En
el país hay "cárceles llenas" y "todos los problemas".
Reconoce en Aristegui en vivo que con el nuevo sistema pueden salir libres
varios presos.
Foto:
Suprema Corte
El
ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío ve
posible -aunque no lo quiere así- que se meta “reversa” al nuevo sistema penal
acusatorio, creando un “híbrido”, tras las diversas críticas por parte de
actores políticos como el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, quien alertó
recientemente por la posible liberación de “más de 4 mil presos” tan sólo en la
Ciudad de México, gracias a que todos los beneficios del sistema nuevo son
aplicados a las personas procesadas por el sistema anterior.
Pero
todas las críticas contra el nuevo sistema fueron provocadas por todo lo que se
dejó de hacer y estaba establecido desde una reforma en 2008, sostuvo Cossío en
entrevista para Aristegui en vivo.
Detalló
que desde antes de junio de 2008, tuvimos un sistema penal en el que la carga
mayor correspondía al Ministerio Público.
Cuando
una persona era detenida antes, tenía que demostrar que no era responsable de
lo que se le acusaba, si quería conservar su libertad.
“En
junio de 2008 se llevó a cabo una reforma penal importantísima: se pasó de un
sistema inquisitivo a acusatorio”, precisó. “Se hicieron cambios centrales en
la forma en que habríamos de ir a estos juicios penales”. Y después vino la
reforma de 2011 en materia de derechos humanos, con el fin de que no hubiera
violaciones.
Con
el nuevo sistema, “todo lo relacionado con culpabilidad tendría que ser
acreditado en una sola audiencia”. Entonces, lo que el juez escuche en esa
audiencia y sólo en esa audiencia es lo determinante para la acusación de un
delito.
Además,
“sólo ciertos delitos tendrían prisión”, y el resto podrían seguir un proceso
en libertad.
Fueron
ocho años los que se contemplaron para estos ajustes. Pero no se hizo mucho.
“Era
muy difícil porque el MP tenía un enorme poder en términos de la acusación. En
la forma de proceder tú estabas con una carga procesal grave. Ese es el cambio
central que estamos viviendo. Si el MP o los abogados de las partes que
coadyuvan no son capaces de demostrarme la responsabilidad del sujeto y la
realización del hecho, yo por la presunción de inocencia tengo que dejar en
libertad a esa persona”, puntualizó el ministro.
“Sólo
lo puede hacer con lo que pase en la audiencia, no por lo que pase en los
medios… lo que la fiscalía logró demostrarme”, explicó.
En
el nuevo sistema, las autoridades debían “llegar a la escena del crimen,
resguardar los elementos, establecer la cadena de custodia”.
Pero
“a los agentes del MP no les dimos la dimensión completa porque antes iba
acumulando cosas en un expediente, si se equivocaba tenía posibilidad de
rectificación… tampoco se nos ocurrió como país que se iban a parar (los MP) en
una audiencia frente a un abogado para sostener una acusación y aguantar la
batalla jurídica“.
Los
“servicios periciales en este país son muy modestos”, aceptó. “¿Cómo entonces
iban a llegar las fiscalías a sostener acusaciones en audiencias públicas?”,
preguntó.
“Si
todo eso lo ponemos junto empiezan a aparecer los problemas, como pruebas
contaminadas porque no fueron resguardadas adecuadamente”, apuntó.
“¿Cuántas
personas están capacitadas para hacer estas tareas?”.
Y
es que el nuevo sistema tiene desde una parte burocrática, hasta técnica y
“pararse en una audiencia y resistir un interrogatorio de una persona que está
en su profesión (de abogado del acusado)”.
“Este
es un juego muy complejo, muy técnico, muy sofisticado que no todo mundo está
en capacidad de sostenerlo”, reconoció.
Y
lo que sucedió es que el MP se para frente al juez y dice yo vengo a acusar al
señor tal en agravio de tales personas.
“Este
señor tiene muchos expedientes, necesita servicios periciales, bases de
información grandes para sostener su acusación”, mientras el abogado del
acusado “va a estar cuestionando lo que el fiscal está diciendo”.
El
ministro puso un ejemplo revelador: qué hace un juez cuando llegan a acusar a
una persona de que trae un AK47. “Y él (el acusado) dice: ¿verdad que puedo
enfrentar mi proceso en libertad?”.
“¿Dónde
está el delito de portación que permite a los jueces que a esas personas las
tengamos en prisión preventiva?”, cuestionó Cossío.
Y
es que “por la mera portación de arma, por el solo hecho de portación no puede
estar…”; a una persona la puedes detener con una Barrett y puede enfrentar su
proceso en libertad porque no está legislado, añadió y recordó que el actuar de
los jueces está regido por las leyes.
Cossío
mencionó que lo penoso de todo esto es que la reforma tenía una filosofía:
tratemos que el menor número de personas vaya a prisión preventiva.
“Esa
filosofía no se pudo realizar por acciones humanas”, dijo. “Una buena reforma
va a tener reversa porque no se hicieron las acciones humanas”.
En
el sistema anterior, la libertad se alcanzaba si la pena era menor a 5 años y
entonces se empezaron a subir las penas en prisión y casi nadie alcanzaba a
lograr su libertad.
A
ello atribuyó que tengamos “las cárceles llenas de personas y todos los problemas:
sobrepoblación, escuela de la delincuencia, reos que se están amotinando”.
Lo
peligroso ahora es que “la parte que no funciona es que no se hicieron las
cosas”.
“Ahora
va a resultar que todo estaba mal”, pero fue por lo que se dejó de hacer,
aseveró.
Y
la parte preocupante, según el ministro, es que “no nos dimos cuenta como país
que a lo de 2008 (la reforma) se agregó la reforma de 2011 y eso transformaba
completamente el tema”.
Por
todo esto ve posible “que lleguemos a un híbrido”.
Y
el ministro aclaró que la Corte no “inventó” algo sino que sólo hizo una
interpretación.
Aclaró
que no es verdad “esta idea” de que saldrán en fila 4 mil personas de la
cárcel, pues no es automático.
“No
es así de salgan corriendo todos”.
-¿Potencialmente
4 mil personas podrían salir?- le preguntó la periodista Carmen Aristegui.
“Potencialmente
sí, no tengo la cifra exacta pero démosla por buena”, respondió.
Pero
insistió: “De veras no hubo la previsión para que las personas que están por
todos estos delitos tienen la posibilidad de salir. No se hizo la previsión:
esto va a pasar”.
“Podemos
hacer muchos diagnósticos para que nos digan lo que ya sabemos. Lo que decía
es: por qué en lugar de decir es culpa de A o B hacemos un diagnóstico de lo
que necesitamos resolver con urgencia para que este sistema funcione”.
E
hizo un llamado a no perder el tiempo y seguir “lastimando a las personas”.
(ARISTEGUI
NOTICIAS/ REDACCIÓN AN/ JULIO 13, 2017 11:21 AM)
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