lunes, 4 de febrero de 2013

FUERZAS DE SEGURIDAD MEXICANAS SE COORDINAN PARA COMBATIR A LOS CÁRTELES DE DROGA EN CINCO REGIONES DEL PAÍS


Julieta Pelcastre
Violencia del crimen organizado: Las fuerzas de seguridad mexicanas serán organizadas en cinco regiones para combatir a los cárteles de la droga. Esta gráfica muestra la cantidad de asesinatos por región en 2011, el año más reciente para el que existen estadísticas disponibles. 

Violencia del crimen organizado: Las fuerzas de seguridad mexicanas serán organizadas en cinco regiones para combatir a los cárteles de la droga. Esta gráfica muestra la cantidad de asesinatos por región en 2011, el año más reciente para el que existen estadísticas disponibles. [Ilustración: Ágora / José Luis Polo]

Las fuerzas de seguridad mexicanas serán divididas en cinco regiones geográficas en la continua batalla contra el Cártel de Sinaloa, Los Zetas, La Familia Michoacana y otras organizaciones criminales transnacionales, según señaló el gobierno.

El plan del presidente Enrique Peña Nieto contempla que las fuerzas militares se coordinen con las fuerzas policiales federales, estatales y locales en cada una de las regiones para combatir a los violentos cárteles de las drogas. El presidente anunció la iniciativa el 17 de diciembre de 2012, cuando anunció detalles de su plan general de seguridad.

Las fuerzas de seguridad serán divididas en cinco regiones “para obtener la máxima eficiencia”, dijo Peña Nieto cuando presentó su plan. “Habrá orden, confianza, responsabilidades y competencias claras en los tres niveles de gobierno”, agregó el presidente.

Adaptación de las políticas de seguridad a las necesidades de cada región

Las fuerzas de seguridad en cada una de las regiones serán capaces de adaptar sus estrategias y tácticas de acuerdo a sus necesidades respectivas, manifestó el gobierno federal. Una estrategia particular contra un grupo del crimen organizado en una región puede no ser el mejor enfoque contra otro cártel en otra región.

El plan pide a las Fuerzas Armadas que se coordinen con la Procuraduría General (PGR) y la policía, estatal y local de cada región. Cada estado puede incluirse en más de una región de seguridad, indicaron las autoridades gubernativas federales. Las zonas deben estar operando para marzo de 2013.

Las cinco zonas de seguridad

El país será dividido en estas zonas de seguridad:

• La Región Uno estará compuesta por los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Estos estados están entre los que experimentaron la peor violencia en el país en años recientes. Esta región también será conocida como Zona Noroeste.

• La Región Dos incluirá Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas. Estos estados registraron los niveles más altos de violencia de los cárteles de la droga en 2011 y 2012. Los Zetas están combatiendo a una alianza entre el Cártel del Golfo (CDG) y el Cártel de Sinaloa por el control de las rutas de tráfico de drogas en Coahuila, San Luis Potosí y Nuevo León. Los Zetas y el CDG también están peleando en Tamaulipas. Esta región también será conocida como Zona Nordeste.

• La Región Tres incluirá los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas. La región ha sido el escenario de sangrientos enfrentamientos entre La Familia Michoacana y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, que está aliado con el Cártel de Sinaloa. La región también será conocida como Zona Occidental.

• La Región Cuatro incluirá el Distrito Federal, el Estado de México, Guerrero, Hidalgo Morelos, Puebla y Tlaxcala. La actividad del crimen organizado se ha incrementado en estos estados en meses recientes, según indicaron las autoridades militares. Por ejemplo, en Guerrero, Los Zetas, el Cártel de Sinaloa, la Organización Beltrán Leyva (BLO) y los Caballeros Templarios están luchando por el control de las rutas de tráfico de drogas. Esta región también será conocida como la Zona Central.

• La Región Cinco incluirá los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, y Yucatán. Estos estados incluyen importantes rutas para el contrabando de drogas y tráfico de personas. Por ejemplo, Los Zetas pelean contra el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa en Veracruz por el control de las rutas de tráfico de drogas. Esta región también será conocida como Zona Sudeste.

Elogio de la iniciativa regional

Dividir al país en regiones de seguridad debe mejorar la coordinación entre las Fuerzas Armadas, la PGR y las fuerzas policiales federales, estatales y locales, explicó Carlos Mendoza Mora, analista de seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Reorganizar nuevos planes de inteligencia y delinear de manera específica nuevos planes de acción nos permitirá ver resultados más pronto”, agregó Mendoza Mora. “Son buenas prácticas, han funcionado anteriormente”.

El enfoque regional podría ayudar a las fuerzas de seguridad mexicanas a reunir y coordinar más inteligencia sobre las organizaciones criminales transnacionales, comentó Mendoza Mora. Eso, a su vez, ayudará a los esfuerzos en cooperación entre fuerzas de seguridad mexicanas y estadounidenses en el combate al crimen organizado. Los dos países cooperan en el combate contra organizaciones criminales transnacionales, principalmente compartiendo información. Si las fuerzas de seguridad mexicanas reúnen más inteligencia sobre las organizaciones criminales transnacionales, la cantidad de información que comparten ambos países aumentará.

“Veremos un mayor número de arrestos y más importantes” de líderes de cárteles de la droga, indicó el analista.

El Cártel de Sinaloa y Los Zetas controlan la mayor parte del tráfico de drogas

Siete grandes organizaciones criminales transnacionales operan en todo el país, como han dicho analistas de seguridad y funcionarios militares: Los Zetas, el CDG, la Organización Beltrán Leyva, El Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación, los Caballeros Templarios y el Cártel de Juárez.

Gracias principalmente a los éxitos de las fuerzas de seguridad, el Cártel de Juárez ha sido debilitado en años recientes, comentaron las autoridades de seguridad. Varios grupos más pequeños asociados con el cártel siguen operando abiertamente. Uno de ellos es La Línea, que ha operado como el brazo armado del cártel.

El Cártel de Sinaloa, encabezado por el capo fugitivo Joaquín “El Chapo” Guzmán, y Los Zetas controlan aproximadamente el 80 por ciento del tráfico de drogas ilegales en el país, de acuerdo a reportes publicados. Los Zetas son encabezados por Miguel Ángel Treviño Morales, quien también es conocido como “Comandante 40”, “Z-40” y “40”. Tomó el control del cártel de la droga después de que marinos mataran al líder Heriberto Lazcano Lazcano en Progreso, Coahuila, en octubre de 2012. Lazcano era conocido como “El Verdugo”, “El Lazca” y “Z-3”.

¿Se verán empujados los cárteles de la droga hacia Centro y Sudamérica?

El enfoque de seguridad regional deberá dificultar al Cártel de Sinaloa, Los Zetas y otras organizaciones criminales transnacionales el transporte de drogas ilegales desde México, manifestó Mendoza Mora. Eso puede hacer que algunos de los cárteles de la droga aumenten sus operaciones en Centro y Sudamérica.

En diciembre de 2006, el entonces presidente Felipe Calderón ordenó a los militares enfrentar a las violentas organizaciones criminales transnacionales.

Entre diciembre de 2006 y el 31 de diciembre de 2012, más de cien mil personas han sido asesinadas en México, de acuerdo con reportes publicados.

En diciembre de 2012 se registraron 755 asesinatos en el país, reportó Reforma. Ese mes, Sinaloa fue el estado con el mayor número de asesinatos conectados al crimen organizado, con 127. Coahuila tuvo 98 asesinatos conectados a organizaciones criminales transnacionales, de acuerdo a reportes publicados.

(Agorarevista.com/ Julieta Pelcastre/04 de febrero 2013)
EPN, Punta Mita y el escaso valor de la mentira Por: Alejandro Páez Varela - febrero 4 de 2013 - 0:00 COLUMNAS, Historia de unos días - 22 comentarios En vivo, de cara a la nación, el Presidente Bill Clinton negó haber tenido relaciones sexuales con Mónica Lewinsky. La presión era mucha. Los tribunales habían recibido ya una denuncia de la becaria y la prensa repetía el caso hasta el cansancio. Clinton mintió y debió aceptarlo. Porque la otra opción era que discutiera que para él, un jugueteo que incluía actos sexuales hardcore no eran “relaciones sexuales” en forma. Y debió aceptarlo y pagar con el descrédito (y la derrota electoral) porque la sociedad estadounidense lo presionó hasta el borde de casi dejarlo en la calle. Casos como el de Clinton se repiten en el mundo cada de cuando en cuando. Al que llaman “rey” en España, Juan Carlos, ha debido salir al público a ofrecer disculpas y decir “no lo vuelvo a hacer”, por ejemplo, después de haber asesinado a un elefante (con más virtudes que él, un zángano). No me puedo quitar de la cabeza: ¿Cómo es que los políticos en México, como Enrique Peña Nieto, pueden mentir con tanta facilidad sin que nadie les exija, ni un tribunal ni los ciudadanos, que enfrenten a la Nación? Tengo sospechas. Creo que es porque somos una sociedad de mal informados, y porque nuestros políticos, casi todos, son una bola de mentirosos. Entonces la mentira pierde su valor. Una mentira, la que sea, es tolerada porque de mentiras se construye la política mexicana. Eso creo. No siento estar muy alejado de la realidad. Las dos mentiras más famosas del último año y medio, vinculadas con Peña Nieto, son de una importancia toral para el país. De la primera hablé aquí mismo hace poco tiempo: Cuando, en su Sexto Informe de Gobierno, dijo que habían disminuido los homicidios en el Estado de México. Mintió, y a niveles realmente escandalosos: un periodista de The Economist, y no uno de nosotros, lo descubrió. La segunda es todavía peor. El coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, le pregunta a Luis Videgaray, el hombre fuerte de Peña Nieto, si usaban Monex o no. —No —respondió seco el priísta, ante cámaras y micrófonos. Mintió como un caradura. Deliberadamente. Y no lo digo yo: El IFE (al que uno puede o no creerle) (y es terrible que esa Institución esté en estos niveles de desprestigio) lo dictaminó… aquel día surrealista en el que también dictaminó que el PRI no tenía culpa por el manejo ilegal de recursos durante la campaña de Peña Nieto. Ahora está el tema de las vacaciones en Punta Mita. Si uno se informara solamente por la televisión, el Presidente Enrique Peña Nieto no se fue de vacaciones justo después de declarar luto nacional, cuando los cuerpos de varios mexicanos yacían calientitos bajo los escombros de la Torre de Pemex. Si uno sólo se alimentara de cierta prensa, el Jefe del Ejecutivo no abandonó el mando en plena emergencia nacional. Cuento esto rápido: Primero fue el periódico Reforma y luego otros medios —como SinEmbargo— informaron, la tarde del sábado, que Peña estaba de vacaciones mientras se rescataban cuerpos en el anexo de la Torre de Pemex. En medio de la tragedia, vacaciones. Presidencia hizo silencio durante horas. Y ya de madrugada, por medio de la cuenta de Twitter de Pemex (de manera inusual: imagino que Comunicación Social sí se quedó en las vacaciones) se informó que el mandatario recorría la zona cero. El escándalo ya había escalado a niveles penosos. Si usted que me lee no sabe quiénes informaron y quienes se callaron lo de Punta Mita, muy sencillo: vaya a los diarios y aplique “Punta Mita” en sus buscadores. No pierda el tiempo con la televisión; se los digo: ni una palabra. El ejercicio le servirá para que sepa bien con quién se informa. (Yo, en su lugar, dejaría de informarme en esos medios. Pero no soy nadie. Usted haga lo que quiera). Lo que sí salió en esos medios es que el Presidente estuvo, la madrugada del sábado, en la Torre de Pemex. Es decir: una buena parte de la ciudadanía mexicana jamás se enteró que su Presidente se fue de vacaciones mientras el país, en teoría, lloraba a sus muertos. Otra vez, la mentira disfrazada. Y lo de The Economist y lo de Monex tuvieron un trato similar en gran parte de la prensa. Esa prensa no mintió: simplemente omitió dar información vital. Pero el PRI de Peña Nieto mintió. Logró engañar a los ciudadanos. Mintió, y alejó a los votantes de información vital. ¿Vital? Sí, vital: El Estado de México está hoy en guerra porque Peña Nieto ocultó la realidad de la violencia; y el PRI está en Los Pinos porque mintió por lo menos con Monex. Así nada más. Imagínese. *** Clinton no renuncio a causa de aquel episodio. La sociedad estadounidense tuvo toda la información para evaluar, y su fallo fue: ha sido un buen Presidente; dejémoslo que termine su mandato. Pero le negaron a los demócratas seguir en la Casa Blanca. Sin embargo, a Richard Nixon sí lo echaron a la calle y al basurero de la historia por mentir. En México, le garantizo que la gran mayoría no supo lo de la mentira con los homicidios en Edomex, la mentira con Monex, y la mentira, construida con medias verdades y complicidades, sobre el viaje de vacaciones en medio de la tragedia. *** Viviremos una democracia simulada si los medios no asumen su rol de imparcialidad. Seguiremos viviendo una democracia simulada, cómoda, mientras no tengamos una prensa libre, limpia, confiable. Pero, sobre todo, viviremos en una democracia al servicio del dinero mientras la clase política, toda, no entienda que una mentira es una mentira, y que debe ser castigada como tal. Para el que siempre hace la misma pregunta (“sí, pero, ¿y qué hacemos?”), yo creo que el camino es largo y el trabajo es mucho: hay que leer más, hay que mantenerse bien informado y con distintas fuentes; hay que compartir la información con tantos como podamos y hay que tratar de vivir sin mentiras ni autoengaños. No soy un revolucionario, disculpen; sólo se me ocurren las cosas más simples. Postdata. Definición de Duelo Nacional, tomado de la página de Presidencia de la República: “El Duelo Nacional consiste en izar la Bandera Nacional a media asta en escuelas, templos y edificios públicos, así como en las sedes de las representaciones diplomáticas y consulares de México. Esta condición es decretada por el Presidente de la República como atención a algún acontecimiento relevante sucedido en el país. Este hecho no involucra la suspensión de ninguna actividad gubernamental o de la sociedad civil, su justificación se basa en la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional”. @paezvarela www.alejandropaez.net

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/04-02-2013/12323. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
EPN, Punta Mita y el escaso valor de la mentira Por: Alejandro Páez Varela - febrero 4 de 2013 - 0:00 COLUMNAS, Historia de unos días - 22 comentarios En vivo, de cara a la nación, el Presidente Bill Clinton negó haber tenido relaciones sexuales con Mónica Lewinsky. La presión era mucha. Los tribunales habían recibido ya una denuncia de la becaria y la prensa repetía el caso hasta el cansancio. Clinton mintió y debió aceptarlo. Porque la otra opción era que discutiera que para él, un jugueteo que incluía actos sexuales hardcore no eran “relaciones sexuales” en forma. Y debió aceptarlo y pagar con el descrédito (y la derrota electoral) porque la sociedad estadounidense lo presionó hasta el borde de casi dejarlo en la calle. Casos como el de Clinton se repiten en el mundo cada de cuando en cuando. Al que llaman “rey” en España, Juan Carlos, ha debido salir al público a ofrecer disculpas y decir “no lo vuelvo a hacer”, por ejemplo, después de haber asesinado a un elefante (con más virtudes que él, un zángano). No me puedo quitar de la cabeza: ¿Cómo es que los políticos en México, como Enrique Peña Nieto, pueden mentir con tanta facilidad sin que nadie les exija, ni un tribunal ni los ciudadanos, que enfrenten a la Nación? Tengo sospechas. Creo que es porque somos una sociedad de mal informados, y porque nuestros políticos, casi todos, son una bola de mentirosos. Entonces la mentira pierde su valor. Una mentira, la que sea, es tolerada porque de mentiras se construye la política mexicana. Eso creo. No siento estar muy alejado de la realidad. Las dos mentiras más famosas del último año y medio, vinculadas con Peña Nieto, son de una importancia toral para el país. De la primera hablé aquí mismo hace poco tiempo: Cuando, en su Sexto Informe de Gobierno, dijo que habían disminuido los homicidios en el Estado de México. Mintió, y a niveles realmente escandalosos: un periodista de The Economist, y no uno de nosotros, lo descubrió. La segunda es todavía peor. El coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, le pregunta a Luis Videgaray, el hombre fuerte de Peña Nieto, si usaban Monex o no. —No —respondió seco el priísta, ante cámaras y micrófonos. Mintió como un caradura. Deliberadamente. Y no lo digo yo: El IFE (al que uno puede o no creerle) (y es terrible que esa Institución esté en estos niveles de desprestigio) lo dictaminó… aquel día surrealista en el que también dictaminó que el PRI no tenía culpa por el manejo ilegal de recursos durante la campaña de Peña Nieto. Ahora está el tema de las vacaciones en Punta Mita. Si uno se informara solamente por la televisión, el Presidente Enrique Peña Nieto no se fue de vacaciones justo después de declarar luto nacional, cuando los cuerpos de varios mexicanos yacían calientitos bajo los escombros de la Torre de Pemex. Si uno sólo se alimentara de cierta prensa, el Jefe del Ejecutivo no abandonó el mando en plena emergencia nacional. Cuento esto rápido: Primero fue el periódico Reforma y luego otros medios —como SinEmbargo— informaron, la tarde del sábado, que Peña estaba de vacaciones mientras se rescataban cuerpos en el anexo de la Torre de Pemex. En medio de la tragedia, vacaciones. Presidencia hizo silencio durante horas. Y ya de madrugada, por medio de la cuenta de Twitter de Pemex (de manera inusual: imagino que Comunicación Social sí se quedó en las vacaciones) se informó que el mandatario recorría la zona cero. El escándalo ya había escalado a niveles penosos. Si usted que me lee no sabe quiénes informaron y quienes se callaron lo de Punta Mita, muy sencillo: vaya a los diarios y aplique “Punta Mita” en sus buscadores. No pierda el tiempo con la televisión; se los digo: ni una palabra. El ejercicio le servirá para que sepa bien con quién se informa. (Yo, en su lugar, dejaría de informarme en esos medios. Pero no soy nadie. Usted haga lo que quiera). Lo que sí salió en esos medios es que el Presidente estuvo, la madrugada del sábado, en la Torre de Pemex. Es decir: una buena parte de la ciudadanía mexicana jamás se enteró que su Presidente se fue de vacaciones mientras el país, en teoría, lloraba a sus muertos. Otra vez, la mentira disfrazada. Y lo de The Economist y lo de Monex tuvieron un trato similar en gran parte de la prensa. Esa prensa no mintió: simplemente omitió dar información vital. Pero el PRI de Peña Nieto mintió. Logró engañar a los ciudadanos. Mintió, y alejó a los votantes de información vital. ¿Vital? Sí, vital: El Estado de México está hoy en guerra porque Peña Nieto ocultó la realidad de la violencia; y el PRI está en Los Pinos porque mintió por lo menos con Monex. Así nada más. Imagínese. *** Clinton no renuncio a causa de aquel episodio. La sociedad estadounidense tuvo toda la información para evaluar, y su fallo fue: ha sido un buen Presidente; dejémoslo que termine su mandato. Pero le negaron a los demócratas seguir en la Casa Blanca. Sin embargo, a Richard Nixon sí lo echaron a la calle y al basurero de la historia por mentir. En México, le garantizo que la gran mayoría no supo lo de la mentira con los homicidios en Edomex, la mentira con Monex, y la mentira, construida con medias verdades y complicidades, sobre el viaje de vacaciones en medio de la tragedia. *** Viviremos una democracia simulada si los medios no asumen su rol de imparcialidad. Seguiremos viviendo una democracia simulada, cómoda, mientras no tengamos una prensa libre, limpia, confiable. Pero, sobre todo, viviremos en una democracia al servicio del dinero mientras la clase política, toda, no entienda que una mentira es una mentira, y que debe ser castigada como tal. Para el que siempre hace la misma pregunta (“sí, pero, ¿y qué hacemos?”), yo creo que el camino es largo y el trabajo es mucho: hay que leer más, hay que mantenerse bien informado y con distintas fuentes; hay que compartir la información con tantos como podamos y hay que tratar de vivir sin mentiras ni autoengaños. No soy un revolucionario, disculpen; sólo se me ocurren las cosas más simples. Postdata. Definición de Duelo Nacional, tomado de la página de Presidencia de la República: “El Duelo Nacional consiste en izar la Bandera Nacional a media asta en escuelas, templos y edificios públicos, así como en las sedes de las representaciones diplomáticas y consulares de México. Esta condición es decretada por el Presidente de la República como atención a algún acontecimiento relevante sucedido en el país. Este hecho no involucra la suspensión de ninguna actividad gubernamental o de la sociedad civil, su justificación se basa en la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional”. @paezvarela www.alejandropaez.net

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/04-02-2013/12323. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
EPN, Punta Mita y el escaso valor de la mentira Por: Alejandro Páez Varela - febrero 4 de 2013 - 0:00 COLUMNAS, Historia de unos días - 22 comentarios En vivo, de cara a la nación, el Presidente Bill Clinton negó haber tenido relaciones sexuales con Mónica Lewinsky. La presión era mucha. Los tribunales habían recibido ya una denuncia de la becaria y la prensa repetía el caso hasta el cansancio. Clinton mintió y debió aceptarlo. Porque la otra opción era que discutiera que para él, un jugueteo que incluía actos sexuales hardcore no eran “relaciones sexuales” en forma. Y debió aceptarlo y pagar con el descrédito (y la derrota electoral) porque la sociedad estadounidense lo presionó hasta el borde de casi dejarlo en la calle. Casos como el de Clinton se repiten en el mundo cada de cuando en cuando. Al que llaman “rey” en España, Juan Carlos, ha debido salir al público a ofrecer disculpas y decir “no lo vuelvo a hacer”, por ejemplo, después de haber asesinado a un elefante (con más virtudes que él, un zángano). No me puedo quitar de la cabeza: ¿Cómo es que los políticos en México, como Enrique Peña Nieto, pueden mentir con tanta facilidad sin que nadie les exija, ni un tribunal ni los ciudadanos, que enfrenten a la Nación? Tengo sospechas. Creo que es porque somos una sociedad de mal informados, y porque nuestros políticos, casi todos, son una bola de mentirosos. Entonces la mentira pierde su valor. Una mentira, la que sea, es tolerada porque de mentiras se construye la política mexicana. Eso creo. No siento estar muy alejado de la realidad. Las dos mentiras más famosas del último año y medio, vinculadas con Peña Nieto, son de una importancia toral para el país. De la primera hablé aquí mismo hace poco tiempo: Cuando, en su Sexto Informe de Gobierno, dijo que habían disminuido los homicidios en el Estado de México. Mintió, y a niveles realmente escandalosos: un periodista de The Economist, y no uno de nosotros, lo descubrió. La segunda es todavía peor. El coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, le pregunta a Luis Videgaray, el hombre fuerte de Peña Nieto, si usaban Monex o no. —No —respondió seco el priísta, ante cámaras y micrófonos. Mintió como un caradura. Deliberadamente. Y no lo digo yo: El IFE (al que uno puede o no creerle) (y es terrible que esa Institución esté en estos niveles de desprestigio) lo dictaminó… aquel día surrealista en el que también dictaminó que el PRI no tenía culpa por el manejo ilegal de recursos durante la campaña de Peña Nieto. Ahora está el tema de las vacaciones en Punta Mita. Si uno se informara solamente por la televisión, el Presidente Enrique Peña Nieto no se fue de vacaciones justo después de declarar luto nacional, cuando los cuerpos de varios mexicanos yacían calientitos bajo los escombros de la Torre de Pemex. Si uno sólo se alimentara de cierta prensa, el Jefe del Ejecutivo no abandonó el mando en plena emergencia nacional. Cuento esto rápido: Primero fue el periódico Reforma y luego otros medios —como SinEmbargo— informaron, la tarde del sábado, que Peña estaba de vacaciones mientras se rescataban cuerpos en el anexo de la Torre de Pemex. En medio de la tragedia, vacaciones. Presidencia hizo silencio durante horas. Y ya de madrugada, por medio de la cuenta de Twitter de Pemex (de manera inusual: imagino que Comunicación Social sí se quedó en las vacaciones) se informó que el mandatario recorría la zona cero. El escándalo ya había escalado a niveles penosos. Si usted que me lee no sabe quiénes informaron y quienes se callaron lo de Punta Mita, muy sencillo: vaya a los diarios y aplique “Punta Mita” en sus buscadores. No pierda el tiempo con la televisión; se los digo: ni una palabra. El ejercicio le servirá para que sepa bien con quién se informa. (Yo, en su lugar, dejaría de informarme en esos medios. Pero no soy nadie. Usted haga lo que quiera). Lo que sí salió en esos medios es que el Presidente estuvo, la madrugada del sábado, en la Torre de Pemex. Es decir: una buena parte de la ciudadanía mexicana jamás se enteró que su Presidente se fue de vacaciones mientras el país, en teoría, lloraba a sus muertos. Otra vez, la mentira disfrazada. Y lo de The Economist y lo de Monex tuvieron un trato similar en gran parte de la prensa. Esa prensa no mintió: simplemente omitió dar información vital. Pero el PRI de Peña Nieto mintió. Logró engañar a los ciudadanos. Mintió, y alejó a los votantes de información vital. ¿Vital? Sí, vital: El Estado de México está hoy en guerra porque Peña Nieto ocultó la realidad de la violencia; y el PRI está en Los Pinos porque mintió por lo menos con Monex. Así nada más. Imagínese. *** Clinton no renuncio a causa de aquel episodio. La sociedad estadounidense tuvo toda la información para evaluar, y su fallo fue: ha sido un buen Presidente; dejémoslo que termine su mandato. Pero le negaron a los demócratas seguir en la Casa Blanca. Sin embargo, a Richard Nixon sí lo echaron a la calle y al basurero de la historia por mentir. En México, le garantizo que la gran mayoría no supo lo de la mentira con los homicidios en Edomex, la mentira con Monex, y la mentira, construida con medias verdades y complicidades, sobre el viaje de vacaciones en medio de la tragedia. *** Viviremos una democracia simulada si los medios no asumen su rol de imparcialidad. Seguiremos viviendo una democracia simulada, cómoda, mientras no tengamos una prensa libre, limpia, confiable. Pero, sobre todo, viviremos en una democracia al servicio del dinero mientras la clase política, toda, no entienda que una mentira es una mentira, y que debe ser castigada como tal. Para el que siempre hace la misma pregunta (“sí, pero, ¿y qué hacemos?”), yo creo que el camino es largo y el trabajo es mucho: hay que leer más, hay que mantenerse bien informado y con distintas fuentes; hay que compartir la información con tantos como podamos y hay que tratar de vivir sin mentiras ni autoengaños. No soy un revolucionario, disculpen; sólo se me ocurren las cosas más simples. Postdata. Definición de Duelo Nacional, tomado de la página de Presidencia de la República: “El Duelo Nacional consiste en izar la Bandera Nacional a media asta en escuelas, templos y edificios públicos, así como en las sedes de las representaciones diplomáticas y consulares de México. Esta condición es decretada por el Presidente de la República como atención a algún acontecimiento relevante sucedido en el país. Este hecho no involucra la suspensión de ninguna actividad gubernamental o de la sociedad civil, su justificación se basa en la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional”. @paezvarela www.alejandropaez.net

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/04-02-2013/12323. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

Fuerzas de seguridad mexicanas se coordinan para combatir a los cárteles de droga en cinco regiones

Violencia del crimen organizado: Las fuerzas de seguridad mexicanas serán organizadas en cinco regiones para combatir a los cárteles de la droga. Esta gráfica muestra la cantidad de asesinatos por región en 2011, el año más reciente para el que existen estadísticas disponibles. [Ilustración: Ágora / José Luis Polo]

Violencia del crimen organizado: Las fuerzas de seguridad mexicanas serán organizadas en cinco regiones para combatir a los cárteles de la droga. Esta gráfica muestra la cantidad de asesinatos por región en 2011, el año más reciente para el que existen estadísticas disponibles. [Ilustración: Ágora / José Luis Polo]

Las fuerzas de seguridad mexicanas serán divididas en cinco regiones geográficas en la continua batalla contra el Cártel de Sinaloa, Los Zetas, La Familia Michoacana y otras organizaciones criminales transnacionales, según señaló el gobierno.

El plan del presidente Enrique Peña Nieto contempla que las fuerzas militares se coordinen con las fuerzas policiales federales, estatales y locales en cada una de las regiones para combatir a los violentos cárteles de las drogas. El presidente anunció la iniciativa el 17 de diciembre de 2012, cuando anunció detalles de su plan general de seguridad.

Las fuerzas de seguridad serán divididas en cinco regiones “para obtener la máxima eficiencia”, dijo Peña Nieto cuando presentó su plan. “Habrá orden, confianza, responsabilidades y competencias claras en los tres niveles de gobierno”, agregó el presidente.

Adaptación de las políticas de seguridad a las necesidades de cada región

Las fuerzas de seguridad en cada una de las regiones serán capaces de adaptar sus estrategias y tácticas de acuerdo a sus necesidades respectivas, manifestó el gobierno federal. Una estrategia particular contra un grupo del crimen organizado en una región puede no ser el mejor enfoque contra otro cártel en otra región.

El plan pide a las Fuerzas Armadas que se coordinen con la Procuraduría General (PGR) y la policía, estatal y local de cada región. Cada estado puede incluirse en más de una región de seguridad, indicaron las autoridades gubernativas federales. Las zonas deben estar operando para marzo de 2013.

Las cinco zonas de seguridad

El país será dividido en estas zonas de seguridad:

• La Región Uno estará compuesta por los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Estos estados están entre los que experimentaron la peor violencia en el país en años recientes. Esta región también será conocida como Zona Noroeste.

• La Región Dos incluirá Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas. Estos estados registraron los niveles más altos de violencia de los cárteles de la droga en 2011 y 2012. Los Zetas están combatiendo a una alianza entre el Cártel del Golfo (CDG) y el Cártel de Sinaloa por el control de las rutas de tráfico de drogas en Coahuila, San Luis Potosí y Nuevo León. Los Zetas y el CDG también están peleando en Tamaulipas. Esta región también será conocida como Zona Nordeste.

• La Región Tres incluirá los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas. La región ha sido el escenario de sangrientos enfrentamientos entre La Familia Michoacana y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, que está aliado con el Cártel de Sinaloa. La región también será conocida como Zona Occidental.

• La Región Cuatro incluirá el Distrito Federal, el Estado de México, Guerrero, Hidalgo Morelos, Puebla y Tlaxcala. La actividad del crimen organizado se ha incrementado en estos estados en meses recientes, según indicaron las autoridades militares. Por ejemplo, en Guerrero, Los Zetas, el Cártel de Sinaloa, la Organización Beltrán Leyva (BLO) y los Caballeros Templarios están luchando por el control de las rutas de tráfico de drogas. Esta región también será conocida como la Zona Central.

• La Región Cinco incluirá los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, y Yucatán. Estos estados incluyen importantes rutas para el contrabando de drogas y tráfico de personas. Por ejemplo, Los Zetas pelean contra el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa en Veracruz por el control de las rutas de tráfico de drogas. Esta región también será conocida como Zona Sudeste.

Elogio de la iniciativa regional

Dividir al país en regiones de seguridad debe mejorar la coordinación entre las Fuerzas Armadas, la PGR y las fuerzas policiales federales, estatales y locales, explicó Carlos Mendoza Mora, analista de seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Reorganizar nuevos planes de inteligencia y delinear de manera específica nuevos planes de acción nos permitirá ver resultados más pronto”, agregó Mendoza Mora. “Son buenas prácticas, han funcionado anteriormente”.

El enfoque regional podría ayudar a las fuerzas de seguridad mexicanas a reunir y coordinar más inteligencia sobre las organizaciones criminales transnacionales, comentó Mendoza Mora. Eso, a su vez, ayudará a los esfuerzos en cooperación entre fuerzas de seguridad mexicanas y estadounidenses en el combate al crimen organizado. Los dos países cooperan en el combate contra organizaciones criminales transnacionales, principalmente compartiendo información. Si las fuerzas de seguridad mexicanas reúnen más inteligencia sobre las organizaciones criminales transnacionales, la cantidad de información que comparten ambos países aumentará.

“Veremos un mayor número de arrestos y más importantes” de líderes de cárteles de la droga, indicó el analista.

El Cártel de Sinaloa y Los Zetas controlan la mayor parte del tráfico de drogas

Siete grandes organizaciones criminales transnacionales operan en todo el país, como han dicho analistas de seguridad y funcionarios militares: Los Zetas, el CDG, la Organización Beltrán Leyva, El Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación, los Caballeros Templarios y el Cártel de Juárez.

Gracias principalmente a los éxitos de las fuerzas de seguridad, el Cártel de Juárez ha sido debilitado en años recientes, comentaron las autoridades de seguridad. Varios grupos más pequeños asociados con el cártel siguen operando abiertamente. Uno de ellos es La Línea, que ha operado como el brazo armado del cártel.

El Cártel de Sinaloa, encabezado por el capo fugitivo Joaquín “El Chapo” Guzmán, y Los Zetas controlan aproximadamente el 80 por ciento del tráfico de drogas ilegales en el país, de acuerdo a reportes publicados. Los Zetas son encabezados por Miguel Ángel Treviño Morales, quien también es conocido como “Comandante 40”, “Z-40” y “40”. Tomó el control del cártel de la droga después de que marinos mataran al líder Heriberto Lazcano Lazcano en Progreso, Coahuila, en octubre de 2012. Lazcano era conocido como “El Verdugo”, “El Lazca” y “Z-3”.

¿Se verán empujados los cárteles de la droga hacia Centro y Sudamérica?

El enfoque de seguridad regional deberá dificultar al Cártel de Sinaloa, Los Zetas y otras organizaciones criminales transnacionales el transporte de drogas ilegales desde México, manifestó Mendoza Mora. Eso puede hacer que algunos de los cárteles de la droga aumenten sus operaciones en Centro y Sudamérica.

En diciembre de 2006, el entonces presidente Felipe Calderón ordenó a los militares enfrentar a las violentas organizaciones criminales transnacionales.

Entre diciembre de 2006 y el 31 de diciembre de 2012, más de cien mil personas han sido asesinadas en México, de acuerdo con reportes publicados.

En diciembre de 2012 se registraron 755 asesinatos en el país, reportó Reforma. Ese mes, Sinaloa fue el estado con el mayor número de asesinatos conectados al crimen organizado, con 127. Coahuila tuvo 98 asesinatos conectados a organizaciones criminales transnacionales, de acuerdo a reportes publicados.

(Agorarevista.com/ Julieta Pelcastre/04 de febrero 2013)
EPN, Punta Mita y el escaso valor de la mentira Por: Alejandro Páez Varela - febrero 4 de 2013 - 0:00 COLUMNAS, Historia de unos días - 22 comentarios En vivo, de cara a la nación, el Presidente Bill Clinton negó haber tenido relaciones sexuales con Mónica Lewinsky. La presión era mucha. Los tribunales habían recibido ya una denuncia de la becaria y la prensa repetía el caso hasta el cansancio. Clinton mintió y debió aceptarlo. Porque la otra opción era que discutiera que para él, un jugueteo que incluía actos sexuales hardcore no eran “relaciones sexuales” en forma. Y debió aceptarlo y pagar con el descrédito (y la derrota electoral) porque la sociedad estadounidense lo presionó hasta el borde de casi dejarlo en la calle. Casos como el de Clinton se repiten en el mundo cada de cuando en cuando. Al que llaman “rey” en España, Juan Carlos, ha debido salir al público a ofrecer disculpas y decir “no lo vuelvo a hacer”, por ejemplo, después de haber asesinado a un elefante (con más virtudes que él, un zángano). No me puedo quitar de la cabeza: ¿Cómo es que los políticos en México, como Enrique Peña Nieto, pueden mentir con tanta facilidad sin que nadie les exija, ni un tribunal ni los ciudadanos, que enfrenten a la Nación? Tengo sospechas. Creo que es porque somos una sociedad de mal informados, y porque nuestros políticos, casi todos, son una bola de mentirosos. Entonces la mentira pierde su valor. Una mentira, la que sea, es tolerada porque de mentiras se construye la política mexicana. Eso creo. No siento estar muy alejado de la realidad. Las dos mentiras más famosas del último año y medio, vinculadas con Peña Nieto, son de una importancia toral para el país. De la primera hablé aquí mismo hace poco tiempo: Cuando, en su Sexto Informe de Gobierno, dijo que habían disminuido los homicidios en el Estado de México. Mintió, y a niveles realmente escandalosos: un periodista de The Economist, y no uno de nosotros, lo descubrió. La segunda es todavía peor. El coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, le pregunta a Luis Videgaray, el hombre fuerte de Peña Nieto, si usaban Monex o no. —No —respondió seco el priísta, ante cámaras y micrófonos. Mintió como un caradura. Deliberadamente. Y no lo digo yo: El IFE (al que uno puede o no creerle) (y es terrible que esa Institución esté en estos niveles de desprestigio) lo dictaminó… aquel día surrealista en el que también dictaminó que el PRI no tenía culpa por el manejo ilegal de recursos durante la campaña de Peña Nieto. Ahora está el tema de las vacaciones en Punta Mita. Si uno se informara solamente por la televisión, el Presidente Enrique Peña Nieto no se fue de vacaciones justo después de declarar luto nacional, cuando los cuerpos de varios mexicanos yacían calientitos bajo los escombros de la Torre de Pemex. Si uno sólo se alimentara de cierta prensa, el Jefe del Ejecutivo no abandonó el mando en plena emergencia nacional. Cuento esto rápido: Primero fue el periódico Reforma y luego otros medios —como SinEmbargo— informaron, la tarde del sábado, que Peña estaba de vacaciones mientras se rescataban cuerpos en el anexo de la Torre de Pemex. En medio de la tragedia, vacaciones. Presidencia hizo silencio durante horas. Y ya de madrugada, por medio de la cuenta de Twitter de Pemex (de manera inusual: imagino que Comunicación Social sí se quedó en las vacaciones) se informó que el mandatario recorría la zona cero. El escándalo ya había escalado a niveles penosos. Si usted que me lee no sabe quiénes informaron y quienes se callaron lo de Punta Mita, muy sencillo: vaya a los diarios y aplique “Punta Mita” en sus buscadores. No pierda el tiempo con la televisión; se los digo: ni una palabra. El ejercicio le servirá para que sepa bien con quién se informa. (Yo, en su lugar, dejaría de informarme en esos medios. Pero no soy nadie. Usted haga lo que quiera). Lo que sí salió en esos medios es que el Presidente estuvo, la madrugada del sábado, en la Torre de Pemex. Es decir: una buena parte de la ciudadanía mexicana jamás se enteró que su Presidente se fue de vacaciones mientras el país, en teoría, lloraba a sus muertos. Otra vez, la mentira disfrazada. Y lo de The Economist y lo de Monex tuvieron un trato similar en gran parte de la prensa. Esa prensa no mintió: simplemente omitió dar información vital. Pero el PRI de Peña Nieto mintió. Logró engañar a los ciudadanos. Mintió, y alejó a los votantes de información vital. ¿Vital? Sí, vital: El Estado de México está hoy en guerra porque Peña Nieto ocultó la realidad de la violencia; y el PRI está en Los Pinos porque mintió por lo menos con Monex. Así nada más. Imagínese. *** Clinton no renuncio a causa de aquel episodio. La sociedad estadounidense tuvo toda la información para evaluar, y su fallo fue: ha sido un buen Presidente; dejémoslo que termine su mandato. Pero le negaron a los demócratas seguir en la Casa Blanca. Sin embargo, a Richard Nixon sí lo echaron a la calle y al basurero de la historia por mentir. En México, le garantizo que la gran mayoría no supo lo de la mentira con los homicidios en Edomex, la mentira con Monex, y la mentira, construida con medias verdades y complicidades, sobre el viaje de vacaciones en medio de la tragedia. *** Viviremos una democracia simulada si los medios no asumen su rol de imparcialidad. Seguiremos viviendo una democracia simulada, cómoda, mientras no tengamos una prensa libre, limpia, confiable. Pero, sobre todo, viviremos en una democracia al servicio del dinero mientras la clase política, toda, no entienda que una mentira es una mentira, y que debe ser castigada como tal. Para el que siempre hace la misma pregunta (“sí, pero, ¿y qué hacemos?”), yo creo que el camino es largo y el trabajo es mucho: hay que leer más, hay que mantenerse bien informado y con distintas fuentes; hay que compartir la información con tantos como podamos y hay que tratar de vivir sin mentiras ni autoengaños. No soy un revolucionario, disculpen; sólo se me ocurren las cosas más simples. Postdata. Definición de Duelo Nacional, tomado de la página de Presidencia de la República: “El Duelo Nacional consiste en izar la Bandera Nacional a media asta en escuelas, templos y edificios públicos, así como en las sedes de las representaciones diplomáticas y consulares de México. Esta condición es decretada por el Presidente de la República como atención a algún acontecimiento relevante sucedido en el país. Este hecho no involucra la suspensión de ninguna actividad gubernamental o de la sociedad civil, su justificación se basa en la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional”. @paezvarela www.alejandropaez.net

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