Palabra de General
En la columna anterior, Palabra de General “Desestabilizar a
México”, publicada en el número 1929 del Semanario ZETA “Libre como el Viento”,
correspondiente a la semana del 18 al 24 de marzo de 2011, mencioné que las
operaciones encubiertas son actividades ilegales que en los estados Unidos
autorizan o permiten las autoridades para obtener información de organizaciones
criminales y poder actuar en su contra; permitiéndome agregar que estas
operaciones son negadas por las autoridades que las autorizan, principalmente
cuando fracasan y se comenten delitos o violaciones a la soberanía de un país;
también mencioné que la operación “Rápido y Furioso” no pudo ser desconocida
por el gobierno norteamericano, debido a los años que estuvo en aplicación y a
la gran cantidad de armas de fuego –2 mil aproximadamente– que se transportaron
por territorio estadounidense para posteriormente introducirse ilegalmente a
México, a fin de que llegaran a manso de narcotraficantes e integrantes de la
delincuencia organizada supuestamente para identificar las redes del mercado
negro, pero esta operación encubierta fracasó, lamentablemente este hecho
ilegal provocó que muchas de esas armas fueron utilizadas por los integrantes
de las bandas criminales para causar la muerte de miles de mexicanos, entre
ellos miembros de las fuerzas armadas. Mencioné que esta operación sólo pudo
conocerse por la información que proporcionó a la cadena de noticias CBS, John
Dodson, agente de la Oficina de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego y Explosivos
(ATF) de Estados Unidos, debido a que se afligió al saber que dos agentes
norteamericanos que fueron sus compañeros de trabajo habían sido asesinados,
uno en México y el otro en Estados Unidos, con armas que su oficina había
recibido la orden de permitir que pasaran ilegalmente a territorio mexicano.
Otro hecho que viene a comprobar la ilegalidad e inmoralidad
de la operación “Rápido y Furioso”, es la declaración que recientemente hizo a
la cadena de noticias CBS el agente
Darren Gil, quien dirigía en nuestro país la Oficina para el Control de Tabaco,
Alcohol y Armas de Fuego y Explosivos (ATF), quien afirmó que alguien de muy
alto nivel en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos tenía
conocimiento del tráfico vigilado de armas, siendo su propio supervisor directo
en la oficina de la ATF en Washington quien le confirmó que la operación fue
aprobada por funcionarios por encima del mismo Kenneth Melson, actual director
de la Oficina para el Control de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego y Explosivos.
El agente Darren Gil agregó que otra de las instrucciones que recibió de
Washington fue no informar a las autoridades mexicanas sobre el caso; mencionó
que como representante de la Agencia para el Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego y
Explosivos su trabajo era aprobar cualquier operación de la agencia en que se
involucrara a México, pero él nunca avaló la aplicación de “Rápido y Furioso”.
El agente Darren Gil informó a la cadena de noticias CBS que el 25 de enero de
2010 envió un correo electrónico a todo su personal en el cual ordenó que sin
su aprobación no se permitiría la entrada de ninguna arma de fuego a México,
además señaló que si alguna vez autorizaba dicha estrategia, las armas deberían
de ser confiscadas del lado mexicano cuando cruzaran la frontera; pero cuando
el agente Darren Gil enviaba este correo electrónico, agentes de la ATF en
Phoenix comenzaban a filtrar información a CBS sobre la orden que habían
recibido de dejar que las armas cruzaran a territorio mexicano hasta que
llegaran a manos de los cárteles de la droga.
La información anterior viene a confirmar que las autoridades
norteamericanas no sólo tenían conocimiento de la aplicación de la operación
“Rápido y Furioso”, sino que ellas la autorizaron y causaron un grave daño
México al propiciar que cientos de armas de fuego llegaran a manos de
organizaciones criminales con las cuales han causado la muerte de miles de
mexicanos, además han provocado un aumento considerable de violencia y el
fortalecimiento de las bandas delictivas para crear un ambiente de
inestabilidad en nuestro país que posiblemente sea para crear un ambiente de
estado fallido y aprovechar la inestabilidad para tener una mayor influencia en
los asuntos de seguridad en México, así como lograr otros intereses como lo
menciono en la columna Palabra de General publicada en el número 1929 del
Semanario ZETA.
Considero muy lamentable este hecho ilegal, ya que el
personal integrante del Ejército y la Fuerza Aérea que presta sus servicios en
la zona fronteriza siempre ha contribuido a evitar la introducción de drogas a
territorio norteamericano, arriesgando sus vidas e integridad, así como
soportando las inclemencias del tiempo, pasando hambre, sed y fatiga, pero con
la convicción de que se estaba cumpliendo con un fin noble al enfrentar a las
bandas de narcotraficantes para evitar el desarrollo de sus actividades
ilícitas. A manera de ejemplo menciono que durante el periodo del 1ro de
diciembre del año 2006 al 7 de agosto del 2008, es decir, un año y ocho meses,
únicamente el personal militar que estuvo bajo mi mando en la II Región Militar
y participó en la lucha contra el narcotráfico obtuvo los siguientes
resultados:
A.- Aseguramientos y destrucciones de drogas.
542 toneladas de mariguana; 3 mil 871 kilogramos de cocaína,
325 kilogramos de heroína, más otras drogas.
B.- Armas y cartuchos asegurados.
Mil 586 armas de fuego y 211 mil 993 cartuchos.
C.- Presuntos narcotraficantes y vehículos puestos a
disposición de las autoridades civiles.
Mil 393 presuntos narcotraficantes, mil 245 vehículos, 24
embarcaciones y 15 aeronaves.
Las autoridades mexicanas, entre ellas miembros del Ejército,
siempre estuvieron dispuestas a colaborar con las autoridades norteamericanas
en la lucha contra el narcotráfico, a cambio de esto se le pedía que tuvieran
un mayor control con la venta de armas en su país y evitaran la introducción de
armas de fuego a territorio mexicano, a fin de que no se fortalecieran las
bandas criminales que operan en México, pero en lugar de esta ayuda las
autoridades estadounidenses propiciaron la operación “Rápido y Furioso”, hecho
por el cual muchos mexicanos nos sentimos muy dolidos.
Por lo anterior mencionado, considero que las autoridades y
la sociedad mexicana debemos de comprender que los problemas que existen en
nuestro país no pueden ser resueltos por otros países, sino que será nuestro
esfuerzo, trabajo, dedicación, organización, disciplina y voluntad lo que
coadyuvará a su solución y sobre todo al mejoramiento de México.
Por otra parte, deseo informar a la sociedad bajacaliforniana
que a partir de esta fecha decidí suprimir de la columna Palabra de General el
párrafo relativo al reclamo que hago a cuatro funcionarios del gobierno del
Estado de Baja California, pero no porque hayan desaparecido las causas que
motivaron mi reclamo, del cual la sociedad ya tiene pleno conocimiento, sino
debido a una petición que recibí de parte de una persona, a quien le tengo un
gran afecto, respeto y reconocimiento.
General de División
D.E.M. Ret.
Sergio Aponte Polito
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