De unos 500 migrantes que viajaban en el
tren estiman que 200 fueron detenidos por Migración para ser enviados de vuelta
y al menos 170 llegaron a Juan Rodríguez, de los cuales la mayoría decidió
seguir su camino en el tren durante la noche del lunes. No obstante, aseguran
que entre las piñas, quedaron connacionales muertos.
Por Violeta Santiago
Xalapa, 12 de septiembre
(BlogExpediente/SinEmbargo).- El camino había sido difícil. Desde que salen de
Centroamérica, comienzan a ser presa de la extorsión, del robo y de la
violencia. Los que han logrado cruzar les contaron que normalmente hay un retén
en la zona centro de Veracruz, por eso, cuando el tren se detuvo por completo
al mediodía del domingo, los 500 migrantes que viajaban a lomos de “la bestia”
no imaginaban lo que vendría a continuación.
La máquina paró justo a la
altura de la comunidad de Los Tigres, cerca de Juan Rodríguez Clara, y de pronto
divisaron más de 20 patrullas de la Policía Federal, la Policía Estatal y
unidades del Instituto Nacional de Migración (INM).
Los migrantes relataron que
los elementos comenzaron a disparar por lo que ellos optaron por arrojarse del
tren, lo que les provocó varias heridas. Hubo quienes se internaron en los
cultivos de piña y resultaron hasta electrocutados por las vayas energizadas
que abundan entre los piñeros y los que se quedaron fueron golpeados e incluso
a uno “le cortaron los dedos”, aseguraron los entrevistados, refugiados en un
albergue habilitado por civiles.
Darlin Joel Ponce, un joven
veinteañero, dice que es la primera vez que hace el viaje y que salió de
Honduras por la falta de trabajo y la violencia de su país. Cuando ocurrió la
emboscada, él se lastimó al tirarse del tren y corrió lo más rápido que pudo,
pero en su carrera alcanzó a ver el horror que persiguió a otros compañeros:
“Nosotros nos metimos al piñal a correr, unos compañeros corrieron, a otros los
bajaron del tren, había como cuatro muertos; da lástima ver a unos compañeros
que entraban al piñero y les cortaban los dedos con una tenazas, los de la
migra, los federales”.
Con 17 años, un muchacho
también proveniente de Honduras cuenta que al tratar de cruzar entre los
piñeros se electrocutó varias veces con los cercos que protegen el sembradío. Como
si huyera de la destrucción Sodoma y Gomorra, no miró atrás, pero sabe que
entre el monte quedaron personas muertas.
Los migrantes relataron que
los elementos comenzaron a disparar por lo que ellos optaron por arrojarse del
tren, lo que les provocó varias heridas. Foto: Cuartoscuro/Archivo
Quienes pudieron escapar,
recibieron ayuda en localidades de las cercanías, aunque la mayoría llegó a
Juan Rodríguez Clara. De unos 500 que viajaban en el tren, estiman que 200
fueron detenidos por Migración para ser enviados de vuelta y al menos 170
llegaron a Juan Rodríguez, de los cuales la mayoría decidió seguir su camino en
el tren durante la noche del lunes. No obstante, aseguran que entre las piñas,
quedaron connacionales muertos.
“Dicen que nos rescataron y
es mentira; de 40 que estábamos en una laguna, mataron a dos, los torturaron,
les cortaron los dedos con pinzas, pudimos ver muchas cosas y pudimos escapar
de ahí. Hay muertos, fueron a buscar y dicen que no hay nada, pero nosotros
sabemos que están ahí”, fueron las duras palabras con las que relató su
experiencia Julio César Romero, de 34 años, originario de Honduras.
Ahí entre la tragedia y a
desgracia, también se apareció Xóchitl Tress, la ex funcionaria de Espacios
Educativos que fue detenida, calificada como “la amante de Javier Duarte”, y
quien quedó libre de la sentencia de tres años de prisión a cambio de devolver
bienes obtenidos por el enriquecimiento ilícito. ¿Qué fue a hacer? No se sabe.
Vestida de blanco, apenas volteó a ver a los migrantes y así como entró, se fue
del recinto, sonriendo y hasta posando al final para una foto.
De vuelta a la realidad, la
mayoría de los refugiados en Juan Rodríguez Clara decidió seguir su camino,
pero cerca de 40 decidieron quedarse a esperar un poco de compasión de las
autoridades para recibir una visa humanitaria, además de que estarían en
posibilidades de denunciar las violaciones a sus Derechos Humanos ya no tanto
por ello, dicen, sino por sus ‘hermanos’ que vienen tras el polvo de sus pasos.
LLEGA SOLALINDE
Después de que el activista
escuchara los relatos de los centroamericanos, exigió la renuncia tanto del
Comisionado a nivel nacional como del delegado federal en Veracruz del INM, así
como indicó que ayudaría a los migrantes a que interpusieran su denuncia
formal, además de que les dijo que por derecho, como víctimas, les correspondía
una visa humanitaria: “Estamos sumamente conmovidos por lo que les pasó”.
Solalinde también estuvo
acompañado por Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano, activista
por los Derechos de los Migrantes, por lo que en conjunto ofrecieron apoyo a
los hombres y mujeres que vivieron este tipo de redada.
El padre Solalinde dijo, en
rueda de prensa, que el Gobierno de Enrique Peña Nieto se ve presionado por
Estados Unidos y Donald Trump para realizar este tipo de actos y evitar que los
migrantes alcancen la frontera norte, es decir, que el Estado mexicano estaría
haciendo “el trabajo sucio”, por lo que reiteró que no era posible que a tres
meses de que se acabara este Gobierno se fueran haciendo este tipo de actos.
Alejandro Solalinde director de la Casa
para Migrantes A.C. Foto: Cuartoscuro
Con un altavoz en mano,
Solalinde es enérgico: el cura no habla de teología ni de los misterios de
Dios, sino habla de sus Derechos Humanos, de la visa humanitaria, de que
denuncien, de que Veracruz no ha descubierto ni una quinta parte del horror
real de las fosas y del mal actuar de los representantes del INM. Un par de
horas antes de llegar con los migrantes, desde una fonda, el hombre de Dios que
carga su cruz de madera sobre una guayabera blanca se refiere constantemente,
indignado, al sexenio de Peña Nieto como “pinche Gobierno”.
“México es un fosario, pero
aquí en Veracruz sobre todo es donde hay más fosas. Hay muchísimas fosas que no
saben de quién son y hay migrantes”, sentenció Solalinde ante reporteros,
activistas y migrantes al referirse al reciente descubrimiento de fosas en
Arbolillo, Alvarado. Y tampoco descartó que en las inmediaciones de donde
sucedió este retén también hayan quedado cuerpos de las personas heridas de
bala, como lo relataron los otros centroamericanos en tránsito. “Que ya termine
el Gobierno de Peña y Yunes”, casi suplica.
El cura y activista no sólo
habla sobre la irresponsabilidad del Instituto Nacional de Migración, el que
—asegura— está en manos de un expolicía, Gerardo Elías García Benavente, cuya
carrera se desarrolló en el CISEN, sino que también pido a los migrantes que
expresen su sentir, que cuenten qué piensan y sean valientes por sus hermanos.
Los actos que realizó la
Policía y Migración fueron considerados como una “cacería” de migrantes ante la
presión de Trump sobre la política migratoria de México, por lo que Solalinde
aseguró que con Andrés Manuel López Obrador la situación deberá cambiar pero,
si no lo hace, está preparado para trabajar “desde el otro lado” y emitir las
críticas correspondientes: “Esto quiere decir que nosotros podemos colaborar
con la política pública, pero también sabemos ejercer activismo y acciones
implacables contra un Gobierno que no respete los Derechos Humanos, no importa
si es Andrés Manuel, porque él es una persona buena, pero no sabemos la
presiones que vaya a ejercer Estados Unidos sobre ellos y entonces estará
presionado por más de 100 organizaciones de la sociedad civil que no pensamos
ceder”.
(SIN EMBARGO/ REDACCIÓN / 12 DE SEPTIEMBRE 2018)
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