Petróleos Mexicanos (Pemex) y
la Comisión Federal de Electricidad (CFE), registran pérdidas anuales en
conjunto por 60 mil 325 millones de pesos anuales debido al robo de
hidrocarburos y energía eléctrica, respectivamente.
De acuerdo a La Jornada ese
quebranto es equivalente al gasto programable destinado a desarrollo social
para el periodo enero-julio de 2018, lapso en el que se ejercieron 60 mil 75
millones de pesos, según informes oficiales.
En el caso de Pemex, su
director general, Carlos Treviño Medina, ha estimado que el robo de
hidrocarburos de poliductos, entre gasolinas, gas LP, diésel y petróleo,
asciende a unos 30 mil millones de pesos anuales, con el consecuente deterioro
financiero de la empresa.
De acuerdo con el más
reciente reporte de Pemex, en junio de 2018 se registró un aumento de 49.5 por
ciento del número de tomas clandestinas, al documentarse 7 mil 590, contra 5
mil 75 detectadas en el mismo periodo de 2017.
Las cinco entidades con más
ductos perforados en el primer semestre del año son: Puebla (mil 175), Hidalgo
(909), Guanajuato (865), Veracruz (844) y Jalisco (758).
Entre 2013 (primer año de
gobierno de la actual administración) y el cierre de 2017, el número de tomas
clandestinas aumentó 294 por ciento, al pasar de 2 mil 627 a 10 mil 363 en ese
lapso.
De seguir esa tendencia se
perfila que a finales de año serían 15 mil zonas de extracción ilícita, con el
consecuente quebranto a las finanzas de Pemex, cuyos cálculos conservadores
estiman que el robo de combustibles ocasiona un quebranto de 30 mil millones
anuales.
Por su parte, informes de la
Secretaría de Energía señalan que en 2017 las pérdidas no técnicas ocasionadas
por el hurto de energía a la CFE fueron de 18 mil 268 giga vatios-hora, lo que
equivale a 7.6 por ciento del total de la energía recibida.
Así, el valor económico de
esas pérdidas no técnicas asciende a 30 mil 325 millones de pesos, estimación
basada en el costo de la energía dejada de vender: 1.66 pesos por
kilovatio-hora.
Entre las principales
acciones para abatir y controlar pérdidas no técnicas, la CFE está
implementando nueva tecnología para reforzar los programas de verificación de
los medidores en suministros de media tensión y sustituir los medidores
electromecánicos por electrónicos.
Además, busca detectar
anomalías en el proceso de medición y facturación de los servicios en media
tensión en el mismo mes de facturación y reordenar el proceso de
comercialización de la energía eléctrica, incluyendo los sistemas informáticos
de gestión y los procesos operativos y verificación, así como el control de
servicios.
Adicionalmente, se ejecutan
programas especiales de revisión y detección de anomalías en la facturación y
cobranza encaminados a la recuperación del costo de energía, pérdida mediante
ajustes a la facturación y regularizando los servicios de energía eléctrica en
áreas de conflicto social con la intervención de autoridades competentes y
acercamiento a la comunidad con el apoyo del área de vinculación social.
(RIODOCE/ REDACCION/ 12 SEPTIEMBRE, 2018)
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