El cultivo y cosecha de cannabis en
invernaderos es adoptada por grupos de la delincuencia organizada. El Cártel
Jalisco Nueva Generación crece el negocio aunque las metanfetaminas le dejan
mayor margen de ganancia. En Baja California se han vuelto más frecuentes los
aseguramientos de este tipo en Ensenada y Tijuana. A la fecha, 22 colombianos
se encuentran presos tras su detención en 2015 en el más grande invernadero
Cárteles de la droga
mexicanos han incursionado en el mercado de la marihuana mejorada y, a la par
de sus envíos de cocaína y metanfetaminas hacia el norte, continúan con la
producción de la hierba en sitios con mejores condiciones climáticas y de
nutrientes que los habituales escenarios de la naturaleza.
Informes antidrogas
norteamericanos y reportes federales en México advierten sobre la expansión de
este tipo de cultivos denominados indoor (puerta adentro), muy frecuentes en
países como Colombia y España para su comercio mayorista o al detalle. En
territorio mexicano se habían observado pequeñas plantaciones en casas o
departamentos a partir del año 2000, sin embargo, ahora se habla de grandes
plantíos bajo sombra y en terrenos con fachada de granjas agropecuarias.
Apenas el 16 de junio último,
autoridades federales descubrieron un invernadero con casi mil plantas del
enervante hidropónico durante una orden de cateo ejecutada en un inmueble de la
colonia Ampliación Baja California, en la delegación San Quintín, municipio de
Ensenada, sin que se registraran detenciones.
Además de las 969 plantas,
elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) localizaron en el lugar
aditamentos para la siembra, cultivo y cosecha del estupefaciente, una caja con
unos 400 gramos de hojas del mismo narcótico, dos vehículos automotores y un
remolque.
El 17 de mayo de 2018,
también en Ensenada, soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)
hallaron un invernadero subterráneo con miles de plantas de cannabis en el
Ejido Emiliano Zapata de la delegación Vicente Guerrero. Inicialmente la
institución castrense informó de la detención de dos personas y que eran más de
4 mil 400 plantas.
Una denuncia ciudadana puso
en el sitio a los elementos del 67 Batallón de Infantería. El inmueble de nueve
mil metros cuadrados (90 metros de ancho por 100 metros de largo), contaba con
un enorme sótano equipado para la producción hidropónica de marihuana. Había
aire acondicionado, sistema eléctrico, aspersores de riego, humidificadores,
lámparas fotoperiodo, extractores de calor y productos químicos y de uso
agrícola.
Los militares informaron que
en el sitio se lograban cuatro cosechas por año y que el aseguramiento rondaba
en los 5.4 millones de pesos. Dos días después, la entonces PGR comunicó que
tras contar el enervante asegurado, sumaron solo 2 mil 094 plantas, una
diferencia de 2 mil 306 matas menos que las referidas por la Sedena.
El desglose fue el siguiente:
442 plantas de marihuana sembradas en macetas; mil 500 matas del estupefaciente
contenidas en 12 charolas de plástico; 152 plantas más dentro de bolsas de
plástico. De los detenidos no se dijo nada.
El 10 de julio del año
próximo pasado, en un domicilio de la colonia Real del Monte en Tijuana,
elementos de la Agencia de Investigación Criminal aseguraron un invernadero con
por lo menos 256 plantas de marihuana. El allanamiento legal se consiguió
gracias a una orden de cateo obsequiada por el Juez de Distrito Especializado
en el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal
Federal en el Estado de Baja California.
En la finca se localizaron
diversas herramientas y productos para acelerar el crecimiento de las plantas,
pero no se lograron aprehensiones, iniciándose la carpeta de investigación
correspondiente, sin que a la fecha se tenga conocimiento de la identidad de
los narcocultivadores.
Así como en la frontera se
han efectuado estos hallazgos, en otros puntos de la República Mexicana se ha
puesto en claro que la hidroponía, comúnmente utilizada por los consumidores de
marihuana para crear sus propios auto cultivos, es una de las técnicas
adoptadas por narcotraficantes para producirla a gran escala como se ha
descubierto en Jalisco, Estado de México, Sinaloa y Durango.
CÁRTEL JALISCO
A pesar de las grandes
ventajas de traficar con metanfetaminas, que les deja mayor margen de ganancia
y de que la cocaína es considerada la “reina” de las drogas, el Cártel Jalisco
Nueva Generación (CJNG), como de hecho ningún cártel del narcotráfico, no ha
dejado el trasiego de marihuana. Primero, porque controla algunos de los
territorios potencialmente marihuaneros como Jalisco, Michoacán, Nayarit y
parte de Guerrero; en segundo lugar, porque entró al negocio de la marihuana
alterada genéticamente.
El 12 de julio de 2015 se
descubrió el más grande cultivo hidropónico de la hierba en los límites de los
municipios de Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga, en la Zona Metropolitana de
Guadalajara. Había tres enormes carpas blancas de material sintético blanco
dentro de un localón en el camino al Rancho La Teja. La Policía Federal allanó
el inmueble con una orden de cateo.
Los invernaderos eran
similares en tamaño y características a los que alteraron los paisajes del sur
y la región Valles de la entidad para la producción de berries. Dentro del
terreno bardeado fueron detenidas 25 personas, 22 de ellas de nacionalidad
colombianas, una, Aura Marcela, de sexo femenino. La mujer aseguró, y después
fue secundada por otros de los narcocultivadores, que fueron contactados a
través de correo electrónico para trabajar en Guadalajara por un jornal en
dólares.
Al parecer, la mayoría de los
sudamericanos tenía experiencia en el proceso de producción, modificación y
crecimiento especial de la cannabis, entre ellos los apodados “El Mono”, “El
Mudito” y “El Chava”, quienes estaban bajo la supervisión de los mexicanos
Leonardo “N”, Galdino “N”, y Rodolfo “N”.
Además de las tres naves en
que se cultivaba el enervante mejorado, había un laboratorio y un enorme
dormitorio para el personal que ahí laboraba, todo en una superficie total de 6
mil 200 cuadrados. Los federales encontraron en el laboratorio 2 mil 111
plantas sembradas en rejillas de unicel con tierra, a manera de almácigos;
mientras que en el sitio en el que dormían los trabajadores había cuatro
contendedores, dos de ellos con vegetal verde seco y dos con una sustancia
granulada café, al parecer fertilizante.
En el invernadero número 1
fueron aseguradas 820 plantas en macetas; en el invernadero número 2 había
sembradas en el piso 2 mil 632 matas del mismo vegetal; mientras que en el invernadero
número 3, eran 2 mil 700 plantas también emanadas del suelo. El peso total de
la droga fue de poco más de 3 mil 936 kilogramos.
Una película plástica de
color blanco cubría todo el piso, pero en los recortes circulares sobresalían
las matas de cannabis. Los equipos integrados a los invernaderos hidropónicos
producían temperatura y humedad controladas, además de tener película herbicida
para proteger los cultivos de elementos naturales.
La función del plástico color
blanco en el piso tenía un control relativo como una especie de producto
fitosanitario para matar plantas o plagas indeseadas, según peritos. El
dictamen químico con número de folio 57332, suscrito por los peritos de la
entonces PGR, señaló en sus conclusiones que las plantas localizadas en los
invernaderos 1,2 y 3, así como el
laboratorio, corresponden a Cannabis sativa L., conocida comúnmente como
marihuana y considerada como estupefaciente por la Ley General de Salud.
LAS SECUELAS
Mientras los presuntos
narcocultivadores pertenecientes al CJNG fueron internados en el penal de
máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, donde permanecen procesados por
delitos contra la salud en las modalidades de cultivo de plantas de marihuana y
posesión del mismo enervante con fines de comercio, y exonerados por el delito
de delincuencia organizada no acreditado por el Ministerio Público federal,
otro ángulo de la historia se convirtió en desgracia para una familia.
Obviamente que el inmueble
donde se descubrió la droga y fueron detenidos en flagrancia los
narcoproductores, se aseguró de manera precautoria por parte de un fiscal, al
ser considerado como instrumento del delito dentro de la averiguación previa
PGR/SEIDO/UEIDCS/347/2015 de la Agencia del Ministerio Público de la Federación
adscrita a la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y
Tráfico de Armas (UEITA), de la Subprocuraduría Especializada de Investigación
en Delincuencia Organizada (SEIDO), de la FGR.
Doña Esperanza “N”,
propietaria del inmueble, acudió ante la representación social el 3 de agosto
de 2015 -en cuanto se enteró del aseguramiento- para informarse de la situación
legal de ese bien y solicitar su devolución. Días después fue citada a
declarar. La dama reveló que estuvo casada con el agricultor Raúl “N”, de quien
es viuda y con el que procreó cuatro hijos.
La declarante manifestó que
el terreno originalmente es de casi 56 mil metros cuadrados, dividido en parcelas, el cual estaba ocioso. Su esposo,
que además fundó una empresa forrajera, le dijo en vida a su hijo Raúl junior
que buscara a alguien para rentar el inmueble, lo que tiempo después consiguió,
sin saber en los términos en que se realizó el arrendamiento, hasta que se
enteró por la televisión del aseguramiento.
Por su parte, Raúl hijo declaró
que luego que su padre le autorizó rentar el terreno, hizo difusión entre sus
amigos y así llegó un hombre llamado Abraham Israel “N”, a quien un primo le
había presentado cinco años antes. El interesado le comentó que necesitaba el
inmueble para sembrar legumbres y así firmaron contrato de renta con vigencia
de dos años, del 3 de marzo de 2013 al 31 de agosto de 2015, por la cantidad de
360 mil pesos, que fue cubierto en tres pagos con dinero en efectivo.
Durante los dos años, el
arrendatario se mostró interesado en adquirir el terreno, pero en una última
charla, don Raúl “N” le respondió que ya no pensaba seguirle rentando, pues ya
tenía otro comprador. El arrendador rescindió el contrato y se pactó para fecha
de entrega el 15 de julio de 2015, pero un día antes el jornalero fue asesinado
al salir de su casa, al parecer dos días después que se descubrió el
narcoinvernadero más grande de México.
A la fecha, aunque la señora
Esperanza “N” ha ganado dos juicios de amparo en su lucha por recuperar su
patrimonio, el Ministerio Público federal le da largas al asunto y reasegura el
inmueble. Por su parte, al arrendatario le fue asegurado un rancho de producción
equina, donde quedaron a disposición de la ex PGR 16 caballos de finas y
costosas razas.
Abraham Israel “N”, no
detenido, es sospechoso de dedicarse a rentar inmuebles para el CJNG, pues
durante la indagatoria, la Agencia de Investigación Criminal le dio seguimiento
a su persona y en un cateo a una casa habitación del fraccionamiento El Mirador
en Zapopan, se localizaron charolas de unicel y otros materiales utilizados
para la producción de cultivos hidropónicos.
LA HIDROPONÍA
A través de internet y en
redes sociales, se hace una amplia difusión para que los adictos a la marihuana
creen cultivos para autoconsumo, destacando que la hidroponía es un método de
cultivo artificial, pero no antinatural, basado en los mismos principios que la
naturaleza ha establecido como patrón para la vida.
En los textos destacan las
ventajas y desventajas de los invernaderos de cannabis en comparación con la
siembra, cultivo y cosecha que se realiza en terrenos naturales como son
planicies, cerros y barrancos.
Entre las ventajas de los
sistemas de cultivo hidropónicos, sobresale un mejor desarrollo, crecimiento y
control de nutrientes de la planta, ahorro de agua y espacio, la clandestinidad
de sembrar y cultivar en casa o terreno cubierto, el esfuerzo y la limpieza, lo
que por ende lleva a una mayor y mejor producción.
Mientras que, como
desventaja, se señala que un descuido puede ser muy costoso, pues en la
naturaleza generalmente la tierra lo corrige. También el cuidado de la
temperatura y del oxígeno es muy delicado, por lo que la asesoría debe ser
precisa. El costo de arranque también es muy oneroso por la adquisición de
equipos, semillas y productos químicos. El precio de la droga es más caro que
él de la marihuana silvestre.
El cultivo de la cannabis
indoor tiene distintas calidades como se advirtió en un aseguramiento realizado
por policías locales en una residencia de Zapopan hace algunos años. En el
narcoinvernadero, además de un sofisticado sistema hidropónico, se localizaron
etiquetas colocadas en las macetas, que ostentaban leyendas como “Tangerine Dream”, “Panamá”, “Sour Diesel”,
“Black Ice”, “Armageddon Moon” y “Critical Mass”.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / INVESTIGACIONES
ZETA /LUNES, 1 JULIO, 2019 01:00 PM)
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