General Motors, Ford, Volkswagen y Hyundai han
implementado una agresiva estrategia mediática para hacerle ver a la Casa
Blanca que la terminación del TLCAN significaría la destrucción de las cadenas
de valor que han hecho de América del Norte la región más competitiva del mundo
“Si
he ganado tanto dinero ha sido porque mi objetivo no ha sido nunca ganar
dinero”
- Amancio Ortega
Empresario español
Donald Trump llegó a la
presidencia de Estados Unidos a través de la proyección de dos premisas
fundamentales durante su campaña. La primera, ser el candidato antisistema que
enfrentaría al establishment político y a los intereses corporativos que han ejercido una influencia
excesiva en el diseño de la política económica. La segunda, ser el
representante por excelencia del hombre blanco de la clase trabajadora, un
segmento particularmente golpeado por el avance de la automatización y la
globalización de las últimas tres décadas.
La ofensiva de la Casa Blanca
para desmantelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es
parte de la agenda de nacionalismo económico que pretende validar estas dos
premisas.
Sin embargo, la ruptura del
TLCAN tendría un efecto disruptivo en las comunidades y sectores que el
presidente Trump pretende defender. Ésta es la tesis de una nueva iniciativa
que reúne a las grandes armadoras automotrices, a las firmas de autopartes y a las
principales cadenas de distribuidores de vehículos en la Unión Americana:
“Conduciendo los empleos de Estados Unidos”, una organización que está
implementando una agresiva estrategia mediática para hacerle ver a la Casa
Blanca que la terminación del TLCAN significaría la destrucción de las cadenas
de valor que han hecho de América del Norte la región más competitiva del
mundo.
“Necesitamos decirle a
nuestros representantes electos que no se deben cambiar las reglas del juego
cuando estás en medio de una remontada. Estamos ganando con el TLCAN”. La frase
puede leerse en el portal de la iniciativa, en la que participan asociaciones
automotrices que representan a prácticamente todas las empresas relevantes del
sector: General Motors, Toyota, Volkswagen, Hyundai, Ford, etc.
Este esfuerzo mediático es la
primer gran campaña de un grupo empresarial para cabildear públicamente a favor
de la supervivencia del TLCAN luego de que la American Chamber of Commerce
expresó enérgicamente que las posturas de Estados Unidos en la mesa de negociación está comprometiendo las
perspectivas de la salud económica del país. Tom Donohue, el presidente de la
que es la organización empresarial más influyente de Estados Unidos, ha dicho
que la American Chamber peleará a favor del TLCAN en el Congreso y en las
cortes.
“Necesitamos decirle a nuestros
representantes electos que no se deben cambiar las reglas del juego cuando
estás en medio de una remontada. Estamos ganando con el TLCAN”
- Iniciativa
‘CONDUCIENDO LOS EMPLEOS DE ESTADOS UNIDOS’
NAVARRO: LA CULPA ES DEL TLCAN
La administración de Donald
Trump encuentra en el TLCAN la única respuesta para explicar el desvanecimiento
gradual del peso del sector
manufacturero en la economía estadounidense. De acuerdo a datos del Banco Mundial,
el valor agregado de este sector como proporción del producto interno bruto
pasó de 16.5 por ciento en 1997 a 12.2 por ciento en el 2015.
Esta idea quedó plasmada en
un reporte que dio a conocer la semana pasada el Consejo Nacional de Comercio,
una entidad de la Casa Blanca que es presidida por el economista Peter Navarro,
quien es referido como el funcionario “más proteccionista” de la
administración. El documento atribuye el
deterioro social de las comunidades industriales de Estados Unidos directamente
al crecimiento del déficit comercial, que en última instancia es referido como
una consecuencia inmediata del TLCAN.
Es decir, Navarro sostiene
que el aumento en el número de muertes por drogadicción y alcoholismo,
embarazos adolescentes, divorcios, suicidios y abandono parental se explican
por la dinámica de la relación comercial entre México y Estados Unidos.
El domingo, en una entrevista
con Fox News, el presidente Trump reiteró que Estados Unidos intentará
renegociar el TLCAN, pero que se retirará del acuerdo si no lo considera justo
TLCAN ES LA SOLUCIÓN, NO EL PROBLEMA
Huelga decir que el sector
automotriz disputa la visión de Navarro. Como lo ha dicho Mary Barra, directora
general de General Motors, el TLCAN es el recurso que permite compaginar la
complementariedad laboral, demográfica y geográfica de las economías de la
región.
Contrario a lo que sostiene
la administración de Trump, el sector automotriz insiste en que el TLCAN es el
asidero de los últimos bastiones manufactureros en Estados Unidos. Sin el
impulso a la competitividad que ofrecen las cadenas de valor integradas a lo
largo y ancho de América del Norte, las empresas del sector industrial
estadounidense serían incapaces de competir con regiones profundamente
integradas como Europa o altamente eficientes como el Sudeste Asiático.
En ese sentido, se argumenta,
el TLCAN ofrece a Estados Unidos la oportunidad de desarrollar industrias de
mayor valor agregado en un contexto en el que la planta laboral en el país se
reduce por la rápida evolución de la automatización tecnológica y el acceso que
ofrece la globalización a una oferta laboral de baja especialización de muy
bajo costo.
No obstante, la evidencia
empírica y teórica no es un argumento suficiente para convencer al presidente
Trump, cuyo discurso sugiere que su objetivo último es la reducción del déficit
comercial de Estados Unidos.
Al respecto, Ildefonso
Guajardo, el secretario de Economía, ha expresado que está cansado de tener que
explicar que el déficit comercial se determina en función de la política
macroeconómica y su incidencia en el ahorro, no en la renegociación trilateral
de un acuerdo comercial.
Robert Zoellick, ex representante
comercial de Estados Unidos, refiere que la supervivencia del TLCAN está
en un situación de alto riesgo por la
sencilla razón de que Trump no podrá “salvar cara” para reducir el déficit
comercial a partir de la renegociación, de modo que optará por la terminación
del tratado.
El domingo, en una entrevista
con Fox News, el presidente Trump reiteró que Estados Unidos intentará
renegociar el TLCAN, pero que se retirará del acuerdo si no lo considera justo.
EL FRENTE AMPLIO DEL TLCAN
La semana pasada, Reporte Índigo
publicó que las principales organizaciones empresariales de Estados Unidos han
comenzado una intensa actividad de cabildeo para presionar a favor de la
supervivencia del acuerdo.
(REPORTE INDIGO/ RODRIGO CARBAJAL/ OCT 25, 2017)
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