Proceso
México.- “Rosa”
(nombre ficticio) es una víctima más de la trata de personas en México.
Un hombre la
enamoró, la convenció de irse a vivir con él a otra entidad, donde podría
conseguir un buen trabajo y viviría mejor.
Sin embargo, la
realidad fue totalmente distinta: la joven acabó siendo explotada sexualmente.
La víctima, cuyo
nombre se omite por seguridad, es originaria del Estado de México y durante
tres meses fue obligada a vender su cuerpo en calles de la colonia Candelaria
de esta ciudad.
El destino puso en
su camino a un conocido que la ayudó a denunciar a sus captores Gregoria Tentle
Nanco, quien se encargaba de vigilarla y “Pedro” el hombre que, con engaños, la
obligó a prostituirse.
El amigo de la
víctima pasó un día por las calles donde era obligada a venderse. La reconoció
y en ese momento se hizo pasar como cliente para poder platicar con ella.
Ahí, en la calle, se
enteró del infierno que vivió la mujer durante tres meses, desde que dejó su
casa en el Estado de México.
Le contó que
Gregoria la llevó cerca de un hotel, donde la mantuvo retenida. Rentó un cuarto
y la instruyó para que trabajara ahí. Antes, le advirtió que si no aceptaba las
condiciones sería golpeada por otros hombres.
También le platicó
que Pedro la amenazaba, la obligaba a prostituirse y la golpeaba si no le
entregaba el dinero que obtenía de los clientes, mientras que Tantle Nanco, tía
de Pedro, la vigilaba, le decía cómo y cuánto debía pagar por el servicio y le
reportaba a su sobrino todos sus movimientos.
Durante tres meses,
la mujer se vio obligada a alquilar su cuerpo todos los días, bajo amenaza de
causar daño a sus familiares si no accedía.
Finalmente, el 6 de
enero, cuando la mujer encontró a su amigo, quien se hizo pasar por cliente, ya
en el hotel ambos acordaron que cuando ella se encontrara con Pedro en el Metro
Pantitlán lo entregarían a la Policía.
Así lo hicieron y
cuando los policías lo detuvieron encontraron en su cartera el dinero producto
de los “sexo servicios”.
La Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal informó que Tlante Nanco fue llevada
al Reclusorio Preventivo Oriente y ahí el juez 59 penal la sentenció a 15 años
de prisión y a pagar una multa de 934 mil 950 pesos. La sentencia de Pedro aún
está pendiente.
MÉXICO ENTRE LOS SEIS PAÍSES CON MAYOR ÍNDICE DE TRATA
Junto con Colombia,
Perú, Guyana, Guatemala y El Salvador, México es uno de los países de América
con mayor incidencia en el delito de trata de personas, según el Reporte Global
de Tráfico de Personas 2012, presentado por la Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito (UNODC).
Peor aún: el 35% del
total de mexicanos sometidos a explotación sexual, trabajos forzados o tráfico
de órganos, son menores de edad y dos de cada tres son niñas.
Por si fuera poco,
el Gobierno federal no cuenta con cifras oficiales sobre el número de personas
que son sometidas a ese flagelo y tampoco hay organizaciones interesadas en
hacer ese trabajo.
La UNODC calcula que
alrededor de 20 mil menores son explotados sexualmente, aunque, según la
abogada Leticia del Rocío, especialista en el tema, la cifra podría llegar a
los 70 mil.
Después del tráfico
de drogas y armas, la trata de personas es el negocio ilícito más rentable del
mundo y sus víctimas son la mayoría de las veces, niñas, niños y mujeres.
Las ganancias
anuales que genera a las redes criminales este delito, van de los 16 mil a los
32 mil millones de dólares según la Organización Internacional del Trabajo
(OIT).
A escala mundial,
según un cálculo de la UNODC basado en una muestra de casos detectados en 132
países, el comercio con niños se ha incrementado, de tal manera que 27% de las
víctimas del tráfico de personas en 132 países son menores de edad y de ellos
dos de cada tres son niñas.
Según el estudio, en
América del Norte, Central –incluido México– y el Caribe, se calcula que 51% de
las personas explotadas son con fines sexuales, 44% para trabajos forzados, 5%
para otros fines como la extracción de órganos o adopciones ilegales.
A pesar de ello, en
México son pocas las acciones que se han tomado para prevenir, detectar y
castigar este tipo de delitos.
La más reciente fue
la promulgación de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los
Delitos en materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia de
las Víctimas de estos delitos, sin embargo, a la fecha está pendiente el
reglamento que permitiría ponerla en práctica.
Además, el reporte
de la UNODC destaca que si bien los gobiernos han implementado nuevas medidas
políticas y jurídicas para contrarrestar ese mal, hay cientos de casos que no
son señalados como trata de personas, lo que dificulta la protección de las
víctimas y el castigo para los responsables.
Tampoco hay
organizaciones que lleven un registro de los casos detectados, porque no es un
tema de “suficiente interés” o se toma como esporádico, afirma Mayra Rojas,
directora de la organización Infancia Común.
En su opinión el
Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) debería ser la
instancia encargada de estudiar este fenómeno, pero en su Ley Orgánica ni
siquiera está estipulado que deba realizar esas acciones, lamenta la activista.
(ZOCALO/ REVISTA VISIÓN
SALTILLO/Proceso/04/02/2013 - 04:00 AM)
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