran sus peticiones, y para el jueves 11, la
Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) fue testigo que la huelga de hambre
cedió por completo.
Eduardo Montero
Uno de los reos se comunicó
con ZETA vía telefónica para quejarse del sabor y la calidad de los alimentos,
además de la deficiente atención médica.
Lo mismo una madre de un interno, quien contó el maltrato y hostigamiento que
sufren tanto familiares como reclusos.
Revisaron su vagina y ano sin encontrar
nada
El 24 de marzo, la CEDH
emitió una recomendación a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado por
agresiones que sufrió la madre de un interno en “El Hongo”.
La mujer de 50 años de edad
sufrió lesiones después que una doctora le revisara con los dedos la vagina y
el ano en búsqueda de “algo raro” que detectó uno de los oficiales. Primero se
le desnudó para tomarle Rayos X y se le retuvo por una hora sin recibir
inspección. Tuvo que ser operada posteriormente en el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS) por un pólipo (tejido adicional en el cuello de la
matriz), a consecuencia de la exploración vaginal. Además, narró a la CEDH que
jamás se le informó que se le exploraría el ano.
“La Doctora se puso un guante
y gel en su mano derecha, e introdujo sus dedos en mi vagina y ano, y yo me
sentí muy mal por todo lo que había sucedido y con la revisión humillante de la
Doctora me sentí peor, me sentí como si me estuviera violando, y después de
revisarme…”, refiere el testimonio de la mujer (CEDHBC/TIJ/Q/382/16/2VG).
EL DESASTRE MÉDICO
ZETA entrevistó a personal
del área médica y describen como “un desastre” la administración y el servicio.
Difícilmente en alguno de los turnos (son tres) se completa el personal médico.
Tampoco las cuadrillas de custodios están completos. En el edificio H7, donde
se encuentran los de máxima peligrosidad, hay un solo oficial por las noches.
Igualmente en la de mínima
seguridad, los puntos de revisión (Deltas) son desactivaos por falta de
personal, algunos son enviados a la de mediana seguridad, es decir, de “El
Hongo 2” al “1”, contrario a un traslado que se realizó el martes 9 de mayo,
cuando 74 reos de alta peligrosidad fueron llevados al de mínima, donde por
cierto, no se cuenta con médico en el turno vespertino.
Los doctores en el penal de
mínima seguridad tienen un listado de pacientes de 20 reos; en la de mediana
son hasta 40 enfermos cada día, más los que se encuentran hospitalizados y
exigen atención o medicamentos, los cuales no se les proporcionan, confirmó
personal del CERESO.
Uno de los médicos confió a
ZETA que el declive de sistema penitenciario en el área médica coincidió con la
llegada del gobernador Francisco Vega de Lamadrid: “No nos han aumentado nada
de nada, ni sueldo ni algunas prestaciones de Ley, siempre faltan medicamentos
o instrumentos, apenas empezaron a descontar lo del retiro por el ISSSTECALI”,
describe.
“Hay área de Rayos X de
punta, pero no funciona porque no hay radiólogo, igual un consultorio de
oftalmología con aparatos muy sofisticados y caros, pero jamás se ha usado, un
quirófano que tampoco se utiliza…”, agregó otro de los doctores.
POCOS CUSTODIOS DESATENDIDOS Y MAL PAGADOS
Varios custodios
entrevistados muestran inconformidad con las condiciones laborales. Tienen
también cuatro años sin aumento. Perciben por semana aproximadamente 2 mil 700
pesos. Son arrestados constantemente por el comandante interior actual.
Además, les han hecho
promesas de aumento y no las han cumplido. Los uniformes que les dan son de
mala calidad. ZETA pudo atestiguar a simple vista las malas condiciones del
equipo de los guardias, desgastados, chalecos antibalas descosidos, camisas
descoloridas.
CUSTODIOS EN EL OLVIDO
“Este año nos dieron un
pantalón de buena marca, pero con anterioridad nos dan de muy mala calidad, uno
tiene que comprar su equipo y donarlo porque ya no permiten sacarlo, se anuncia
compra de equipo, inversiones millonarias para remodelación, pero nunca las
vemos”, sentenció uno de los uniformados.
Tampoco se les proporcionó la
“gratificación” de Policía Acreditada (70 mil pesos por agente), pues se les
dijo que a pesar de haber cubierto la academia, no son considerados policías
como los integrantes de la Estatal Preventiva (PEP). Malos tratos de los
mandos, mayor trabajo por falta de compañeros; uno explicó: “Hasta los K9
(perros policías) no son tratados de la mejor manera, no descansan, están en
jaulas al aire libre, uno de los perros se convulsionó y el veterinario dijo
que fue por estrés”.
ANALIZARÁN SI LES PERMITEN LAS TELEVISIONES
De acuerdo con el
subsecretario del Sistema Estatal Penitenciario, David Limón Grijalva, las
inconformidades entre los internos iniciaron cuando el capitán Eduardo Montero
asumió la dirección de “El Hongo 2”.
“Los internos han reclamado
que la revisión ha sido muy exhaustiva a los familiares”, precisó. Estos
cambios de criterio, aunados a la inconformidad con las dietas saturadas en
grasa, lo cual les provoca problemas digestivos, la falta de medicamentos y de
atención médica, hicieron que un grupo iniciara la huelga de hambre.
Según el funcionario estatal,
un grupo de “líderes” entre los internos comenzaron la huelga, quienes se
comunicaron con otros inconformes e incluso por medio de amenazas, consiguieron
sumar a más reos.
No obstante, el martes 9 de mayo
por la noche, este grupo fue trasladado a otros CERESOs.
Sobre la atención médica,
detalló que durante tres días, personal de la Secretaría de Salud participó en
brigadas, mientras que celda por celda se ofrecen antiácidos como Melox, Pepto
Bismol y Omeprazol por medio de un carrito. Con ello se atienden el 60 por
ciento de los malestares de los internos.
Admite que hay vacantes y
problemas para conseguir médicos que pasen los exámenes de confianza y que
accedan a ir al penal, aunque negó desabasto sistemático de medicamentos.
En cuanto a la dieta, precisó
algunos platillos que consumen, como chilaquiles rojos, chicharrón en salsa
roja y pollo en chipotle. “Yo he desayunado, comido y cenado en todos los
CERESOs”, afirmó.
La otra petición de los internos
es contar con televisión en las celdas. Aunque no está permitido en “El Hongo”
por tratarse de un sector con perfil criminológico alto como secuestro,
homicidio y violación, el subsecretario no descartó que se puedan introducir
estos aparatos.
“Necesitamos someterlo a la
Comisión de Honor y Justicia para analizar si permitimos”, concluyó.
CEDH INVESTIGARÁ
La Comisión Estatal de los
Derechos Humanos de Baja California estuvo durante la huelga de hambre a través
de sus visitadores. El viernes 5 de mayo, la defensoría abrió el expediente
432/17, a la vez que emitió una solicitud de medidas cautelares a la Secretaría
de Seguridad Pública del Estado (SSPE), a efecto de prevenir violaciones a los
derechos humanos de los internos.
Durante los días de vigencia
de la huelga, personal de la CEDH mantuvo presencia realizando entrevistas,
celda por celda, y verificó la presencia de brigadas médicas de la Secretaría
de Salud.
En lo que va de 2017 se han
presentado 308 quejas correspondientes a la Segunda Visitaduría General de la
CEDH, la cual atiende todas las quejas y temas relacionados al Sistema
Penitenciario en la entidad. Las quejas están distribuidas de la siguiente
manera: Tijuana, 167; Tecate, 110; Mexicali, 29; Ensenada, dos.
Los principales derechos
humanos presuntamente vulnerados en dichas quejas, son el derecho a la
seguridad jurídica, a la protección de la salud y al trato digno. Los
principales hechos violatorios son acciones u omisiones contrarias a los
derechos a las personas privadas de su libertad; omitir proporcionar atención
médica a las personas privadas de su libertad; y acciones u omisiones que
transgreden los derechos de las personas privadas de su libertad.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / ISAÍ
LARA BERMÚDEZ/ LUNES, 15 MAYO, 2017 12:00 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario