Fue hallada entre los escombros y contenía un
artefacto con cilindros, revela un mando policiaco.
Alfredo Méndez
México, DF. Un mando
de la policía capitalina, que fue de los primeros en llegar a las instalaciones
de Petróleos Mexicanos (Pemex), siniestradas el pasado jueves por la tarde tras
un estallido en el edificio B-2, contó a La Jornada un dato revelador: ‘‘El
equipo antibombas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal
(SSPDF), que llegó al lugar de los hechos antes que las autoridades federales,
logró sacar de los escombros una maleta que en su interior contenía un
artefacto color negro con varios cilindros’’.
Aún sorprendido por
el elevado número de muertos que observó ese día, y por las decenas de personas
heridas, pero sin quemaduras, que vio salir corriendo despavoridas tras la
explosión, el policía de la SSPDF –adscrito al sector Tacuba– narra que los
expertos que participaron en la recolección de evidencias estuvieron comentando
entre sí que era muy probable que la tragedia hubiera sido un atentado.
El informante, de
quien se omite el nombre a petición suya, añadió: ‘‘Me queda claro que las
autoridades federales y del Distrito Federal están ocultando información; no
están dando a conocer qué se encontró esta maleta negra que yo vi. Claro que
hasta que se hagan los peritajes correspondientes se podrá dictaminar con
certeza qué contenía esa maleta. Pero de que había una caja negra con
cilindros, de eso no hay duda; yo la vi’’.
Este diario cuenta
con la grabación de la entrevista con el policía del sector Tacuba, de la que a
continuación se transcriben algunos extractos.
–¿Puede describir cómo era el artefacto al que se
refiere y en qué lugar de los escombros lo encontraron exactamente?
–Lo que pasa es, que
por las condiciones del lugar en el que nos encontrábamos, los que sí
ingresaron directamente al área más afectada fueron los bomberos, paramédicos y
el equipo antibombas de la SSPDF.
–¿En qué momento vio la maleta?
–(La vi) cuando la
empiezan a sacar del sótano. Yo ingresé sólo hasta el área en que creo se
encontraba la recepción del edificio (B-2 de Pemex), donde había unos 20 o 30
cadáveres desmembrados. Ahí me quedé todo el tiempo, porque yo no traía equipo
de seguridad para poder trabajar con ellos (en el sótano). Ellos traían guantes
de carnaza, porque había vidrios rotos por todos lados; contaban con palas,
picos, barretas, en fin, traían bastante equipo para poder hacer algo. Entonces
la vi (la maleta), cuando el equipo antibombas sale por un espacio que tenían a
un lado de lo que fue la recepción; no sé si fuera pasillo, no sé si fueran
escaleras, no sé si era un elevador, pero sé que era un hueco por donde se
podía acceder del sótano a la superficie.
–¿En qué trasladaron ese artefacto?
–Lo llevaban encima
de una pequeña base. Era una maleta color negro. Al momento en que le muestran
a un mando la maleta le abren un poco el cierre y es cuando alcanzo a observar
un artefacto negro, del tamaño de una caja de zapatos, como de unos 30 centímetros
cuadrados, con por lo menos 8 cilindros de 5 centímetros de diámetro (cada uno)
que estaban alrededor y que pudieron contener algún tipo de explosivo. Todo era
de color negro o pintado de negro.
–¿Qué le dijo el personal antibombas a su jefe
inmediato cuando le mostraron el artefacto?
–Vi que hablaron,
pero no alcancé a escuchar de que hablaban; pero entre mis compañeros, los del
equipo antibombas y todos los que estuvimos colaborando, se comentó que se
trataba de una bomba. ¡Fue una bomba!, se decía.
–¿Una bomba sin detonar y otra que detonó?
–Efectivamente.
–¿Quién se llevó esa maleta?
–Hasta ahora no sé
qué hicieron con esa evidencia: no sé si se la entregaron al Ejército o si se
la llevó el equipo antibombas de la SSPDF o no sé quién, pero eso es algo que
hasta el momento están ocultando las autoridades federales y del Gobierno del
Distrito Federal.
–¿Qué es lo que se decía entre ustedes tras el
hallazgo de la maleta?
–Todos coincidimos
en que esto no fue nada de lo que se ha informado hasta ahora de parte de las
autoridades; por supuesto que no fue un simple accidente. Entre nosotros
decíamos: es imposible que haya sido una fuga de gas o un cortocircuito o un
fallo en las calderas. Nada de eso es cierto. Fue una explosión provocada.
(LA JORNADA/ Alfredo Méndez/ 04/02/2013 08:53)
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