En su estreno como gerente de Seguridad de Pemex, uno
de los militares consentidos del presidente Enrique Peña Nieto, el general
brigadier Eduardo León Trauwitz quedó muy mal con su protector, con la empresa
paraestatal más importante del país y con sus empleados y visitantes, con la
sociedad mexicana, con el Estado, con el Ejército…
Jorge Carrasco A. y Anabel Hernández
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- La explosión en el edificio B-2 del complejo administrativo de
Petróleos Mexicanos (Pemex) en la Ciudad de México acabó con los días de gracia
del gobierno de Enrique Peña Nieto. Empeñado en desaparecer de la opinión
pública el tema de la narcoviolencia, a pesar de los casi 2 mil muertos
registrados en su naciente administración, quedó atrapado en su propio
silencio.
La explosión del 31
de enero no sólo tomó por sorpresa al gabinete y a los servicios de seguridad
mexicanos. También puso al descubierto las divisiones y deficiencias en la
seguridad corporativa de la principal empresa del país. Uno de sus
protagonistas es hombre cercano a Peña Nieto, el general brigadier Eduardo León
Trauwitz, actual gerente de Servicios de Seguridad Física de Pemex.
Se trata de quien
fue escolta y jefe de seguridad del político priista cuando era gobernador del
Estado de México y que apenas el 20 de noviembre pasado fue ascendido de
coronel a su actual grado. Su nombramiento en Pemex rompió con la tradición de
que sean militares, en activo o en retiro pero con experiencia operativa, los
que estén a cargo de la seguridad de la paraestatal.
Fuentes militares y
de seguridad comentaron a Proceso la falta de control en la materia en
instalaciones de esa empresa estratégica, la debilidad de los servicios de
seguridad e inteligencia civiles y militares, y la carencia de instancias de
gobierno capaces de afrontar actos terroristas en México, incluso si sus
autores son miembros de la delincuencia organizada.
Más de 24 horas
después de la tragedia, el gobierno de Peña Nieto se limitaba a actualizar la
cifra de fallecidos –33 hasta la noche del viernes 1– y a pedir que no se
especulara, pero sin ofrecer siquiera datos para apuntalar su interés de que se
trató de un accidente.
Intentó llenar el
vacío de información con versiones oficiosas acerca de “una implosión”, y no
una explosión, como resultado de una alta concentración de gas halón, el que se
utiliza para controlar incendios.
Responsable de la
seguridad de todas las instalaciones y personal de Pemex, el general brigadier
León Trauwitz fue puesto en ese cargo al inicio del actual gobierno en
compensación por no haber ocupado el cargo de jefe del Estado Mayor
Presidencial, al que aspiró por su cercanía con Peña Nieto.
El directorio del
corporativo de la paraestatal se encuentra en “actualización”, pero este
semanario pudo corroborar el nuevo cargo del general brigadier a través de
personal de Pemex. El edificio siniestrado está apenas a 50 metros de las
oficinas de la gerencia donde despacha el exjefe de seguridad de Peña Nieto.
Ahora en el centro
del escrutinio, el militar no se le despegó a Peña Nieto en los dos últimos
años de su gobierno en el Estado de México y durante su campaña presidencial.
Era su sombra. Estuvo adscrito a la coordinación de la ayudantía de la
Secretaría de Seguridad Ciudadana de esa entidad desde marzo de 2010, y cuando
Peña Nieto fue candidato a la Presidencia siguió siendo el responsable de su
seguridad; su sueldo era cubierto por el gobierno mexiquense.
Según la información
oficial consultada por Proceso, en septiembre de 2012, ya con Peña como
presidente electo, entró a la nómina de la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) en el área del Estado Mayor Presidencial, al que aspiraba llegar el 1
de diciembre pasado.
El nombre de León
Trauwitz saltó a la luz pública en noviembre pasado por su rápido ascenso, que
fue visto con molestia al interior del Ejército Mexicano por su falta de
experiencia operativa; aunque no fue el único caso. Entonces tenía el grado de
coronel y, sin estar en la lista preliminar de ascensos propuestos por la
Sedena, la presidencia de Felipe Calderón lo incluyó en la lista de ascensos
que solicitó al Senado.
El 20 de noviembre
de 2012 se convirtió en general brigadier pese a no haber estado adscrito a la
Defensa Nacional durante tres años y no haber cumplido el periodo mínimo de
servicio de cuatro años en el grado de coronel. El súbito ascenso ocurrió a
petición del presidente electo por la gran cercanía y confianza en su escolta,
pero ello le acarreó animadversiones en el Estado Mayor Presidencial; en vez de
él se quedó como jefe de ese poderoso cuerpo el general de brigada Roberto
Miranda.
El cargo de gerente
de Servicios de Seguridad Física (GSSF) de Pemex ha sido ocupado por
experimentados militares en situación de retiro. La mayoría eran generales de
división. Al puesto se le considera una de las posiciones que el secretario de
la Defensa en turno decide para sus allegados. El general brigadier León Trauwitz
fue la excepción y su llegada se vio en el Ejército como una imposición directa
desde Los Pinos.
Cuando asumió la
GSSF, exigió las renuncias inmediatas de todos los funcionarios de mayor nivel.
Su antecesor fue el general Salvador Leonardo Bejarano Gómez, quien, molesto
por estas formas, no concluyó su cargo en buenos términos, al punto de que el
proceso de entrega-recepción no se completó, dijeron fuentes militares a
Proceso. León Trauwitz habría amenazado a su antecesor con iniciarle un
procedimiento administrativo.
El manual de
organización interna de la paraestatal establece que la GSSF depende
directamente de la Dirección Corporativa de Administración y es la responsable
de “dirigir y controlar la ejecución de acciones que permitan detectar riesgos
y prevenir la realización de actos de terrorismo, sabotaje, atentados,
agresiones o intriga, que pongan en peligro el orden laboral, la integridad del
personal, bienes muebles e inmuebles y valores de Petróleos Mexicanos y
organismos subsidiarios”.
El ex escolta de
Peña Nieto es el principal responsable de la seguridad física de Pemex, tanto
del personal como de las instalaciones, bienes y valores de la paraestatal, sus
organismos subsidiarios y sus empresas filiales.
El manual especifica
que debe “coordinar las acciones necesarias para la seguridad física de
directivos y trabajadores de la industria petrolera y en su caso externos”,
además de coordinar sus tareas de resguardo con otras instituciones.
De acuerdo con los
registros de la Secretaría de la Función Pública, León Trauwitz es egresado de
la Escuela Superior de Guerra y de la carrera de relaciones internacionales de
la UNAM. De 1997 a 1999 fue jefe de departamento del Estado Mayor de la Sedena,
en donde su tarea consistía en realizar análisis de prensa y producir publicaciones.
En 1999 fue
coordinador de operaciones de la VIII Región Militar con sede en Oaxaca. Sólo
duró en el puesto siete meses. Un año fue profesor en la Escuela Superior de
Guerra hasta que, en enero de 2001, se inició en el cargo de subjefe de la
Sección V del EMP con funciones de “cuerpo de seguridad”. Permaneció en el
Estado Mayor Presidencial hasta el 1 de marzo de 2010, cuando renunció para
irse a trabajar con Peña Nieto.
El presente
reportaje es un extracto del que se publica bajo el título Vulnerabilidad a los
accidentes… y a los atentados en la edición 1892 de la revista Proceso,
actualmente en circulación.
(PROCESO/Jorge Carrasco A. y Anabel Hernández/ 4 de
febrero de 2013)
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