martes, 2 de julio de 2019

CULTIVOS HIDROPÓNICOS DE MARIHUANA



El cultivo y cosecha de cannabis en invernaderos es adoptada por grupos de la delincuencia organizada. El Cártel Jalisco Nueva Generación crece el negocio aunque las metanfetaminas le dejan mayor margen de ganancia. En Baja California se han vuelto más frecuentes los aseguramientos de este tipo en Ensenada y Tijuana. A la fecha, 22 colombianos se encuentran presos tras su detención en 2015 en el más grande invernadero

Cárteles de la droga mexicanos han incursionado en el mercado de la marihuana mejorada y, a la par de sus envíos de cocaína y metanfetaminas hacia el norte, continúan con la producción de la hierba en sitios con mejores condiciones climáticas y de nutrientes que los habituales escenarios de la naturaleza.

Informes antidrogas norteamericanos y reportes federales en México advierten sobre la expansión de este tipo de cultivos denominados indoor (puerta adentro), muy frecuentes en países como Colombia y España para su comercio mayorista o al detalle. En territorio mexicano se habían observado pequeñas plantaciones en casas o departamentos a partir del año 2000, sin embargo, ahora se habla de grandes plantíos bajo sombra y en terrenos con fachada de granjas agropecuarias.

Apenas el 16 de junio último, autoridades federales descubrieron un invernadero con casi mil plantas del enervante hidropónico durante una orden de cateo ejecutada en un inmueble de la colonia Ampliación Baja California, en la delegación San Quintín, municipio de Ensenada, sin que se registraran detenciones.

Además de las 969 plantas, elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) localizaron en el lugar aditamentos para la siembra, cultivo y cosecha del estupefaciente, una caja con unos 400 gramos de hojas del mismo narcótico, dos vehículos automotores y un remolque.

El 17 de mayo de 2018, también en Ensenada, soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hallaron un invernadero subterráneo con miles de plantas de cannabis en el Ejido Emiliano Zapata de la delegación Vicente Guerrero. Inicialmente la institución castrense informó de la detención de dos personas y que eran más de 4 mil 400 plantas.

Una denuncia ciudadana puso en el sitio a los elementos del 67 Batallón de Infantería. El inmueble de nueve mil metros cuadrados (90 metros de ancho por 100 metros de largo), contaba con un enorme sótano equipado para la producción hidropónica de marihuana. Había aire acondicionado, sistema eléctrico, aspersores de riego, humidificadores, lámparas fotoperiodo, extractores de calor y productos químicos y de uso agrícola.

Los militares informaron que en el sitio se lograban cuatro cosechas por año y que el aseguramiento rondaba en los 5.4 millones de pesos. Dos días después, la entonces PGR comunicó que tras contar el enervante asegurado, sumaron solo 2 mil 094 plantas, una diferencia de 2 mil 306 matas menos que las referidas por la Sedena.

El desglose fue el siguiente: 442 plantas de marihuana sembradas en macetas; mil 500 matas del estupefaciente contenidas en 12 charolas de plástico; 152 plantas más dentro de bolsas de plástico. De los detenidos no se dijo nada.

El 10 de julio del año próximo pasado, en un domicilio de la colonia Real del Monte en Tijuana, elementos de la Agencia de Investigación Criminal aseguraron un invernadero con por lo menos 256 plantas de marihuana. El allanamiento legal se consiguió gracias a una orden de cateo obsequiada por el Juez de Distrito Especializado en el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de Baja California.

En la finca se localizaron diversas herramientas y productos para acelerar el crecimiento de las plantas, pero no se lograron aprehensiones, iniciándose la carpeta de investigación correspondiente, sin que a la fecha se tenga conocimiento de la identidad de los narcocultivadores.

Así como en la frontera se han efectuado estos hallazgos, en otros puntos de la República Mexicana se ha puesto en claro que la hidroponía, comúnmente utilizada por los consumidores de marihuana para crear sus propios auto cultivos, es una de las técnicas adoptadas por narcotraficantes para producirla a gran escala como se ha descubierto en Jalisco, Estado de México, Sinaloa y Durango.

CÁRTEL JALISCO

A pesar de las grandes ventajas de traficar con metanfetaminas, que les deja mayor margen de ganancia y de que la cocaína es considerada la “reina” de las drogas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como de hecho ningún cártel del narcotráfico, no ha dejado el trasiego de marihuana. Primero, porque controla algunos de los territorios potencialmente marihuaneros como Jalisco, Michoacán, Nayarit y parte de Guerrero; en segundo lugar, porque entró al negocio de la marihuana alterada genéticamente.

El 12 de julio de 2015 se descubrió el más grande cultivo hidropónico de la hierba en los límites de los municipios de Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga, en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Había tres enormes carpas blancas de material sintético blanco dentro de un localón en el camino al Rancho La Teja. La Policía Federal allanó el inmueble con una orden de cateo.

Los invernaderos eran similares en tamaño y características a los que alteraron los paisajes del sur y la región Valles de la entidad para la producción de berries. Dentro del terreno bardeado fueron detenidas 25 personas, 22 de ellas de nacionalidad colombianas, una, Aura Marcela, de sexo femenino. La mujer aseguró, y después fue secundada por otros de los narcocultivadores, que fueron contactados a través de correo electrónico para trabajar en Guadalajara por un jornal en dólares.

Al parecer, la mayoría de los sudamericanos tenía experiencia en el proceso de producción, modificación y crecimiento especial de la cannabis, entre ellos los apodados “El Mono”, “El Mudito” y “El Chava”, quienes estaban bajo la supervisión de los mexicanos Leonardo “N”, Galdino “N”, y Rodolfo “N”.

Además de las tres naves en que se cultivaba el enervante mejorado, había un laboratorio y un enorme dormitorio para el personal que ahí laboraba, todo en una superficie total de 6 mil 200 cuadrados. Los federales encontraron en el laboratorio 2 mil 111 plantas sembradas en rejillas de unicel con tierra, a manera de almácigos; mientras que en el sitio en el que dormían los trabajadores había cuatro contendedores, dos de ellos con vegetal verde seco y dos con una sustancia granulada café, al parecer fertilizante.

En el invernadero número 1 fueron aseguradas 820 plantas en macetas; en el invernadero número 2 había sembradas en el piso 2 mil 632 matas del mismo vegetal; mientras que en el invernadero número 3, eran 2 mil 700 plantas también emanadas del suelo. El peso total de la droga fue de poco más de 3 mil 936 kilogramos.

Una película plástica de color blanco cubría todo el piso, pero en los recortes circulares sobresalían las matas de cannabis. Los equipos integrados a los invernaderos hidropónicos producían temperatura y humedad controladas, además de tener película herbicida para proteger los cultivos de elementos naturales.

La función del plástico color blanco en el piso tenía un control relativo como una especie de producto fitosanitario para matar plantas o plagas indeseadas, según peritos. El dictamen químico con número de folio 57332, suscrito por los peritos de la entonces PGR, señaló en sus conclusiones que las plantas localizadas en los invernaderos 1,2 y 3, así como el  laboratorio, corresponden a Cannabis sativa L., conocida comúnmente como marihuana y considerada como estupefaciente por la Ley General de Salud.

LAS SECUELAS

Mientras los presuntos narcocultivadores pertenecientes al CJNG fueron internados en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, donde permanecen procesados por delitos contra la salud en las modalidades de cultivo de plantas de marihuana y posesión del mismo enervante con fines de comercio, y exonerados por el delito de delincuencia organizada no acreditado por el Ministerio Público federal, otro ángulo de la historia se convirtió en desgracia para una familia.

Obviamente que el inmueble donde se descubrió la droga y fueron detenidos en flagrancia los narcoproductores, se aseguró de manera precautoria por parte de un fiscal, al ser considerado como instrumento del delito dentro de la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDCS/347/2015 de la Agencia del Ministerio Público de la Federación adscrita a la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas (UEITA), de la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO), de la FGR.

Doña Esperanza “N”, propietaria del inmueble, acudió ante la representación social el 3 de agosto de 2015 -en cuanto se enteró del aseguramiento- para informarse de la situación legal de ese bien y solicitar su devolución. Días después fue citada a declarar. La dama reveló que estuvo casada con el agricultor Raúl “N”, de quien es viuda y con el que procreó cuatro hijos.

La declarante manifestó que el terreno originalmente es de casi 56 mil metros cuadrados, dividido en  parcelas, el cual estaba ocioso. Su esposo, que además fundó una empresa forrajera, le dijo en vida a su hijo Raúl junior que buscara a alguien para rentar el inmueble, lo que tiempo después consiguió, sin saber en los términos en que se realizó el arrendamiento, hasta que se enteró por la televisión del aseguramiento.

Por su parte, Raúl hijo declaró que luego que su padre le autorizó rentar el terreno, hizo difusión entre sus amigos y así llegó un hombre llamado Abraham Israel “N”, a quien un primo le había presentado cinco años antes. El interesado le comentó que necesitaba el inmueble para sembrar legumbres y así firmaron contrato de renta con vigencia de dos años, del 3 de marzo de 2013 al 31 de agosto de 2015, por la cantidad de 360 mil pesos, que fue cubierto en tres pagos con dinero en efectivo.

Durante los dos años, el arrendatario se mostró interesado en adquirir el terreno, pero en una última charla, don Raúl “N” le respondió que ya no pensaba seguirle rentando, pues ya tenía otro comprador. El arrendador rescindió el contrato y se pactó para fecha de entrega el 15 de julio de 2015, pero un día antes el jornalero fue asesinado al salir de su casa, al parecer dos días después que se descubrió el narcoinvernadero más grande de México.

A la fecha, aunque la señora Esperanza “N” ha ganado dos juicios de amparo en su lucha por recuperar su patrimonio, el Ministerio Público federal le da largas al asunto y reasegura el inmueble. Por su parte, al arrendatario le fue asegurado un rancho de producción equina, donde quedaron a disposición de la ex PGR 16 caballos de finas y costosas razas.

Abraham Israel “N”, no detenido, es sospechoso de dedicarse a rentar inmuebles para el CJNG, pues durante la indagatoria, la Agencia de Investigación Criminal le dio seguimiento a su persona y en un cateo a una casa habitación del fraccionamiento El Mirador en Zapopan, se localizaron charolas de unicel y otros materiales utilizados para la producción de cultivos hidropónicos.

LA HIDROPONÍA

A través de internet y en redes sociales, se hace una amplia difusión para que los adictos a la marihuana creen cultivos para autoconsumo, destacando que la hidroponía es un método de cultivo artificial, pero no antinatural, basado en los mismos principios que la naturaleza ha establecido como patrón para la vida.

En los textos destacan las ventajas y desventajas de los invernaderos de cannabis en comparación con la siembra, cultivo y cosecha que se realiza en terrenos naturales como son planicies, cerros y barrancos.

Entre las ventajas de los sistemas de cultivo hidropónicos, sobresale un mejor desarrollo, crecimiento y control de nutrientes de la planta, ahorro de agua y espacio, la clandestinidad de sembrar y cultivar en casa o terreno cubierto, el esfuerzo y la limpieza, lo que por ende lleva a una mayor y mejor producción.

Mientras que, como desventaja, se señala que un descuido puede ser muy costoso, pues en la naturaleza generalmente la tierra lo corrige. También el cuidado de la temperatura y del oxígeno es muy delicado, por lo que la asesoría debe ser precisa. El costo de arranque también es muy oneroso por la adquisición de equipos, semillas y productos químicos. El precio de la droga es más caro que él de la marihuana silvestre.

El cultivo de la cannabis indoor tiene distintas calidades como se advirtió en un aseguramiento realizado por policías locales en una residencia de Zapopan hace algunos años. En el narcoinvernadero, además de un sofisticado sistema hidropónico, se localizaron etiquetas colocadas en las macetas, que ostentaban leyendas como  “Tangerine Dream”, “Panamá”, “Sour Diesel”, “Black Ice”, “Armageddon Moon” y “Critical Mass”.

(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / INVESTIGACIONES ZETA /LUNES, 1 JULIO, 2019 01:00 PM)

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